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Omicrono

La historia de uno de los coches eléctricos más raros abandonado en un parking

¿Es creíble encontrarse uno de los coches eléctricos más raros del mundo abandonado en un parking? Sí: esto mismo ha ocurrido en Estados Unidos.

12 diciembre, 2019 18:56

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Como todo en la vida siempre hay una primera vez, y lo mismo pasó con los coches eléctricos. Puede que no te suene (o sí, si eres aficionado a los vehículos), pero hubo un primer coche eléctrico fabricado en serie, y ese fue el EV1 de General Motors. Comercializado en los años 90, fue víctima de una industria ciega por su propia época y acabó en desgracia. ¿Por qué? General Motors acabó con todas las unidades existentes.

General Motors procedió a un proceso de recall de todas las unidades y posteriormente las destruyó todas. Así se le daba muerte en el año 2003 al que fuera el primer coche eléctrico diseñado para la industria. Es fácil imaginar que este proceso no fue perfecto y algunas unidades sobrevivieron, pero los actos de General Motors han provocado que este sea un vehículo extremadamente raro, sumados a la escasa producción que hubo (unas 1.117 unidades en total entre 1996 y 1999).

Con estos antecedentes debemos entender la suerte que tuvo el joven usuario de Twitter Jacob Hoyle cuando, por arte de magia, se encontró con un modelo EV1 abandonado en un parking de Atlanta en "buenas" condiciones. Decimos "buenas" porque, obviamente, el tiempo ha sido inclemente con él pero no así la mano humana.

El coche eléctrico que inspiró a Elon Musk para fundar Tesla, abandonado en un parking

Hoyle quizás no es consciente de la suerte que tuvo al encontrarse este EV1. Se estima que existen en el mundo unas 40 unidades, 20 de ellas situadas en Estados Unidos. No se sabe cómo demonios un coche de esta rareza acabó en un parking de Atlanta, pero desde luego se puede afirmar que lleva ahí mucho tiempo a tenor de las fotografías tomadas por Hoyle.

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El aspecto del coche es muy mejorable; se ha retirado la matrícula, los neumáticos están obviamente en mal estado y una gruesa capa de polvo cubre el coche hasta el punto de camuflar su color original, el rojo. Todo esto hace indicar que el coche lleva ya muchísimo tiempo aparcado y sin dueño, abandonado a su suerte.

Debido a su extrema rareza y según The Drive, el coste de este automóvil podría ascender a cientos de miles de dólares. Un coste que nunca llegará a alcanzar, ya que en referencia a este modelo en específico, no se podrá comercializar. Según cuenta la usuario de Twitter Chelsea Oxton, la cuál revisó su número de bastidor, este modelo forma parte de un programa de donación llevado a cabo por GM.

Según Oxton, los "acuerdos universitarios impiden la venta o transferencia del vehículo". Sin embargo apunta y de forma muy acertada que debería acabar en un museo o en una universidad. Puede sonar decepcionante saber que este coche no verá la carretera al menos de forma legal, pero no resta lo increíble del hallazgo.

Lo que, como dice Elon Musk, pocos saben es que Tesla nació en parte debido a este polémico programa recall que GM llevó a cabo con el EV1. No lo decimos nosotros: lo dice el mismo Musk en Twitter.

Musk aseguró ya en el año 2017 que después de que General Motors forzara el recall y los destruyera, él fundó Tesla. Puede ser simple fanfarronería pero la fecha del tweet de Musk añade algo de verosimilitud, ya que no concuerda con este ni con otros hallazgos de otros EV1 repartidos por el mundo.

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Sea como fuere, el EV1 sigue siendo un coche impresionante a día de hoy (recordemos que se comercializó en los años 90). Cuenta con una autonomía de 225 kilómetros con cargas, pasaba de 0 a 100 en 9 segundos, dependía de 26 baterías de plomo y ácido (o níquel metal hidruro) de 500 kilogramos y tenía un coeficiente aerodinámico de 0,19 Cx. A día de hoy las unidades que se han podido salvar se preservan con motivos educativos.

Pero, ¿por qué GM recurrió a una medida tan drástica? De base el coche no tuvo una comercialización "normal": se vendía en leasing por un precio de entre entre 399 y 459 dólares. Esto y la épcoca en la que nació el coche, lejos de marcas como Tesla, propiciaron que el coche no fuera demasiado rentable para GM. La normativa ZEV acabó de matar a este vehículo que, incluso a día de hoy, nos sigue dando sorpresas con sus apariciones.

Via | Gizmodo

Origen | The Drive