USV Ranger en primer plano navegando junto al USV Mariner en el océano Pacífico

USV Ranger en primer plano navegando junto al USV Mariner en el océano Pacífico Jesse Monford / US Navy

Defensa y Espacio

Así es la Flota Fantasma: los buques no tripulados y con misiles antiaéreos que EEUU lleva a Taiwán

China ha convertido Taiwán en un punto caliente del panorama geopolítico, y EEUU pretende ejercer su influencia desplegando barcos no tripulados.

3 noviembre, 2023 01:54

Un paso más allá de los drones, los vehículos navales no tripulados son ya el presente de muchas fuerzas armadas de todo el mundo. Mientras en España se prueban este tipo de plataformas con la intención de integrarlas, en países como Estados Unidos son un componente más de las flotas y los despliegues internacionales. Este es el caso de las unidades que los norteamericanos han enviado al Pacífico para acompañar a los buques convencionales con cientos —y en ocasiones miles— de personas a bordo.

En concreto, se trata de dos USV (Unmanned Surface Vessels, buques de superficie no tripulados) que hicieron su primera parada asiática en la base naval estadounidense en Japón, en un movimiento estratégico que los analistas describen como clave para las relaciones entre Pekín y Taipéi. Según recoge SCMP, las embarcaciones Mariner y Ranger pertenecientes a la denominada Flota Fantasma zarparon desde California hacia Yokosuka (Japón) el pasado septiembre para formar parte del ejercicio naval Integrated Battle Problem 23.2 (IBP 23.2).

Una vez concluido el ensayo bélico, el Mariner y el Ranger han permanecido en aguas del Pacífico junto a los buques Sea Hunter y Sea Hawk, que también carecen de tripulación a bordo. Las cuatro plataformas llegaron hace unos días a Sídney donde participarán nuevamente en varios ejercicios con la Royal Navy del país, tal y como explica en un comunicado la Séptima Flota estadounidense. Y es que, Australia se ha convertido en uno de los actores más importantes en el teatro de operaciones taiwanés gracias a su estrecha relación con Washington que se ha visto reflejada en la adquisición de varios submarinos nucleares para asegurar la región.

USV Ranger en primer plano junto con el destructor de misiles guiados USS Shoup

USV Ranger en primer plano junto con el destructor de misiles guiados USS Shoup Jesse Monford / US Navy

"Para desarrollar un programa tan diferente y disruptivo como los USV pequeños, medianos y grandes, la integración temprana y consistente con aliados y socios en su desarrollo es clave para nuestro éxito", ha declarado Jeremiah Daley, comandante de la Primera División de USV de la Armada estadounidense. La misión de esta División es "probar, evaluar y operar en apoyo a la integración de los USV en las operaciones de la flota y brindar recomendaciones a los líderes de la Navy sobre el desarrollo de sistemas no tripulados".

La Flota Fantasma

El Ranger y el Mariner son buques hermanos —pertenecientes a la misma clase— y ambos forman parte de la denominada Ghost Fleet o Flota Fantasma. Han sido desarrolladas directamente como encargo del Pentágono estadounidense dentro de su Oficina de Capacidades Estratégicas.

USV Ranger navegando en el océano Pacífico el pasado septiembre

USV Ranger navegando en el océano Pacífico el pasado septiembre Jesse Monford / US Navy

La saga la inauguró el propio Ranger, siendo el primero de todos en salir del astillero y ponerse en activo, mientras que el Mariner corresponde con la tercera unidad entregada. "El futuro de nuestra flota es un formidable equipo entre [barcos] tripulados y no tripulados", comentó Stephen T. Koelher, comandante de la Navy, en la ceremonia de entrega del primero.

Un escenario "donde los sistemas no tripulados funcionan coordinados y permiten una capacidad mejorada de las plataformas tripuladas; conduciendo a una fuerza aún más distribuida y más letal", prosiguió. El objetivo es la de probar la tecnología de navegación autónoma. Una de las últimas hazañas publicada hace un par de años apuntaba a que el Nomad había recorrido 4.421 millas náuticas (8.190 km) con el 98% del tiempo en modo de navegación automática.

