Los coches autónomos forman parte del futuro que todos nos imaginamos. Google ya trabaja en el suyo y Nvidia no quiere perderse la fiesta aliándose con grandes fabricantes.

La conocida compañía más conocida por sus chips gráficos para ordenadores, consolas y dispositivos móviles quiere enseñar a los coches “a ver”, a reconocer el entorno.

Tal y como dice uno de los directores de operaciones, la gente no quiere un coche con un enorme aparato encima, quieren que su vehículo luzca como otro normal, sin tener nada que lo haga destacar sobre el resto y llame la atención.

Así, según informan desde el WSJ, Nvidia ha comenzado este mismo mes a colaborar con grandes fabricantes de automóviles proporcionándoles un kit de desarrollo con el que continuar la investigación hacia los coches autónomos y entre los nombres se encuentran marcas de renombre como Bentley, Aston Martin, Rolls Royce y hasta la tan de moda Tesla, que hace poco nos presentó sus baterías para el hogar.

rolls-nvidia

Coches que podrán reconocer el entorno y aprender en tiempo real

El kit incluye los componente para que los fabricantes comiencen a adaptar sus ordenadores de abordo y les permitan reconocer los elementos que rodean al coche en las carreteras.

Así, utilizando su tecnología gráfica el kit se compone de una parte que va incluida en el coche y que es la encargada de procesar todos los datos que le proporcionan los sensores y las 12 cámaras que rodean el vehículo para detectar todo el entorno en tiempo real, y por otra la zona del servidor que tiene el fabricante en sus instalaciones para pulir toda la información y someterla a nuevos test.

El procesador gráfico distingue elementos comunes, como podrían ser las piernas de un peatón o una curva, incluso aseguran que en unos años el sistema será capaz de diferenciar entre un taxi o un coche de Policía, pero no sólo eso, sino que tendrá la capacidad de aprender en tiempo real, por ejemplo reconociendo que un toro que puede cruzarse en el camino y saber que debe pararse.

Desde Nvidia tienen claro que el coche autónomo no puede salir a la aventura a enfrentarse con el mundo real. Los datos, el software y el hardware de reconocimiento deben estar pulidos y cuando mejor sea toda esa fórmula, más seguridad proporcionará a los compradores potenciales.