Álvaro Sánchez, CEO de Integrasys
Álvaro Sánchez (Integrasys) sobre Starlink: “No es bueno que un único operador pueda desconectar un país”
El CEO identifica las principales "lagunas significativas" que tiene la Estrategia de Seguridad Aeroespacial Nacional 2025 publicada recientemente.
Más información: Las telecos quieren frenar el Starlink de Musk: rechazan ceder espectro y piden controlar la comunicación satélite-móvil
Álvaro Sánchez García de Viedma, consejero delegado de Integrasys desde 2018 y referente internacional en el sector satelital y de defensa, advierte de "lagunas significativas" en la Estrategia de Seguridad Aeroespacial Nacional 2025, publicada este agosto en el BOE. El plan busca blindar a España frente a amenazas como el auge de drones y los nuevos retos tecnológicos en el espacio.
El nuevo plan se percibe como un avance al ofrecer un marco actualizado para orientar inversiones y proyectos, pero las críticas apuntan a que resulta insuficiente, ha asegurado en un encuentro informativo.
"Una estrategia sin recursos ni plazos definidos corre el riesgo de quedarse en una ‘declaración de intenciones’", advirtió Sánchez García de Viedma, quien recordó que muchos programas en defensa y espacio se diseñan con horizontes de hasta 20 años.
Un desfase que choca con la naturaleza cambiante de las amenazas actuales. "La tecnología evoluciona más rápido de lo que la estrategia permite, y eso puede dejar a España en desventaja frente a otros países".
Asimismo, lamentó que algunos aspectos críticos, como la protección ante amenazas en órbita, la resiliencia de las comunicaciones o la autonomía industrial, no se desarrollen lo suficiente. En su opinión, la estrategia debería combinar grandes proyectos estratégicos con iniciativas más tácticas y ágiles que ofrezcan resultados a corto y medio plazo.
Solo así, aseguró, "España podrá reforzar su soberanía tecnológica sin quedar rezagada en un entorno internacional altamente competitivo".
En este sentido, advirtió sobre el riesgo que supone la falta de control en constelaciones privadas como Starlink, la compañía del magnate Elon Musk: "No es bueno que un único operador tenga la capacidad de apagar las comunicaciones de un país”, y pidió una “regulación mucho más estricta” para evitar situaciones de monopolio que amenacen a empresas estratégicas nacionales.
“Starlink no es solo un proveedor de internet; es una red global con capacidad de condicionar las comunicaciones enteras de un país”, señaló.
Sánchez García de Viedma explicó que, en un escenario extremo, la compañía podría suspender el servicio de manera unilateral, algo que pondría en jaque la soberanía y la seguridad nacional.
Para él, el riesgo no es solo tecnológico, sino también geopolítico, ya que otorga a un actor privado "un poder que ni siquiera tienen muchos gobiernos".
También cuestionó que licencias como las de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) se otorguen “basadas en declaraciones de buena fe, pero nadie supervisa si de verdad se respetan”. Defendió que Europa adopte sistemas de control activo, como en Corea del Sur, y advirtió que sin ellos la industria europea podría “quedar a merced de intereses privados externos”.
Relevancia del sector espacial
El CEO de Integrasys defendió la creciente relevancia del sector espacial, no solo en el ámbito aeroespacial tradicional, sino también en su aplicación práctica frente a emergencias. “La industria espacial puede ser utilizada para los desastres naturales, como las erupciones volcánicas o episodios como la DANA”, explicó.
Y aquí destacó la importancia de los programas europeos como Copernicus y IRIS², financiado con "7.000 millones de euros", así como del GobSat, al considerar que apuntalan la soberanía tecnológica.
Señaló además que "el espacio se ha convertido en un nuevo dominio estratégico", donde deben abordarse tanto amenazas físicas —como los satélites antisatélite o la colisión de objetos orbitales— como cibernéticas, de espionaje y de interferencia por radiofrecuencia.
Álvaro Sánchez, CEO de Integrasys.
El directivo destacó la urgencia de reforzar las capacidades de observación y revisita de los satélites españoles (PAZ y el futuro PAZ 2), al señalar que "una imagen cada dos días no es suficiente" para responder a las necesidades del Ministerio de Defensa. En esa línea, defendió la integración de distintos sensores como vía para ampliar el alcance de la inteligencia espacial.
Asimismo, apuntó a los desafíos de la defensa espacial en un entorno cada vez más competitivo. "Hoy existen tres grandes amenazas: la física, la de radiofrecuencia y el espionaje. Hay que entender si alguien se sitúa al lado de un satélite español y escucha todas las comunicaciones".
Talento e inversión
Advirtió que el gran desafío del sector de defensa y espacial en España es el talento. "Necesitamos talento y, sobre todo, retenerlo", apuntó, recordando que la inflación en componentes y salarios complica ese objetivo: "¿Cómo pagas todo más si sigues ganando lo mismo?".
También reclamó reducir la dependencia exterior. "Cuando se lanza un satélite en España, debería desarrollarse con producto español. Si seguimos integrando producto de fuera, nuestras capacidades no crecen".
Recordó que la maduración tecnológica en defensa requiere más tiempo e inversión que en el sector comercial. “Una tecnología comercial no necesita funcionar mil por mil veces, pero en defensa sí. Si falla, alguien muere”, advirtió. Por ello, reclamó más inversión, agilidad y programas asumibles, en lugar de depender exclusivamente de grandes proyectos de 15 o 20 años que “cuando terminen pueden estar obsoletos”.
Sobre el impacto de la guerra en Ucrania, Sánchez destacó que "las soluciones duran meses, hasta que aparecen contramedidas", lo que obliga a una innovación constante. Reclamó que Europa y España adopten un enfoque más flexible: "Hay que estar más abiertos al riesgo y a introducir nuevos requisitos de forma más ágil frente a las demandas emergentes".
Autonomía estratégica
En materia de competencia internacional, apuntó que Europa se enfrenta a un escenario complicado: grandes compras de material estadounidense y el riesgo de dejar "a la industria europea temblando" si no se consolidan programas propios.
Pese a la incertidumbre, defendió las oportunidades que abre el embargo a Israel: "Para nosotros es fantástico, nos beneficia porque tenemos menos competencia. De hecho, desarrollamos 30 productos en España con cero tecnología israelí".
Finalmente, subrayó que España y Europa deben reforzar su autonomía estratégica. "Europa tiene que llevar el liderazgo dentro de la OTAN porque, si no, nadie lo hará".
Y añadió: "Estados Unidos seguirá siendo el mayor contribuyente, pero parece claro que su foco se desplazará hacia la defensa indo-pacífica. Europa tendrá que asumir más responsabilidades".