Por el momento, no está muy claro el equipamiento concreto que llevarán las embarcaciones, tan solo se han informado de integraciones puntuales de misiles antiaéreos tipo SM-6 en el Ranger. Lo que sí parece claro es que se basan en barcos de transporte rápido profundamente modificados de unos 60 metros de eslora, con velocidades máximas en torno a 65 kilómetros por hora.

"Las tecnologías no tripuladas y autónomas son clave para hacer crecer nuestro marco de operaciones marítimas distribuidas", comentó hace un par de meses Blake L. Converse, subcomandante de la Flota del Pacífico de EEUU. "Al proliferar nuestra presencia en el Pacífico y la letalidad de la flota, nos damos más opciones para tomar mejores decisiones en todos los niveles de liderazgo".

USV Ranger en Pearl Habor

USV Ranger en Pearl Habor Demitrius J. Williams / US Navy

Estados Unidos ya ha realizado maniobras integrando estas plataformas no tripuladas en Grupos de Ataques de Portaviones, como los que ha movilizado recientemente en el Mediterráneo oriental para dar apoyo a Israel. Los resultados han sido satisfactorios, proporcionando capacidades clave sin arriesgar una sola nave con dotación.

"A través de la integración de plataformas no tripuladas en nuestras operaciones, continuamos forjando una cultura de aprendizaje e innovación dentro de nuestra Armada y con socios conjuntos para brindar ventajas en la guerra", aseguró en esta ocasión Carlos Sardiello, comandante del Primer Grupo de Ataque de Portaviones.

Sea Hunter y Sea Hawk

Como ocurre con casi cualquier tecnología militar de Estados Unidos, la DARPA está detrás del desarrollo de la familia de embarcaciones a la que pertenece el Sea Hunter y el Sea Hawk. Esta agencia de investigación dependiente del Departamento de Defensa tiene entre sus programas más avanzados uno que investiga la creación de embarcaciones no tripuladas especialmente pensadas para la guerra antisubmarina.

El Sea Hunter, por su parte, fue puesto en servicio en abril de 2016 tras salir de los astilleros de Vigor Industrial en Portland (Oregón) para comenzar un periodo de pruebas de navegación autónoma que concluyeron en 2018. Se trata de un trimarán —barco con 3 cascos— que inauguró una familia de embarcaciones a la que después —en 2021— se unió el Sea Hawk, que también está participando en las maniobras RIMPAC.

Sea Hunter

Una de las características más importantes de estos barcos no tripulados pasa por la tecnología de navegación autónoma integrada. Los ordenadores instalados a bordo son capaces de conducir y controlar el barco con un equipo humano supervisando la operación a distancia y haciéndose cargo del equipo si fuera necesario. Algo muy similar a lo que ocurre con algunos drones actualmente.

El sistema impulsado por el DARPA cuenta con una función de patrulla autónoma sin guía humana y emplea sensores electroópticos y radares a bordo para evitar colisionar con obstáculos u otras embarcaciones. El equipamiento bélico del Sea Hunter se mantiene en secreto y tan solo se conoce que entre 2018 y 2019 tenía planeado recibir sistemas de inteligencia y de guerra submarina, sin más acotaciones.

Ambas embarcaciones cuentan con un desplazamiento que va desde las 135 a las 145 toneladas, dependiendo de la carga que acarreen en su interior, en 40 metros de eslora. El sistema de propulsión está representado por un par de motores diésel con un depósito de 53.000 litros que les confiere una autonomía de unos 19.000 kilómetros.

Según algunos reportes, se estima que tanto el Sea Hunter como el Sea Hawk pueden mantenerse en navegación autónoma entre 30 y 90 días sin tener que recalar a puerto para reabastecer sus tanques. El relativo éxito de esta serie de barcos autónomos ha llevado a China a prácticamente copiar palmo a palmo el diseño para la construcción de su propio buque no tripulado.

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