Pacific Shield 25.

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Observatorio de la Defensa

Japón inicia las maniobras internacionales Pacific Shield 25 en plena tensión con China por Taiwán

Su objetivo es "prevenir la proliferación de armas de destrucción masiva, misiles balísticos y materiales relacionados" mediante entrenamientos.

Más información:El Gobierno publica el Plan Estratégico contra la proliferación de las armas de destrucción masiva

Y.R. - Agencias
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Las claves

Japón ha iniciado las maniobras marítimas internacionales Pacific Shield 25, enfocadas en frenar la proliferación de armas de destrucción masiva, en un contexto de tensión con China por Taiwán.

En los ejercicios, que se realizan bajo la Iniciativa de Seguridad contra la Proliferación, participan Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, Corea del Sur y Singapur.

El inicio de las maniobras coincide con un incidente diplomático: China expulsó un barco pesquero japonés cerca de las islas Diaoyu/Senkaku, zona disputada por ambos países.

China ha reforzado su presencia y autoridad en la zona, incrementando las tensiones territoriales con Japón, especialmente tras declaraciones japonesas sobre una posible intervención en Taiwán.

Japón puso en marcha este martes las maniobras marítimas internacionales Pacific Shield 25, unos ejercicios centrados en frenar la proliferación de armas de destrucción masiva que se desarrollan en un momento de fuerte tensión diplomática con China por la situación en Taiwán.

Los ejercicios, que se extenderán hasta el jueves en aguas al este de la península de Boso, forman parte de la Iniciativa de Seguridad contra la Proliferación (PSI) y según el Ministerio de Exteriores japonés, su objetivo es "prevenir la proliferación de armas de destrucción masiva, misiles balísticos y materiales relacionados" mediante entrenamientos en el mar, actividades en puerto y sesiones formativas.

El Gobierno nipón subraya que la PSI busca reforzar la cooperación internacional a través del intercambio de información y el aumento de capacidades. Tras las maniobras, este viernes habrá una reunión del Grupo de Expertos Operativos de la iniciativa.

Además de las Fuerzas de Autodefensa japonesas, participarán Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, Corea del Sur y Singapur. Exteriores destaca que los ejercicios “no se dirigen contra Estados o actores no estatales específicos”, pero reconoce que se celebran en un clima geopolítico especialmente delicado.

El ministerio califica la actividad como “una muestra de la firme determinación de la comunidad internacional para prevenir la proliferación de armas de destrucción masiva”.

Unas maniobras marcadas por la tensión con China

El inicio del ejercicio coincide con un nuevo roce diplomático con Pekín. La Guardia Costera china afirmó haber expulsado a un barco pesquero japonés, el Zuiho-maru, que supuestamente había entrado “ilegalmente” en aguas próximas a las islas Diaoyu —Senkaku para Japón—, un pequeño archipiélago administrado por Tokio pero reclamado por China y Taipéi.

Según el portavoz Liu Dejun, los guardacostas chinos “adoptaron las medidas de control necesarias conforme a la ley” y reiteraron que las islas son “territorio inherente de China”.

Liu instó a Japón a “detener de inmediato todas las actividades de infracción y provocación” en la zona y aseguró que Pekín seguirá realizando “operaciones de aplicación de la ley para la defensa de derechos”.

El incidente llega después de que la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, afirmara en el Parlamento que un ataque chino a Taiwán podría justificar la intervención de las Fuerzas de Autodefensa, unas palabras que Pekín respondió con críticas, advertencias diplomáticas y medidas de coerción económica.

China ha reforzado en los últimos años las capacidades de su Guardia Costera, otorgándole mayor autoridad para detener barcos extranjeros y ampliando su flota y apoyo logístico, en un contexto de crecientes tensiones territoriales con aliados de Estados Unidos como Japón o Filipinas.

Las disputadas islas Diaoyu/Senkaku, un pequeño archipiélago de unos siete kilómetros cuadrados situado a unos 150 kilómetros de Taiwán, fueron incorporadas por Japón en 1895 y su contencioso volvió a intensificarse tras la nacionalización por Tokio de tres de ellas en 2012.

Además de su importancia geoestratégica, se considera que las aguas circundantes podrían contener yacimientos de gas y petróleo.