Probamos el Apple Watch Series 7: una gran pantalla para mejorar su uso diario
El Apple Watch Series 7 se pone este viernes a la venta en España y lo hace con una pantalla de grandes dimensiones como gran aliciente de ventas, pero hay más.
15 octubre, 2021 07:38Noticias relacionadas
El Apple Watch Series 7 se pone a la venta este viernes en España. La nueva generación del reloj fue presentado hace un mes junto a los iPhone 13 y el iPad mini, pero llega ahora a las tiendas con la idea de seguir siendo un producto fundamental dentro del ecosistema de Apple.
Aunque los rumores apuntaban a un rediseño radical, el Series 7 sigue manteniendo la estética de las generaciones anteriores. Aún así, la experiencia cambia más de lo que parece. El nuevo reloj ha sido rediseñado para ganar un gran espacio de pantalla sin sacrificar sus dimensiones. Es un cambio sutil e ingenioso ya que se nota más grande a la hora de usarlo pero no al llevarlo en la muñeca.
Más allá de la pantalla más grande, el Apple Watch centra sus mejoras en dos puntos clave: una mayor resistencia a golpes y una carga más rápida. Dos reclamos con los que Apple quiere que pasemos el mayor tiempo posible con el reloj.
El Apple Watch Series 7 parte de los 429 euros para la versión de 41 mm y GPS, en EL ESPAÑOL - Omicrono hemos podido utilizarlo antes de que salga al mercado y os contamos nuestras primeras impresiones.
Una pantalla más grande
Si algo ha aprendido Apple de la evolución de sus teléfonos iPhone es la importancia de la pantalla. Pese a que Siri es cada vez más capaz y resolutiva, la experiencia de usuario con el dispositivo reside ahí y el nuevo Apple Watch Series 7 vuelca su principal reclamo en ella. Y lo hace de una forma muy inteligente.
El gran peligro de los smartwatches a la hora de apostar por una pantalla de grandes dimensiones es lo que ocupan en la muñeca. ¿Cómo despejar la ecuación de tener un gran panel siempre a la vista pero sin sacrificar la experiencia de llevarlo todo el día? Apple lo ha resuelto en dos sentidos.
Por un lado ha rediseñado la caja y la curvatura de la pantalla. Ahora la caja es 1 mm más ancha, pasando a tener versiones de 41 y 45 mm, sin embargo, lo más sutil e inteligente del diseño es la nueva curvatura del metal y del cristal, que se ha refinado para que se sienta con una mayor continuidad y que así el panel pueda ganar espacio. Por otro lado, la otra gran clave reside en la capacidad de estrechar los marcos, siendo un 40% más delgados que con el Series 6, ganando así un área de pantalla que realmente da una sensación envolvente.
Esta pantalla más grande cambia la experiencia a la hora de relacionarse con el reloj. No sólo podemos ver más información -y mejor- de un simple vistazo, sino que también es más cómodo tocar los botones o escribir sobre ella ya que la interfaz se ha adaptado para tener mayor superficie sobre la que interactuar más cómodamente.
Apple explica que los botones ahora pueden ser hasta casi un 30% mayores o que se puede mostrar hasta un 50% más de texto que con respecto a la generación anterior. Lo cierto es que el salto se nota y se agradece tener más información a mano y de un vistazo ya que hace la lectura y la interacción más fácil.
Este cambio en la interfaz viene con nuevas esferas y un nuevo teclado. El Watch Series 7 aprovecha su mayor tamaño para incluir dos esferas exclusivas que exprimen tanto la nueva curvartura del cristal como la mayor superficie de la pantalla. Por un lado tenemos Contour, en la que los números quedan en el borde y se van animando conforme llegan las agujas; mientras que por otro Modular Duo que permite tener más información detallada que nunca de un vistazo. Por otro lado, también lucen mejor las esferas World Time o Retratos disponibles en watchOS 8.
Con respecto al teclado, el Apple Watch dispone por primera vez de una versión QWERTY completa que permite al usuario escribir sobre el reloj del mismo modo que lo hace en su teléfono ya sea tocando cada letra o deslizando sobre ella. Esta aplicación usa además machine learning para predecir qué estamos escribiendo. Es un avance que se agradece y funciona realmente bien.
Más allá de la superficie, la otra gran novedad de la pantalla es que se ve mejor. La nueva pantalla muestra ahora un 70% más de brillo cuando tenemos el reloj inactivo. Tendremos hasta 1.000 nits con la pantalla encendida en exteriores y 500 nits en reposo. De este modo es más fácil ver información cuando no estamos mirando directamente el reloj, algo en lo que también ayudan los nuevos bordes.
Una pantalla más dura
Uno de los mayores riesgos a la hora de tener un reloj inteligente es en lo expuestos que están a golpes. La muñeca es una zona en la que los impactos son más comunes, ya sea por un choque fortuito con un marco de una puerta o porque nos caigamos haciendo actividad física. El riesgo de partir la pantalla existe con estos dispositivos.
Apple es consciente y con una pantalla de mayores dimensiones, todavía más. Es por ello que ha hecho mucho hincapié en mejorar la resistencia de su nuevo reloj. El Apple Watch Series 7 tiene el cristal frontal más fuerte que la compañía ha hecho hasta el momento, lo que evita que se agriete amén de ser más resistente al polvo y estar pensado para seguir usándose para nadar.
