Tropas de la misión de la ONU en el Líbano (Finul)

Tropas de la misión de la ONU en el Líbano (Finul) Europa Press

Observatorio de la Defensa

La ONU advierte que su "crisis de liquidez" es un desafío para mantener sus misiones de paz, los "cascos azules"

Las operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas ayudan a los países desgarrados por conflictos a crear las condiciones para una paz duradera.

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Y.R. - Agencias
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Las claves

La ONU enfrenta una crisis de liquidez que amenaza su capacidad para mantener las misiones de paz de los "cascos azules".

El presupuesto de la ONU para operaciones de paz ha disminuido, y los recortes podrían alcanzar el 25% debido a la falta de contribuciones de los Estados miembros.

António Guterres propone un Nuevo Pacto Humanitario para abordar los problemas financieros y reforzar la acción multilateral de la ONU.

Las misiones de paz de la ONU son esenciales para evitar conflictos y proteger a civiles, pero requieren adaptarse a nuevas realidades y desafíos.

El sistema de Naciones Unidas lleva años denunciando que los fondos que recibe no bastan para sufragar toda su labor, desarrollada a través de una amalgama de organizaciones y agencias y que, en una de sus derivadas sobre el terreno, incluye el mantenimiento de la paz. Los 'cascos azules' no son ajenos a la carestía y ya tienen en su horizonte recortes que rondan el 25 por ciento.

“Nos enfrentamos a un serio desafío marcado por una crisis de liquidez. Como es sabido, las operaciones de mantenimiento de la paz se sostienen mediante aportes obligatorios de los Estados miembros; sin embargo, cada vez son menos los países que cumplen con sus pagos en su totalidad y a tiempo”, advirtió recientemente el secretario general adjunto de las Naciones Unidas para Operaciones de Paz, Jean-Pierre Lacroix, durante la III Conferencia Ministerial de América Latina y el Caribe sobre Operaciones de Mantenimiento de la Paz.

La ONU mantiene actualmente once operaciones de paz desplegadas en tres continentes, con el objetivo de ayudar a los países devastados por conflictos a sentar las bases de una paz duradera.

El éxito de estas misiones nunca está asegurado, pues operan, casi por definición, en los entornos más complejos tanto en el plano político como en el físico. A esta dificultad se suma la creciente reticencia de los Estados a aportar fondos y tropas para su sostenimiento.

Pese a ello, las Naciones Unidas continúan siendo el principal referente internacional en materia de mantenimiento de la paz, un papel que vuelve a cobrar relevancia ante los debates en curso sobre un posible contingente internacional para la Franja de Gaza, donde nuestro país participa activamente en la misión UNIFIL.

Además, la ONU también participa en misiones como la del Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO), la de Observación de la Separación (FNUOS) o la del Grupo de Observadores Militares de las Naciones Unidas en la India y el Pakistán (UNMOGIP), entre otras.

La Asamblea General de la ONU aprobó en julio un presupuesto anual de 5.380 millones de dólares (unos 4.600 millones de euros) para estos contingentes, un leve descenso con respecto a los 5.600 millones de dólares del ejercicio previo.

Estas cuentas, sin embargo, no son más que un esqueleto a cubrir con las contribuciones que entreguen los Estados, teóricamente obligados a asumir el reparto que establece la organización y que tiene en cuenta, por ejemplo, la riqueza de cada país.

De hecho, de los 5.600 millones de dólares reclamados en el anterior presupuesto, no se han cubierto en torno a 2.000 millones, más del 35 por ciento.

"No tenemos más remedio que poner en práctica planes para prevenir el colapso financiero de nuestras organizaciones", admitió Lacroix. "Lo lamentamos profundamente", pero "no queda otra opción", explicó.

Las misiones están ya obligadas a reducir sus gastos anuales en un 15 por ciento, pero al tener que hacerlo en sólo nueve meses, y teniendo en cuenta los costes derivados de la repatriación de 'cascos azules' y equipos, la propia ONU estima que el esfuerzo real de ahorro ascenderá al 25 por ciento.

RETOS DE FUTURO

Naciones Unidas alega que invertir en estas fuerzas no sólo es justo sino también inteligente, en la medida en que contribuye a evitar el resurgimiento de conflictos y protege a la población civil. Sostiene, además, que el presupuesto que movilizan apenas alcanza el 0,5 por ciento del gasto militar a nivel global.

Desde que echaron a andar estas operaciones en el año 1948, más de dos millones de personas han pasado por sus filas, de las cuales más de 4.400 han perdido la vida --42 de ellos con nacionalidad española--. A futuro, Lacroix ha advertido de que la ONU deberá seguir adaptándose a las nuevas realidades y ha admitido "desafíos".

Estos retos "son reales", pero también la "capacidad" para hacerles frente, según el secretario adjunto, siempre y cuando "permanezcamos unidos en el objetivo, seamos prácticos en las acciones y mantengamos un compromiso inquebrantable con la paz".

Nuevo Pacto Humanitario

El pasado miércoles 15 de octubre, el secretario general de la ONU, António Guterres, propuso un Nuevo Pacto Humanitario que haga frente a los problemas de financiación que atraviesa el organismo y con el fin de ayudar a "los millones de personas cuyas vidas dependen de nosotros en momentos de crisis".

"La acción humanitaria está al borde del colapso", dijo al hablar en la Asamblea General sobre la iniciativa ONU80, plan de reforma integral de la ONU que presentó el año pasado.

Guterres señaló que ha llegado el momento de un cambio "audaz y sistémico" para dar una respuesta "más rápida, a menor costo y con mayor fiabilidad".

"Con este objetivo, hemos establecido un Nuevo Pacto Humanitario entre las agencias humanitarias de la ONU: Un plan de seis puntos para brindar una mejor respuesta, restablecer la confianza en la acción multilateral y maximizar el impacto de cada dólar", afirmó.