Que los coches con motor de combustión tienen los días contados es algo que sabe todo el mundo; pero no todos los fabricantes están preparados para esta revolución. Hay algunos que no ofrecen ningún tipo de coche eléctrico, de hidrógeno o ni siquiera híbrido; y que no tienen planes para ofrecerlos hasta dentro de muchos años. En algunos casos, esa es una decisión consciente (como con los fabricantes de deportivos), en otros, es simplemente porque llegan tarde.

Y es que desarrollar coches eléctricos no es tan fácil como conectar una batería. Algunos fabricantes llevan décadas invirtiendo en investigación y desarrollo de motores eléctricos y baterías; un trabajo que, a estas alturas, no todos pueden hacer. Por eso, el anuncio de Toyota de que liberará la tecnología en la que lleva 20 años trabajando es tan importante.

Toyota libera sus patentes para fabricar coches híbridos

La sorprendente decisión implica que casi 24.000 patentes relacionadas con coches eléctricos e híbridos estarán disponibles para otros fabricantes, sin necesidad de pagar ni dar nada a cambio.

En concreto, se trata de unas 2.600 patentes de motores eléctricos, 2.020 de unidades de control de potencia, 7.550 de sistemas de control, 1.320 de transejes, 2.200 de cargadores y 2.380 de celdas de combustible; se suman a las 5.680 patentes de celdas de combustible que ya fueron liberadas en el 2015. Cualquiera podrá solicitar acceso a estas patentes, libre de cargo, hasta el 2030; por lo tanto, cualquier fabricante que esté un poco retrasado en el desarrollo de sus propios motores híbridos o eléctricos tendrá la oportunidad de “echar un vistazo” a lo que ha hecho Toyota.

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Por supuesto, Toyota no hace esto por amor al arte. Su objetivo es que su tecnología se expanda por el sector, especialmente para el desarrollo de coches híbridos. Y es que Toyota es el fabricante que más apuesta por los híbridos, en vez de dar el salto directamente a los coches 100% eléctricos; una apuesta que ha provocado más de un encontronazo con el resto de la industria, incluyendo anuncios en los que ha criticado de manera indirecta a fabricantes como Tesla.

Además, el fabricante japonés ofrecerá soporte técnico, aunque en este caso, por un precio. Nos recuerda al esquema de negocio que tienen muchos desarrolladores de distros Linux para conseguir ingresos con un producto gratuito.

Toyota no es la única que ha compartido sus patentes de esta manera. Tesla dio un golpe de efecto similar en sus primeros años de existencia, aunque no está claro cómo aquella liberación de patentes ayudó a la industria.