El nuevo cristal evita las roturas al ser un 50% más grueso que la generación anterior así como al contar con un rediseño del perfil con una base plana que le hace más fuerte y robusto. Es algo que recuerda a lo que Apple ha conseguido en sus teléfonos desde los iPhone 12, que son mucho más resistentes a golpes e impactos que los modelos anteriores.
Por otro lado cuenta con certificación IP6X, la mayor que se puede tener contra el polvo, pensando así en que sea un reloj todoterreno, al tiempo que mantiene la clasificación WR50 para sumergir hasta 50 metros ya sea en piscina, mar abierto o en la ducha.
Personalmente me quito el reloj para ducharme, no por el miedo para que le entre agua y jabón, sino porque se ha convertido en el rato en el que pongo a cargar el reloj diariamente. El Series 6 ya mejoraba los tiempos de carga con respecto al Series 5, pensando en cambiar el hábito de carga y aprovechar la monitorización del sueño. El Apple Watch Series 7 va un paso más allá.
El nuevo reloj de Apple cuenta ahora con un sistema de carga rápida que en la práctica permite tener más del 50% de la carga en algo menos de media hora y el reloj completamente cargado en torno a una hora, rebajando así en 30-40 minutos la experiencia con la generación anterior. Aún así, si venimos de la costumbre de cargar el reloj por la noche la transición tampoco será dura si se desea pasar a monitorizar el sueño, con unos 8 minutos de carga antes de dormir el reloj es capaz de seguir 8 horas de descanso.
Sin cambios internos
A nivel interno el Apple Watch Series 7 viene con pocos cambios con respecto a la generación anterior. El nuevo chip S7 es un rediseño del S6 y cuenta con la misma velocidad de procesamiento que la generación anterior, lo que le hace un 20% más rápido que el Apple Watch SE. Pese a tener un panel de mayor tamaño, la eficiencia energética permite mantener la autonomía en torno a las 18 horas, la misma cifra que el Series 6.
El Series 7 mantiene los sensores del modelo anterior. Con capacidad para medir el oxígeno en sangre o usar el sensor eléctrico de frecuencia cardíaca para medir la saturación del oxígeno en sangre y realizar electrocardiogramas. Mantiene su claro enfoque hacia la salud y la actividad física con sensores como el altímetro siempre activo, acelerómetros, giroscopios, GPS, brújula o Gymkit.
Estas prestaciones serán todavía más útiles cuando antes de final de año llegue a España Apple Fitness+, su plataforma de actividad física online y para la que es necesario disponer de un reloj de la firma -y no un iPhone-.
Más allá del seguimiento de la salud, el Apple Watch sigue siendo fuerte en su relación con el resto del ecosistema de la compañía. Cuando te acostumbras a su uso jamás sacas la cartera en un comercio y siempre pagas con el NFC, el MacBook se desbloquea sólo cuando estamos cerca o el iPhone si llevamos la mascarilla puesta. Funciones que complementan todo el potencial que el Apple Watch tiene por sí mismo, sintiéndose cada vez más independiente y autónomo (también gracias a su conexión móvil).
¿Me lo compro?
El Apple Watch Series 7 es el mejor reloj de Apple que podemos comprar. La pantalla es realmente un salto de calidad en la experiencia a la hora de usar el reloj. Se siente grande y poderosa, da gusto relacionarse con ella y mejora realmente la interacción que podemos tener con el dispositivo.
La pantalla es el principal reclamo para saltar a la nueva generación. Para lo bueno y para lo malo. Si venimos de un Apple Watch Series 6 la mejora se antoja insuficiente como para dar el salto a la nueva generación. Algo similar a los que se lo planteen desde un SE, pues tendrán que deliberar sobre la misma decisión de compra que ya tomaron el año pasado.
A partir de un Series 5 tiene mayor sentido si lo que se busca es exprimir al máximo las funciones de seguimiento de sueño y al mismo tiempo ganar mayor pantalla. El Series 7 es un modelo perfecto para los que vengan de un Series 4 hacia atrás o quienes quieran entrar -por la puerta grande- en el ecosistema de los relojes conectados de Apple.
El Apple Watch Series 7 también es el reloj perfecto no sólo para los que buscan una mayor pantalla, sino para quienes quieren un reloj más resistente. Lo es en cualquiera de las terminaciones gracias al diseño de su panel y realmente se siente duradero pese a contar con un cristal mayor.
En cualquier caso, pese a que el Apple Watch Series 7 se sienta más como una evolución que como una revolución, el smartwatch sigue siendo un producto sensacional dentro del catálogo de la compañía. Una experiencia que una vez que la pruebas no tiene vuelta atrás y sigue marcando distancia a años luz con el resto de relojes inteligentes del mercado.
Llega a las tiendas por 429 euros para la versión de 41 mm y 459 euros para el tamaño de 45 mm en aluminio, material donde cuenta con nuevos colores verde, azul y Product(RED). Asimismo se puede encontrar en acero inoxidable y titanio a partir de 729 y 829 euros, respectivamente. Estas terminaciones cuentan con conexión móvil de serie, mientras que si se desea en la versión aluminio habrá que sumar los 100 euros habituales.