El airbag es uno de los mejores inventos ideados para mejorar la seguridad de nuestros coches, aunque irónicamente al mismo tiempo también suponen un peligro por si mismos. Este peligro proviene de la manera en la que funcionan: cuando el vehículo sufre un golpe frontal, un mecanismo activa unas cargas que hacen que una bolsa de aire “explote” delante de nuestra cara. Este proceso es tan bruto  porque estamos hablando de décimas o incluso milésimas de segundo muy importantes en los que tiene que aparecer delante nuestra algo mas mullido que un volante.

En lo que tarda un parpadeo

¿Y cuál es la mejor manera de darse cuenta de lo violento que es este proceso? Pues a cámara lenta, por supuesto. Aunque el primer experimento que aparece en el vídeo es espectacular, no es hasta el segundo experimento que vemos la fuerza con la que realmente golpea un aparato de estas características. Como aseguran en el vídeo, todo ocurre en menos de lo que tarda un parpadeo.