Trump durante la presentación de la Cúpula Dorada
Trump saca adelante la Cúpula Dorada, el escudo antiaéreo con el que proteger EEUU de misiles balísticos intercontinentales
El presidente de EEUU ha conseguido la aprobación del Congreso para financiar con 21.300 millones de euros el primer año de gasto de la cúpula.
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La Cúpula Dorada es uno de los programas de defensa más laureados de la más reciente Administración Trump. Con esta tecnología, Estados Unidos quiere protegerse de cualquier tipo de ataque exterior empleando misiles.
"Durante la campaña, prometí al pueblo de EEUU construir un escudo antimisiles de vanguardia para proteger a nuestra patria de la amenaza de un ataque con misiles extranjeros", señaló Trump, en referencia a la amenaza que suponen China, Rusia y Corea del Norte. Prometido y aprobado.
El presidente Trump ha conseguido la aprobación del Congreso estadounidense para su paquete fiscal y presupuestario donde se incluyen los 25.000 millones de dólares (21.300 millones de euros) para una fase inicial de desarrollo del escudo.
Según recalcó, su objetivo es que la Cúpula Dorada se encuentre plenamente operativa para el final de su mandato, previsto para noviembre de 2029. El gasto completo del desarrollo, la fabricación y el despliegue será de unos 150.000 millones de euros.
Por su parte, la Oficina de Presupuesto del Congreso considera que el coste total podría ser de 500.000 millones a lo largo de 20 años, según recoge Efe, en materia de actualización y sostenimiento de las capacidades.
Son unas cifras y un cronograma "imposibles", según algunos expertos, que señalan las dificultades para integrar en tan poco tiempo una defensa que incluye el lanzamiento al espacio de cientos de satélites con armas cinéticas y de energía dirigida como láseres.
Según Trump, ya se ha elegido una "arquitectura" para el sistema, que necesitará la participación de plataformas terrestres, marítimas y espaciales, aunque desde que hizo esas declaraciones, en abril, no se ha profundizado más en cuestiones técnicas.
Diseño de la Cúpula Dorada según L3Harris Omicrono
La Cúpula Dorada se está diseñando para detectar y neutralizar los misiles hipersónicos o balísticos lanzados desde cualquier parte del mundo.
El objetivo final es poder interceptar misiles en las cuatro posibles fases de un ataque: detectarlos y destruirlos antes del lanzamiento, derribarlos durante la etapa inicial de vuelo, a mitad de camino en el aire o en los instantes finales mientras se aproximan al objetivo.
En el caso de los misiles balísticos, la intercepción es especialmente complicada, ya que su trayectoria parabólica los lanza al espacio para reingresar después a la atmósfera apuntando directamente a su objetivo.
Para frenar estas amenazas y otras como la de los misiles hipersónicos como el ruso Kinzhal, capaz de volar a más de 12.300 km/h, la Cúpula Dorada combinaría plataformas en tierra, mar, satélites, sensores avanzados y armas de energía dirigida, como láseres, para derribarlos desde el espacio.
Este nuevo escudo antimisiles formaría parte de un ecosistema más amplio de defensa, con varias capas superpuestas y muy densas para poder responder de forma rápida y eficaz a los distintos tipos de amenazas.
Entre los componentes de los que ya dispone EEUU se contempla el uso de baterías Patriot, sistemas THAAD desplegados en puntos estratégicos, destructores navales equipados con tecnología Aegis y aviones F-35 en misiones de patrullaje constante.