Fotografía de archivo de un radar transhorizonte (OTHR, en inglés), un sistema avanzado de detección de misiles como el que busca instalar Canadá en el Ártico.

Fotografía de archivo de un radar transhorizonte (OTHR, en inglés), un sistema avanzado de detección de misiles como el que busca instalar Canadá en el Ártico. EFE

Observatorio de la Defensa

Canadá justifica la instalación de un radar avanzado en el Ártico ante las nuevas amenazas de "estados malignos"

La iniciativa responde a la necesidad de superar la obsolescencia de las capacidades convencionales de disuasión aérea.

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Y.R. - Agencias
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El ministro de Defensa de Canadá, David McGuinty, presentó el nuevo sistema de detección temprana como parte de un acuerdo bilateral bajo la órbita de NORAD, por la amenaza que representa el nuevo armamento de "estados malignos".

El gobierno de Canadá ha decidido modernizar su sistema de defensa mediante la instalación de un avanzado radar transhorizonte en el Ártico, impulsado por el avance en armamento sofisticado a nivel internacional.

La iniciativa responde a la necesidad de superar la obsolescencia de las capacidades convencionales de disuasión aérea.

Durante un foro en Toronto, McGuinty presentó el proyecto OTHR (Over-the-Horizon Radar), desarrollado junto a Estados Unidos, que permitirá detectar lanzamientos de misiles y vehículos hipersónicos a distancias de miles de kilómetros.

Canadá desarrolla el Sistema de Vigilancia de los Accesos del Norte (Northern Approaches Surveillance Network), mientras que su socio estadounidense construye el radar transhorizonte polar (Polar OTHR). Ambos proyectos se integran dentro del Mando Norteamericano de Defensa Aeroespacial (NORAD).

La incorporación de estas tecnologías responde a las limitaciones del actual Sistema Septentrional de Alerta (NWS, North Warning System), una red de 47 radares instalada en la década de 1980.

El NWS ha quedado obsoleto frente al avance de los misiles de crucero de largo alcance y las armas hipersónicas, ya que su capacidad de rastreo se limita a un radio máximo de 500 kilómetros, insuficiente para enfrentar las amenazas actuales.

El primer ministro canadiense, Mark Carney y el presidente estadounidense, Donald Trump,  en la Casa Blanca.

El primer ministro canadiense, Mark Carney y el presidente estadounidense, Donald Trump, en la Casa Blanca. SHAWN THEW EFE

McGuinty destacó que la nueva red proporcionará a Canadá la posibilidad de “detectar amenazas procedentes de prácticamente cualquier lugar del mundo”.

Además, advirtió que el país contaría con apenas tres o cuatro minutos para responder ante las capacidades ofensivas de ciertos países, incluso adversarios, por lo que se ha priorizado anticipar cualquier ataque.

El sistema OTHR opera mediante ondas de alta frecuencia que rebotan en la ionosfera y permite la detección de objetos fuera del alcance visual directo.

El anuncio del nuevo sistema de rastreo para el norte de Canadá coincidió con la reunión formal que mantuvieron ayer el presidente estadounidense, Donald Trump, y el primer ministro canadiense, Mark Carney.

Las discusiones recientes, marcadas por medidas arancelarias estadounidenses y la caída del PIB doméstico, presionaron al Ejecutivo para fortalecer su capacidad operativa y revisar su estrategia de cooperación regional.

En una reunión en la Casa Blanca, Trump defendió su política comercial y planteó la posibilidad de modificar el marco general de la integración norteamericana, al tiempo que elogió el trabajo conjunto en materia de seguridad y frontera.

En un ambiente distendido, Trump no pudo evitar volver a señalar entre risas su interés en anexar Canadá como el estado número 51 de Estados Unidos, algo que ha causado serias tensiones en las relaciones bilaterales.

Aunque esta vez, Trump en vez de hablar de anexión dijo "fusión" entre los dos países, algo a lo que en esta ocasión, Carney se limitó a reír y a cambiar de tema, a diferencia de lo ocurrido en su último encuentro de mayo pasado, cuando el primer ministro le respondió que Canadá "nunca" será parte de Estados Unidos.