En más de una ocasión podemos observar como dichos tales como “Una imagen vale más que mil palabras” o “Se come por los ojos” son frases tan corrientes como convencionales y más en el sentido del marketing, un campo en el que Apple domina a la perfección a la hora de mostrar, presentar y demostrar sus productos hasta el punto de que su coste pueda llegar a parecer hasta normal aunque su coste sea mayor que los productos de la competencia.

El miércoles The Verge entrevistó a Peter Belanger, el fotógrafo de los productos de Apple para conocer los detalles, secretos y la importancia de las fotografías de los productos de Apple.

La primera sorpresa es que el fotógrafo de productos de Apple no es un empleado de la compañía de Cupertino sino que Apple es uno de sus clientes como también lo son Adidas, Adobe, Cisco, Converse, eBay, Nike, Pixar, Sony o Square entre muchos otros.

Dentro de sus principales bases de trabajo con fotografías de productos de Apple destaca dos cosas ante todo, la primera es la búsqueda de la sencillez y la facilidad en los productos que fotografía y la segunda es el hacer fotos sin ningún tipo de fondo o decorado. Uno de los métodos para llevar a cabo ambas cosas es el juego con la luz como si toda la combinación de iluminaciones se trataran de capas ajustando todas y cada una de ellas hasta encontrar el resultado más optimo y adecuado para captar la imagen del producto.

Una de las diferencias del método de trabajo con Apple respecto a otros clientes es el equipo de marketing de Apple con una idea muy clara sobre las imágenes que se desean a través de Mock-ups, lista de fotografías posibles y bocetos sobre lo deseado. Además de ello, trabaja junto con directores de arte para poder traducir los bocetos facilitados por Apple en fotografías.

El primer paso es el estudio de la posición de los productos a fotografiar y, una vez lograda la posición más interesante se pasa a la fase de la iluminación. Belanger por ello destaca los materiales que utiliza Apple para la fabricación de sus productos y la importancia de poder reflejarlos y darles un protagonismo especial en las fotografías.

A pesar de ello e incluso tras las innumerables instantáneas que Belanger pueda tomar de un producto, reconoce que hay capas que tan solo se pueden añadir en post-producción a través de Photoshop. El nivel de detallismo de las fotografías debe ser perfecto, algo que es imposible con imágenes tomadas directamente con una cámara aunque a simple vista sea indetectable con el ojo humano y esto solo es posible haciendo uso del Photoshop con ampliaciones de hasta el 100% de la imagen tomada.

Las herramientas de Belanger son una Canon 5D Mark III con un objetivo de 24-70mm y como software suele utilizar “Aperture for Canon Raw”, Capture One for Phase One Raw conversion y, por supuesto, Adobe Photoshop. Además de otras herramientas de productividad como Dropbox y Evernote para facilitar su día a día y evitar papeleos en su trabajo así como acceder a ellos allí donde se encuentre y por último, Blinkbid para sus presupuestos y facturación.

Fuente: The Verge