Estas pruebas de choque con un carrito de golf de la Euro NCAP demuestran que probablemente son el sistema de transporte más inseguro.

Probablemente hayas escuchado “cinco estrellas, cuatro estrellas Euro NCAP”, pero no sabes muy bien a qué se refieren, aparte de que cuanto más estrellas, más seguro es aparentemente.

El Euro NCAP es un estándar de seguridad para vehículos que se van a vender en la Unión Europea, el principal de todos y el que siguen la Comisión Europea y todas las organizaciones del consumidor en la Unión Europea.

La importancia de las estrellas Euro NCAP

Por lo tanto, para un fabricante conseguir un buen resultado en estas pruebas es muy importante de cara a conseguir un buen resultado en ventas en el mercado europeo, por no decir que es casi imprescindible dependiendo del sector. No es casualidad que veamos tantos anuncios en los que el fabricante presume de las estrellas Euro NCAP que ha conseguido su coche.

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Estas pruebas son muy variadas, y tienen en cuenta no sólo la protección de los ocupantes sino también la seguridad de los peatones que podrían ser atropellados por el coche. Además, los coches se tienen que enfrentar a una variedad de choques, no sólo el frontal.

Sabiendo eso, ¿Cuántas estrellas podría conseguir un carrito de golf? Esos son probablemente los vehículos más simples que podemos conseguir, porque no están diseñados para circular por largas distancias, sólo tienen que servir para llevarnos hacia donde hemos golpeado la bola.

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Además, la velocidad a la que suelen ser conducidos es muy pequeña, y por eso podríamos pensar que son seguros. Normalmente estos vehículos no suelen circular por carreteras públicas y por lo tanto no necesitan permiso de conducción.

Sin embargo, como demuestra el Euro NCAP, todos esos son los ingredientes para un cóctel que nos puede provocar más de una jaqueca, incluso más.

Así fueron las pruebas de choque con un carrito de golf

Las pruebas fueron realizadas en un Club Car Villager, y consistieron en impactos frontales y laterales con muñecos “dummy” que recogen todo tipo de datos relacionados con las fuerzas G y lo que sufrirían los hipotéticos ocupantes del vehículo.

Los resultados son, en una palabra, malos. Muy malos, si me permites usar dos palabras.  “Serios riesgos de lesiones mortales”, si prefieres las cinco palabras del Euro NCAP.

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Para empezar, que la columna de dirección del vehículo acabe en el pecho y el volante en la cara del dummy nunca es una buena señal, aunque el cinturón de seguridad funcione perfectamente.

Pero al menos en el caso de un choque frontal tienes algo de protección. El resultado del choque lateral, que no cuenta con ningún tipo de protección, es tan brutal que no estoy seguro de si podemos mostrarlo sin un aviso. El dummy sufre el impacto directamente contra su cuerpo, y digamos que no podrá hacer más birdies.

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Pero, ¿realmente todo esto nos sirve de algo, aparte de por el morbo? Pues sí, porque la cantidad de accidentes con carritos de golf es mucho mayor de la que probablemente piensas. En 2006 se publicó un estudio que aseguraba que la popularización de estos vehículos provocó un aumento de los accidentes del 132% en los últimos 16 años.

Lo peor es que el 30% de las lesiones son sufridas por menores de 16 años, lo que parece indicar que muchos padres dejan a los niños que conduzcan mientras les acompañan, porque al fin y al cabo, “es sólo un carrito”. Además de los moratones, las fracturas son las lesiones más comunes en estos casos, con las laceraciones en tercera posición; viendo los resultados del test, no es de extrañar.

En honor a la verdad hay que decir que las pruebas se realizaron a 50 km/h, una velocidad que parece poco probable que alcancemos, pero incluso a 18 km/h los resultados de un vuelque pueden ser muy dañinos para los ocupantes, por ejemplo.

Así que la próxima vez que cojas un carrito de golf, recuerda conducir de manera responsable aunque no estés en carreteras públicas.