SpaceX prepara Starship para su décimo lanzamiento

SpaceX prepara Starship para su décimo lanzamiento SpaceX Omicrono

Aviación y Espacio

SpaceX confirma la fecha para el décimo lanzamiento de Starship: así pretende romper la racha de despegues fallidos

Quedan dos vuelos para la renovación de Starship con su tercer diseño, que beberá de lo aprendido en las últimas explosiones de la nave.

Más información: SpaceX consigue la maniobra imposible: atrapa al vuelo el cohete Super Heavy en el último despegue de Starship

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Starship vuelve al espacio. El gigantesco cohete de SpaceX tiene una fecha para su décimo lanzamiento. Un nuevo intento que tiene como principal reto, dejar atrás el sabor amargo que dejaron los vuelos anteriores en los que se perdieron las naves, llegando a afectar al tráfico aéreo. Así se ha preparado la empresa de Elon Musk para esta dura prueba.

El lanzamiento está previsto para las 6:30 pm del domingo 24 de agosto, lo que supone que podrá seguirse en directo desde España el lunes 25 en plena madrugada, 1:30 del horario peninsular. La empresa recuerda que este calendario puede sufrir cambios por diversos motivos, técnicos o por clima.

El viernes recibió la aprobación para realizar este lanzamiento por parte de la Administración Federal de Aviación, encargada de garantizar que los lanzamientos de cohetes comerciales no pongan en peligro la seguridad pública. La FAA habría dado luz verde al vuelo tras recibir el informe sobre los últimos fallos. A raíz de la investigación, se han realizado cambios de hardware y operativos para aumentar la fiabilidad.

SpaceX acumula cuatro vuelos de prueba que han terminado en la decepción de ver explotar la nave. A esto se suma la destrucción de otro de los cohetes Starship durante una prueba en tierra firme. El Booster 16 y la Starship 37 recogen lo aprendido con estos nuevos informes de cara a su gran prueba a finales de semana.

La décima prueba

Estos sucesivos fallos han ralentizado los planes de la compañía, que tiene pendiente lograr dos grandes hitos en la industria espacial. Después de conseguir el año pasado la recuperación en movimiento de la primera etapa, el propulsor Super Heavy, debe hacer lo mismo con la segunda etapa, Starship.

También es necesario demostrar que pueden reabastecer el cohete en órbita para, en el futuro, aplicarlo a las misiones a la Luna. De ello depende la agenda de la NASA para volver a mandar humanos al satélite y competir con la agencia espacial china. También son hitos cruciales para los planes de Elon Musk, quien ha puesto sus ojos en la conquista de Marte, prometiendo viajes en pocos años.

Este décimo vuelo tiene varios retos en mente. Para empezar, se probará la apertura de la compuerta de carga y el reencendido del motor Raptor en el espacio lo que servirá para desorbitar la nave de forma controlada.

Por último, SpaceX ha eliminado deliberadamente varias losetas del escudo térmico para comprobar cómo se comporta esta sección en su reentrada. En esta prueba se estudiarán materiales como el metal con refrigeración activa y cómo reaccionan a este elevado estrés.

Fallos corregidos

La empresa ha identificado la causa del abrupto final durante el noveno vuelo en un difusor defectuoso del sistema de presurización del tanque principal de combustible. Este se ubica en la cúpula delantera del tanque principal de metano de Starship. El difusor falló pocos minutos después del lanzamiento, cuando los sensores detectaron una caída de presión en el tanque principal de metano y un aumento de presión en el cono frontal de la nave, justo encima del tanque.

Starship en su cuarto vuelo de prueba.

Starship en su cuarto vuelo de prueba. SpaceX Omicrono

El cohete compensó la caída de presión del tanque principal y completó la combustión del motor, pero la ventilación del cono frontal y una fuga de combustible cada vez más grave sobrecargaron el sistema de control de Starship.

La nave está diseñada para que, si detecta un problema grave, se activen los comandos automáticos a bordo para expulsar todo el propulsor restante al espacio y "pasivarse" antes de una reentrada no guiada sobre el Océano Índico, lo que puso fin al vuelo de prueba antes de lo previsto.

Los ingenieros de SpaceX han rediseñado la pieza para dirigir mejor el gas presurizado al tanque de combustible principal. Esto también reducirá considerablemente la tensión en la estructura del difusor, según SpaceX.

Por otro lado, SpaceX señala como responsable de la explosión en el banco de pruebas de junio probablemente a un tanque de almacenamiento de nitrógeno a alta presión. Este tanque, llamado recipiente a presión de recubrimiento compuesto (COPV), se rompió violentamente y provocó el hundimiento de la nave. SpaceX indicó que los COPV en los próximos vuelos operarán a presiones más bajas, y se han encargado más pruebas de verificación, criterios más estrictos y un cambio de hardware para solucionar el problema.

Todas estas pruebas y avances en el diseño sirven para completar la tercera versión de Starship que incluye nuevas aletas de rejilla o un gigantesco tubo de combustible. De momento, a la versión actual le quedan dos vuelos más por delante para devolver la confianza en la empresa y marcar nuevos hitos espaciales.