"Como parte de nuestro esfuerzo por disuadir acciones hostiles contra Israel o cualquier esfuerzo para ampliar esta guerra tras el ataque de Hamás a Israel", ha continuado. El Grupo de Ataque lo componen el portaviones nuclear Dwight D. Eisenhower, el crucero USS Philippine Sea y los destructores USS Laboon, USS Mason y USS Gravely. Tienen su base de operaciones Norfolk (Virginia) en la costa este del país y desde donde han partido poniendo rumbo este hacia el Mediterráneo.

Cada entidad que comprende el Grupo de Ataque "ha trabajado excepcionalmente duro durante los últimos meses y estamos listos para aportar poder marítimo en apoyo de cualquier tarea", ha dicho Marc Miguez, comandante del Grupo de Ataque de Portaviones Dwight D. Eisenhower. "Nuestra presencia, sin duda, fortalecerá las relaciones con nuestros aliados y socios, ya que compartimos el objetivo de disuadir la agresión y, si es necesario, ofrecer un poder de combate abrumador".

USS Dwight D. Eisenhower en su puerto base en Norfolk (Virginia) Jason Pastrick / US Navy

Hace una semana, el mismo Departamento de Defensa dio la orden de despliegue al Grupo de Ataque de Portaviones USS Gerald R. Ford que ya se encuentra en la zona acompañado por otras embarcaciones de guerra. Estas últimas se encontraban en aguas italianas como parte del despliegue permanente que Estados Unidos tiene en Europa.

El segundo nuclear

El Eisenhower es la segunda embarcación construida de la clase Nimtz, desarrollada por encargo de la Marina estadounidense en los años 60 con el fin de relevar a los anteriores portaviones. Lleva en servicio desde octubre de 1977 relevando al también portaviones USS Franklin D. Roosevelt que permanecía operativo desde la Segunda Guerra Mundial.

USS Dwight D. Eisenhower en el mar US Navy

Estuvo desplegado en la crisis de los rehenes en Irán cuando a finales de 1979 un grupo de estudiantes del país islámico secuestraron a 66 diplomáticos y ciudadanos de Estados Unidos. Ya en los 90 se integró en el despliegue de la Guerra del Golfo y participó dando soporte en la Operación Tormenta del Desierto. El USS Dwight D. Eisenhower también ha estado desplegado en diferentes momentos en Irak, Irán o Yibuti, ya en el cuerno de África, donde proporcionó apoyo antiaéreo el océano Índico.

Si bien el Eisenhower no es de las embarcaciones más modernas de las disponibles en la Marina estadounidense, sus frecuentes actualizaciones durante estos 46 años de servicio le permiten mantenerse como un buque de guerra de primer orden. De hecho, en los últimos tiempos han integrando armas extra —principalmente torretas antimisiles— como parte de la capacidad de autoprotección del portaviones.

Tiene una eslora de 332 metros por una manga de 76,8 metros en su parte más ancha y un desplazamiento que alcanza las 103.000 toneladas a plena carga. El buque, al igual que todos los de su clase con los que comparte la mayoría de especificaciones, cuenta con un par reactores nucleares de agua presurizada que generan unos 260.000 caballos de potencia y mueven 4 ejes de hélices.

Otro de los puntos importantes es que este sistema tan sólo necesita reabastecimiento de combustible nuclear cada 20 años y están diseñados para mantenerse activos durante más de 50. Esta flexibilidad operativa —que también se refleja en los submarinos nucleares— les permiten recorrer grandes distancias y permanecer en servicio durante más tiempo. El único condicionante son los víveres a bordo.

La tripulación está compuesta por la rama puramente naval que asciende a 3.532 personas y la rama aérea que puede llegar a las 2.480 según las necesidades operativas. Este último grupo se encarga de gestionar toda el ala embarcada compuesta normalmente por unas 90 aeronaves de todo tipo. Pueden ser cazas de combate como el F-18, aviones de guerra electrónica, de alerta temprana, logísticos y helicópteros multipropósito.

Entre los diferentes sensores se encuentran varios radares de búsqueda, de adquisición de objetivos aéreos, de control de tráfico y para la detección de amenazas en la superficie. Se acompañan de sistemas de guerra electrónica, contramedidas y armamento como misiles y cañones.

El apartado de ataque no es el fuerte del portaviones, centrándose fundamentalmente en la autoprotección y proyección a través de las aeronaves embarcadas. En cambio, el resto de buques de guerra que comparten Grupo de Ataque sí que están especializadas en este terreno con misiles de largo alcance y sistemas más avanzados de defensa.

Compañero de batallas

Cuando el USS Dwight D. Eisenhower y el resto de efectivos lleguen al Mediterráneo, allí ya estará el Gerald R. Ford junto al resto de su Grupo de Ataque. Este portaviones nuclear es el más moderno de cuantos la Marina estadounidense tiene en servicio.

Portaviones nuclear USS Gerald R. Ford EFE

Cuenta con una eslora de 333 metros por 78 metros de manga, es capaz de desplazar 100.000 toneladas a plena carga y acomodar a 5.000 personas en su interior. Su novedoso sistema de propulsión nuclear incluye una planta y dos reactores Bechtel A1B, que generan potencia suficiente como para lograr una velocidad máxima de 30 nudos, el equivalente a 56 km/h.

En total, gracias a sus colosales dimensiones y a su propulsión con dos reactores nucleares, puede acarrear más de 75 aeronaves, entre cazas —por el momento no del modelo F-35B—, helicópteros, aviones de alerta temprana y drones de última generación como los MQ-9B, que pliegan sus alas para operar desde portaviones y espiar sin límites.

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