Sistemas de defensa aérea NASAMS Archivo
Dinamarca se blinda ante futuros ataques aéreos: invertirá 7.769 millones en 8 sistemas de defensa fabricados en Europa
Se trata de la mayor adquisición de armamento en la historia de Dinamarca, una operación que marca un punto de inflexión en su política de defensa
Más información: El gasto en defensa en Europa alcanzará en 2025 los 381.000 millones de euros hasta situarse en el 2,1% del PIB
En plena escalada de tensión en el flanco oriental de Europa y apenas días después de que varios drones rusos violaran el espacio aéreo de Polonia —un incidente que llevó a Varsovia a activar el nivel máximo de alerta militar—, Copenhague ha dado un paso de calado estratégico. El Gobierno danés anuncia una inversión récord de 58.000 millones de coronas (unos 7.769 millones de euros) para la adquisición de ocho modernos sistemas de defensa aérea europeos.
Se trata de la mayor adquisición de armamento en la historia de Dinamarca, una operación que marca un punto de inflexión en su política de defensa, y opta por una combinación de sistemas de defensa antiaérea de diferentes alcances con el objetivo de reforzar su seguridad frente a amenazas crecientes.
Para la defensa de largo alcance, las autoridades danesas han elegido el sistema SAMP, desarrollado conjuntamente por Francia e Italia, capaz de interceptar misiles balísticos y aviones enemigos a gran distancia.
En el ámbito de alcance medio, el arsenal se diversificará con tres tecnologías complementarias: el NASAMS noruego, ampliamente utilizado por varios países de la OTAN; el sistema alemán IRIS-T, considerado uno de los más avanzados de su categoría; y el MICA francés, reconocido por su versatilidad y capacidad de integración con otros sistemas aliados.
Con esta adquisición, Copenhague busca no solo modernizar sus capacidades militares, sino también fortalecer la interoperabilidad con sus socios de la OTAN y enviar un mensaje político claro sobre su compromiso con la defensa colectiva en un contexto marcado por la guerra en Ucrania y el deterioro de la seguridad en Europa.
Dinamarca volverá a contar con sistemas de defensa aérea por primera vez desde 2004, marcando un hito en su capacidad militar tras más de dos décadas sin este tipo de estructuras defensivas.
Según ha indicado el Ministerio de Defensa, uno de los sistemas adquiridos estará operativo antes de que finalice el año, lo que supone un refuerzo inmediato ante un entorno geopolítico cada vez más complejo en Europa y sus alrededores.
"Salto exponencial"
El ministro danés de Defensa, Troels Lund Poulsen, destacó en rueda de prensa que la actual coyuntura internacional obliga a dar pasos firmes y decididos en materia de seguridad nacional. "No hay ninguna duda de que la situación de seguridad es un reto", afirmó, subrayando que la adquisición representa un "salto exponencial" en la capacidad de Dinamarca para garantizar su propia defensa y la de su población.
Este avance se enmarca en un esfuerzo más amplio por modernizar sus Fuerzas Armadas y cumplir los compromisos adquiridos en el seno de la OTAN.
Por su parte, el jefe del Estado Mayor, el general Michael Hyldgaard, insistió en la urgencia y relevancia de esta decisión, recordando que la compra —que finalmente ha duplicado las previsiones iniciales del Gobierno— responde a necesidades inmediatas.
Hyldgaard, calificó la medida de "necesaria" y remarcó que contar con una defensa aérea en tierra es "esencial" no solo para proteger al personal militar, sino también a la población civil y a la infraestructura crítica del país, como centrales eléctricas, instalaciones de telecomunicaciones y centros industriales estratégicos.
La puesta en marcha de estos sistemas coloca a Dinamarca en mejor posición para hacer frente a posibles amenazas desde el aire, incluida la reciente preocupación por misiles balísticos, drones y ataques híbridos.
Además, supone un paso hacia la integración de sus capacidades con las de otros países aliados en Europa del Norte, reforzando la cooperación militar regional y el compromiso con la defensa colectiva.
Supera el 3% en gasto militar
El informe de la OTAN publicado el 28 de agosto estimaba que Dinamarca destina actualmente un 3,22% de su PIB al gasto en defensa, situándose entre los países con mayor esfuerzo militar dentro de la Alianza Atlántica. Esta cifra representa un notable incremento en comparación con años anteriores y refleja la prioridad que Dinamarca ha dado a sus capacidades de defensa en el contexto internacional actual.
Junto a Dinamarca, otros países también han elevado significativamente su inversión en defensa: Polonia lidera el ranking con un 4,48% dedicado al sector militar, seguido por Lituania con un 4,00%, Letonia con un 3,73%, Estonia con un 3,38% y Noruega con un 3,35%.
Estados Unidos también iguala el porcentaje danés con un 3,22% del PIB destinado a defensa.
En contraste, naciones como España, Portugal, Alemania, República Checa, Bélgica y Luxemburgo apenas alcanzan el compromiso mínimo del 2% del PIB exigido por la OTAN, mientras que países como Grecia y Finlandia se sitúan ligeramente por encima, con un 2,85% y un 2,77% respectivamente.
Esta diversidad de cifras evidencia el diferente grado de implicación de los Estados miembros, condicionada tanto por la proximidad geográfica a zonas de conflicto como por el contexto político y las prioridades nacionales en materia de seguridad.
19.200 millones de euros
A finales de mayo, el Gobierno danés presentó un ambicioso plan que redefine por completo su política de seguridad y defensa para la próxima década. La iniciativa contempla una inversión de 143.000 millones de coronas (unos 19.200 millones de euros) adicionales, un esfuerzo financiero sin precedentes para un país de su tamaño y que refleja la magnitud de las actuales amenazas en Europa.
El plan no se limita al fortalecimiento de las capacidades propias del ejército danés: también incluye un compromiso sustancial con Ucrania. Copenhague destinará 21.900 millones de coronas (alrededor de 2.940 millones de euros) a un fondo específico de ayuda militar, destinado a garantizar el suministro constante de armamento, munición y entrenamiento para las fuerzas ucranianas en su lucha contra la invasión rusa.
Paralelamente, Dinamarca ha llevado a cabo una de las reformas más profundas de su servicio militar en décadas, introduciendo, por primera vez, la obligatoriedad para las mujeres. Un paso que rompe con una tradición histórica y que responde tanto a la necesidad de incrementar el número de reclutas como a la voluntad de avanzar hacia una mayor igualdad en las Fuerzas Armadas.
Además, la duración del servicio ha sido ampliada de 4 a 11 meses, una medida que permitirá formar soldados con mayor preparación, capaces de manejar con solvencia los sistemas avanzados que se incorporarán en los próximos años, como los recién adquiridos sistemas de defensa aérea.