Gregor Sowa de PGZ, izquierda, y Alfonso Valea, de Navantia, derecha, durante la firma
Navantia firma una carta de intenciones con la compañía estatal polaca PGZ para el contrato de submarinos ORKA
Las compañías pretenden explorar oportunidades en el sector de la defensa naval polaco, con el programa de submarinos ORKA de telón de fondo.
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La compañía PGZ y Navantia han firmado una carta de intenciones para establecer una cooperación en el campo del soporte durante toda la vida útil del nuevo programa de submarinos ORKA, por el que Polonia busca adquirir nuevos buques de este tipo.
Además, en un comunicado conjunto, ambas compañías han señalado que esta colaboración también se extendería a otras áreas relacionadas con "la producción en el sector marítimo y posibles proyectos de investigación y desarrollo".
La carta de intenciones ha sido firmada durante la Feria Internacional Marítima y Militar BALTEXPO por Gregor Sowa, subdirector del departamento de desarrollo de Polska Grupa Zbrojeniowa (PGZ), y Alfonso Valea González, director comercial para Europa de Navantia, en representación de Gonzalo Mateo-Guerrero Alcázar, COO de la compañía española.
El objetivo, según el comunicado, es "establecer un marco para explorar conjuntamente oportunidades en el sector de defensa naval en Polonia", aseguran.
"En particular, en relación con el programa de adquisición de submarinos ORKA, pero también en cualquier otra posible oportunidad de cooperación en el ámbito de la defensa naval".
La carta de intenciones incluye igualmente "la evaluación de la participación de las instalaciones del grupo PGZ como socio industrial para los proyectos contemplados anteriormente".
"Navantia está dispuesta a explorar nuevas oportunidades ya que Polska Grupa Zbrojeniowa es la compañía industrial polaca más importante relacionada con los programas nacionales de modernización de sus Fuerzas Armadas".
Proyecto ORKA
Este movimiento industrial clave de Navantia no es el primero de su tipo que una compañía firma con PGZ. La empresa italiana Fincantieri, que ha ofrecido a Polonia su submarino U212 NFS, selló el pasado septiembre un acuerdo con la estatal PGZ para contribuir a la modernización de la fuerza naval del país.
De esta manera, Fincantieri y PGZ explorarán oportunidades conjuntas en el diseño, la construcción y el soporte técnico a lo largo de la vida útil de plataformas navales avanzadas, incluyendo submarinos, según ha detallado la firma transalpina.
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Por su parte, Suecia está interesada en que Varsovia se convierta en el primer cliente internacional de su sumergible A26. Por esta razón, la compañía Saab ha firmado también con PGZ un memorando de entendimiento (MoU) para la cooperación en diversos proyectos, tanto en los ámbitos aéreo, terrestre y, por supuesto, naval.
Otra táctica que emplean las compañías es concretar alianzas en otros proyectos, que les permita ganar más peso ante otra futura licitación.
Justamente, esto es lo que ha hecho la surcoreana Hanwha, que junto con el grupo local WB ha anunciado en MSPO la construcción de una fábrica de cohetes CGR-080 de 239 mm cuya producción servirá para suministrar munición tanto al Ejército polaco como a otros usuarios del lanzador Chunmoo.
Polonia ya es un buen cliente de la industria militar surcoreana, a la que le ha adquirido aviones de entrenamiento avanzado FA-50, carros de combate K-2 y obuses autopropulsados K-9. Así, Seúl quiere que Varsovia complete la tríada y seleccione al KSS-III como su nuevo submarino.