La obra pirata de Mozart es uno de los mejores ejemplos de cómo es posible saltarse el control extremo.

Se ha hablado mucho de la piratería como un grave problema para la industria audiovisual, pero la verdad es que no es algo nuevo. No estoy hablando de las cintas de casete ni de los VHS, la piratería es tan vieja como los mismísimos clásicos.

Miserere mei, Deus (Ten piedad de mí, oh Dios), también conocida simplemente como Miserere, es una pieza compuesta por Gregorio Allegri durante el siglo XVII, basándose en el salmo 51 del Antiguo Testamento.

La obra pirata de Mozart que la iglesia no quería que escuchásemos

capilla sixtina

La iglesia católica fue especialmente celosa con esta obra. Miserere fue originalmente compuesta para actos relacionados con la Semana Santa, y sólo podía ser ejecutada en la Capilla Sixtina, con pena de excomunión para cualquiera que copiase y ejecutase la partitura en cualquier otro lugar. En cierta forma, podría decirse que esta amenaza fue uno de los primeros DRM (protección anticopia).

Era inevitable que el deseo entre nobles y reyes por conseguir una copia de la obra aumentase con estas restricciones; se sabe que existían algunas copias, pero no eran del todo fieles a la obra original porque no incluían los aspectos que no podían plasmarse en una partitura, como las improvisaciones.

mozart 1

Entonces Mozart llegó a Roma en 1770. Con apenas 14 años, su genio quedó patente cuando fue capaz de transcribir la obra de memoria, después de haberla escuchado una sola vez en los maitines del miércoles; al viernes siguiente volvió a escucharla para realizar correcciones menores, y así nació la copia perfecta del Miserere.

El logro fue el tema de conversación preferido durante meses, y pronto el nombre de Mozart llegó a los oídos del papado. Pero cuando Mozart fue llamado a la presencia del papa Clemente XIV, no fue para recibir la excomunión, sino alabanzas por su genio musical y la condecoración de la Orden de la Espuela de Oro. La copia de Mozard del Miserere pasó de mano en mano y dio la vuelta al mundo.

En la actualidad ya es posible ejecutar el Miserere en cualquier parte sin miedo a la excomunión, y Mozart está considerado como uno de los compositores más influyentes de la Historia.

Fuente | Wikipedia