Las gráficas de nuestros ordenadores se pueden dividir en dos categorías: gráficas dedicadas, los modelos más potentes y dedicados al rendimiento, y gráficas dedicadas, modelos más modestos que dan mayor autonomía y menor coste.

Cada tipo tiene sus ventajas y sus desventajas, pero siempre ha existido la creencia de que las gráficas integradas no han servido para jugar nunca.

Es habitual encontrarnos gráficas integradas en los portátiles (menor consumo de energía, menor producción de calor, menor espacio entre componentes y disipación) y en los equipos de bajo coste (coste menor en comparación a una gráfica dedicada), y estas gráficas integradas salen perdiendo en rendimiento si las comparamos con las gráficas dedicadas. De ahí que muchos crean que no vale la pena jugar con gráficas integradas, ¿pero esta especie de mito tiene fundamento?

¿Qué gráficas integradas se comparan con las dedicadas?

Antes de nada, existen gráficas integradas que podemos comparar con gráficas dedicadas en el apartado del rendimiento. Tom’s Hardware mantiene una excelente lista de jerarquías con comparaciones entre modelos, y de ahí podemos extraer las siguientes equivalencias de gráficas dedicadas con gráficas integradas.

¿Cuál es el rendimiento de las gráficas integradas?

Hay que tener en cuenta que cada gráfica integrada acompaña a una generación de procesadores, y cada procesador tiene unas especificaciones. Sabiendo esto, y a partir de los datos de GPUs de Futuremark (creadores de 3DMark, una herramienta de benchmarking), podemos hacer las siguientes comparaciones con gráficas de portátiles actuales.

¿Qué juegos funcionan bien con gráficas integradas?

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Como podéis comprobar en la tabla superior, las gráficas de portátiles actuales dominan por completo a las gráficas integradas en las pruebas de rendimiento. Esto significa que sufriremos mucho si queremos jugar a juegos recientes. Las pruebas de rendimiento se encargan de exprimir a la tarjeta gráfica con los estándares actuales, con las exigencias de los juegos y programas actuales, por lo que nos quedamos con dos tipos de juegos a los que podemos jugar:

• Juegos exigentes lanzados en el pasado que, con la evolución de los componentes, ya no requieran componentes de gama alta.
• Juegos actuales con requisitos de rendimiento poco exigentes, que no requieran componentes de gama alta.
  • Como variante de esta sección nos encontramos juegos más exigentes, pero reducidos en el apartado técnico para funcionar bien (gráficos configurados para ser peores o bajar la resolución para ayudar a la gráfica, por ejemplo)

¿Qué títulos puedo jugar con un portátil?

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Si buscáis títulos concretos, en PC Gamer han utilizado un Dell XPS 13 (Intel Skylake, HD 520) para realizar unas cuentas pruebas de rendimiento, y han conseguido que juegos como Portal 2, League of Legends o Shogun 2 funcionen sin problemas, comprometiendo un poco la calidad. Un servidor, con un MacBook Pro Retina (Intel Haswell, Iris Pro) en pruebas menos empíricas, ha conseguido resultados algo más satisfactorios; Life is Strange, Civilization: Beyond Earth y Tomb Raider funcionan perfectamente, bajando algo los gráficos para mejorar el rendimiento.

Parecen malos resultados si los comparamos con las gráficas dedicadas en versión móvil, pero son resultados buenos si tenemos en cuenta que estamos hablando de portátiles con un dedo de grosor; introducir gráficas dedicadas aumentaría ese tamaño considerablemente, además de los problemas térmicos que pueda generar con el tiempo.

En conclusión, un portátil o un ordenador con gráfica integrada puede servir para jugar, siempre que no seamos muy exigentes con el rendimiento. Llegados a este punto, y entrando en los portátiles, cada usuario tendrá que valorar si necesita un equilibrio entre componentes, o si necesita potencia bruta en la gráfica.