UGV Anfibio de SAS Corp
La Armada adquirirá un dron anfibio por 1,6 millones de euros: compatible con armas y funciones autónomas
El vehículo mejor posicionado es el Valkyrie, desarrollado por la compañía leonesa SAS Corp, que también trabaja en un combustible sintético.
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La Armada española acaba de publicar el contrato para el suministro de un vehículo de combate anfibio no tripulado por 1,6 millones de euros. Se trata de uno de los programas más importantes en materia de drones en los que trabaja la rama naval de las Fuerzas Armadas para equipar a su Infantería de Marina.
Según el pliego de prescripciones técnicas, el mencionado vehículo debe tener, al menos 6 ruedas y poder ser tripulado de forma remota. Dentro de este último aspecto, señalan que debe contar con algunas funciones autónomas.
Además, podrá ser desplegable desde un buque de guerra, no portará personal y tendrá, entre sus características principales, "movilidad todoterreno y todo tiempo" y por último, "capacidad de navegación en aguas abiertas".
Salvo sorpresa de última hora, el principal candidato para llevarse el contrato de la Armada es el vehículo Valkyrie de la compañía leonesa SAS Corp, que será el pionero en este tipo de plataformas navales-terrestres en España y servirá como banco de pruebas para un potencial pedido mayor en el futuro.
De hecho, en la pasada edición de la feria de defensa Feindef celebrada en Madrid en mayo, se pudo ver un ejemplar del vehículo en el stand de la fuerza naval española.
Recreación en 3D del Valkyrie con torreta de armas
Fuentes de la Armada han indicado a EL ESPAÑOL que las características de navegación, carga útil y alta movilidad táctica del Valkyrie serán muy útiles para "realizar tareas de riesgo en los primeros momentos de un asalto anfibio".
Por otro lado, según el pliego publicado, la operativa típica anfibia consistirá en un lanzamiento desde un buque anfibio, una fase de navegación hasta la costa de 20 kilómetros como máximo, llegada a la playa y posterior apertura de brecha mediante la remoción de obstáculos ligeros.
El vehículo tendrá una pala-deflector que servirá como herramienta multifunción para retirar obstáculos en el uso terrestre del vehículo y que, al mismo tiempo, realice la función de rompeolas durante la navegación.
La Armada también indica que el vehículo debe proporcionar protección mediante su estación de arma remota, un elemento que se integrará "en futuros desarrollos".
Además de la mencionada estación de armas, dentro de esta última característica, el vehículo elegido será compatible con lanzaderas de munición merodeadora —loitering, en inglés—, lanzadores de misiles contra carro, sistemas de desminado, lanzadera explosiva, observación avanzada, sistemas de guerra electrónica y unidades de relé de comunicaciones.
Otro punto importante recogido en la documentación es todo lo relacionado con la conciencia situacional. El vehículo incorporará varias cámaras que permitan tanto la visión diurna como la nocturna y que cubran los 360º alrededor de la plataforma.
Este conjunto de sensores servirá para llevar a cabo la navegación y el control del próximo dron anfibio para la Infantería de Marina. De esta forma, contará también con un sistema de posicionamiento global y otro de navegación inercial que "garantice el funcionamiento en caso de pérdida de las comunicaciones".
El reconocimiento del terreno se realizará mediante sensores LIDAR y el sistema permitirá tanto una operación completa en modo manual como ciertas funciones autónomas.
Valkyrie expuesto en Feindef
Entre estas últimas se encuentra la navegación por punto a punto siguiendo un camino predefinido y evitando obstáculos. También contará con la función follow me que permitirá, de forma autónoma, seguir a otros vehículos predefinidos.
El Valkyrie leonés
El desarrollo del Valkyrie "comenzó entre finales de 2020 e inicios de 2021", según contó hace unas semanas Javier de Juan, encargado de la dirección técnica del vehículo en SAS Corp, a EL ESPAÑOL.
El programa Valkyrie nace identificando una necesidad en el nicho de "UGV con buenas capacidades todoterreno, con una carga de pago por encima de la tonelada y que estén planteados de manera seria", apuntó Javier de Juan.
"Todo lo que había hasta entonces eran drones civiles modificados o vehículos militares al uso que se han robotizado", pero nada hecho ad hoc, desde la base, pensando en un UGV de estas características tan particulares para las Fuerzas Armadas.
Otro de los puntos esenciales que sirvió de base para SAS Corp fue la capacidad todoterreno. Buena parte del diseño, al igual que las propiedades anfibias, ha estado condicionado y destinado a proporcionar una buena experiencia en los escenarios más complejos.
En el apartado del tren motriz, cuenta con un sistema híbrido compuesto por un motor diésel que alimenta unos motores eléctricos que mueven las ruedas. Este planteamiento le proporciona 10 horas de autonomía sobre tierra y hasta 8 en anfibio.
UGV anfibio Valkyrie de SAS Corp
Incorpora un sistema de propulsión dedicado para la navegación acuática empleando una pequeña turbina con empuje vectorial, permitiendo además un mayor grado de maniobrabilidad y reversa. Todas estas especificaciones coinciden o superan a los requerimientos mínimos publicados por la Armada.
El Valkyrie mide 5,6 metros de largo, 3 de ancho y puede llegar a los 2,3 metros de alto según la configuración. Tiene una masa en orden de marcha inferior a las 7 toneladas y la capacidad de llevar carga de pago va desde las 1,5 a las 3 toneladas, dependiendo de la versión.
Otras de las aplicaciones planteadas es la de servir como vehículo para la eliminación de minas, el transporte de heridos o la integración sistemas de vigilancia para observador avanzado. Aunque Javier de Juan reconoce que, para esta última aplicación, los drones aéreos se han mostrado más flexibles.
Combustibles alternativos
Además de diseñar el UGV, SAS Corp se encuentra inmersa en un proyecto de desarrollo de combustibles alternativos para alimentar el motor de combustión del que, presumiblemente, será el próximo dron de la Armada.
Tal y como han asegurado fuentes de la compañía a EL ESPAÑOL, el vehículo no tripulado "será certificado" para que pueda emplear este tipo de combustible que consigue ser neutro en emisiones de dióxido de carbono durante toda su vida útil.
Este trabajo, apuntan, "supone extensivos ensayos en banco para conseguir validación de combustible en condiciones de operaciones reales", para lo que realizarán las "mejoras o adaptaciones técnicas necesarias para los motores".
El resultado será un vehículo certificado para el uso de un combustible alternativo, que por su naturaleza es cero emisiones netas, renovable y sintético.
Dicho proyecto "es de alto interés para todos los actores, pero especialmente para la Armada y el fabricante de motores".
En cuanto a los beneficios de la rama naval de las Fuerzas Armadas, desde SAS Corp apuntan a que "dispondrá de un vehículo y un combustible adaptados a las nuevas exigencias y emisiones, que en un futuro puede hacerse extensible a un mayor número de vehículos".
Desde el punto de vista del fabricante del motor, "la certificación de combustibles alternativos supone un balón de oxígeno ante las normativas de emisiones actuales, que están acabando de facto con los motores de combustión interna en el mercado".
El desarrollo del combustible y su certificación lo están llevando a cabo conjuntamente con Alba Emission Free Energy, ubicada en el Energy Intelligence Center del País Vasco, "dentro de su estrategia de desarrollo tecnológico focalizada en nuevas energías".