Sea real o sea para satanizar internet para asustar a los padres o a otros usuarios susceptibles, estudios de dudosa veracidad comunicaron el sorprendente y amarillista comunicado de que “el 37% de la Internet está compuesto por material pornográfico” como por ejemplo un comunicado publicado por la empresa Optenet en junio del 2010.

Fue tanto el revuelo y el eco formado por este “resultado” por parte de diferentes medios de comunicación y web que se implantó como un hecho real e inapelable así como asimilado por muchos, sin embargo, esto puede resultar falso, exagerado o sencillamente desfasado y eso es lo que se extrae de este artículo publicado por BBC News donde analizan esta frase como si de un caso de “Cazadores de mitos” se tratase.

En primer lugar, destaca el estudio realizado por Sintef, Centro de investigación de Escandinavia donde argumentan que el 90% de material y contenido relacionado con los humanos ha sido creado en estos últimos dos años gracias a la implantación y expansión de internet en todo el mundo así como el auge de su uso en dispositivos móviles facilitando la creación de este contenido tanto en texto como multimedia tales como imágenes o vídeos.

Ya solo este ejemplo hecha por tierra el mito de que el 37% del contenido alojado en internet (o en la Web) sea porno y es que, según la empresa Optenet, los datos tenidos en cuenta a la hora de la publicación del famoso “el 37% de la web es porno”  provenía de una “muestra representativa” tomada a partir de unas cuatro millones de direcciones web extraídas de su base de datos sobre internet. Curiosamente, ese mismo año se hizo el mayor estudio que se había realizado hasta entonces sobre el sexo en internet el cual ofreció unos datos completamente diferentes a los publicados por Optenet y es que el resultado fue que ese 37% era realmente un 4%. Es decir, un 33% menos que lo comunicado por Optenet.

Ahora bien, la justificación de esta diferencia sea la diferente manera de hacer dicha medición dado que no es lo mismo conocer el número de páginas web dedicadas a la pornografía y el número de visitas que estas puedan tener. Si también se tiene en cuenta el número de enlaces, clicks o tráfico desde sitios porno, estos datos son inflados simplemente por el hecho de la cantidad de generadores de clicks que existen en estros lugares sin contar con los popups publicitarios que pueden saltar en tan solo una única visita.

Hay que tener en cuenta que estos estudios son de hace 3 años y todos hemos sido testigos del cambio que ha ido sufriendo internet en estos últimos años. Es, como hemos comentado al principio, el intenso uso de teléfonos móviles, la “especialización” y “profesionalización” de las páginas porno las que han cerrado otros pequeños portales más “amateurs”; o bien estos simplemente han ido vinculando el contenido desde el lugar original haciendo que sea más que probable que el porcentaje de ambos resultados independientemente de cual sea el verídico o más exacto se hayan reducido.

Si además de tener en cuenta el número de páginas web dedicadas al porno o el número de visitas que éstas puedan recibir, tenemos en cuenta la cantidad de datos transferidos por diferentes visitas, un 37% sigue siendo una cifra extremadamente exagerada si lo comparamos con el número de datos publicados únicamente en portales como Instagram, YouTube o Facebook entre otros.

Muchos podrán ser los estudios o incluso las políticas que se puedan adoptar sobre internet y sobre el porno en el mismo pero hay muy pocos datos verídicos y contrastados sobre el verdadero uso, alojamiento o tráfico procedente de la industria pornográfica para tomar ciertas decisiones, mediciones o políticas.