Uno de los posibles diseños de la aeronave suborbital reutilizable de China

Uno de los posibles diseños de la aeronave suborbital reutilizable de China CASC Omicrono

Defensa y Espacio

La nave ultrasecreta china aterriza tras pasar 276 días en la órbita terrestre

La segunda misión del avión espacial reutilizable de la agencia espacial china ha finalizado con éxito tras casi un año de vuelo suborbital.

8 mayo, 2023 18:45

China sigue apostando fuerte por ganar la carrera espacial frente a SpaceX y la NASA, con misiones tan ambiciosas como la colonización de la Luna o los primeros viajes a Marte. Entre los proyectos que está llevando a cabo con mayor secretismo está su avión espacial suborbital y reutilizable, que según ha confirmado su agencia espacial (CASC) ha aterrizado hoy tras pasar 276 días en la órbita terrestre.

El escueto comunicado del conglomerado espacial chino no revela el lugar ni la hora del aterrizaje de la aeronave, de la que tampoco existen imágenes públicas. "El éxito total de esta prueba marca un avance importante en la investigación de tecnología de naves espaciales reutilizables de China, que proporcionará una forma más conveniente y económica de ir y venir del espacio con fines pacíficos en el futuro", reza el mensaje del CASC, sin aportar mayores detalles.

Este avión fue lanzado desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Jiuquan, en el desierto de Gobi, el 4 de agosto de 2022. Según los datos de seguimiento de la Fuerza Espacial estadounidense, la aeronave liberó un objeto en órbita, un pequeño satélite que operó cerca del avión espacial y que, presumiblemente, se encargó de registrar datos adicionales de la misión.

Nave reutilizable

Este aparente segundo vuelo del avión ha sido mucho más ambicioso que el primero. Antes de su aterrizaje, la nave realizó numerosas maniobras orbitales durante su vuelo, con ajustes en las últimas semanas realizados en preparación para su llegada en el lugar programado previamente.

El vehículo suborbital se lanzó en julio de 2021 desde el mismo lugar y aterrizó en el aeropuerto de la liga Alxa, en la región china de Mongolia Interior, a unos 250 kilómetros de distancia en línea recta. El aeropuerto está compuesto de una única pista, una pequeña rampa de aparcamiento y está situado en mitad del desierto. El sitio perfecto para mantenerlo alejado de miradas ajenas.

Diseño de nave de CASC

Diseño de nave de CASC CASC Omicrono

El proyecto tiene mucha trascendencia, ya que el transporte suborbital se ha convertido en uno de los objetivos a conseguir por las diferentes agencias espaciales de todo el mundo. China no iba a ser menos y ya cuenta con algunos programas relacionados con este tipo de vuelos enfocados en cubrir grandes distancias en un tiempo notablemente más reducido que los aviones comerciales actuales.

En el primer comunicado de CASC se detalló que el vehículo lanzado utilizaba tecnologías tanto de avión como de nave espacial y que su sistema de lanzamiento se comprendía de un despegue vertical y un aterrizaje en horizontal.

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"Se puede utilizar como una subetapa de un sistema de transporte espacial reutilizable impulsado por motores de cohetes, una integración avanzada de la tecnología espacial y de aviación", según reportó la propia CASC. El comunicado publicado entonces terminaba indicando que el éxito del proyecto "ha sentado una base sólida para el desarrollo de uso repetido de la tecnología de transporte espacial de trasbordadores espaciales y terrestres".

Conociendo eso y sabiendo que la distancia entre la plataforma de lanzamiento y el lugar de aterrizaje es tan escasa para un vuelo suborbital, es posible que China haya optado por un plan de vuelo de sobra conocido por la CASC. Se trata de un despegue vertical y un descenso en espiral similar al que realizaban los transbordadores espaciales estadounidenses.

El avión espacial reutilizable X-37

El avión espacial reutilizable X-37 USAF

Por su parte, el país norteamericano cuenta con el X-37, el avión espacial que Boeing lleva desarrollando desde hace más de una década junto con la Fuerza Espacial de Estados Unidos y la NASA. Está compuesta por un vehículo no tripulado que necesita ser lanzado por otro cohete en posición vertical. Actualmente, este avión se utiliza como banco de pruebas para demostrar si es posible construir naves espaciales orbitales reutilizables.

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