Dron submarino de Octopus Robotics

Dron submarino de Octopus Robotics Cedida

Observatorio de la Defensa

De submarinos a drones y autogiros: así es cómo Murcia se ha convertido en polo nacional de la industria de la defensa

La larga relación con la Armada en Cartagena y las bases aéreas de San Javier y Alcantarilla han convertido a Murcia en uno de los polos de defensa en España.

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Con los vaivenes en La Casa Blanca estadounidense y los conflictos militares que afloran en todo el planeta, cada vez más se valora la independencia tecnológica y de la industria de la defensa.

Con el incremento al 5% del PIB en la lista de asuntos pendientes de la inminente reunión de la OTAN, España encara una situación complicada por ser un tema crítico para el Gobierno de coalición. De hecho, desde IU, Podemos y Sumar ya han anunciado el desmarque si esto termina por pasar.

Mientras tanto, los movimientos de la industria nacional de defensa en los últimos meses apuntan a una concentración de las capacidades —fusiones y adquisiciones mediante— en grandes compañías, imitando el escenario presente en el resto de países europeos.

Sin embargo, existe todo un ecosistema de nuevas startups que se reúnen en polos tecnológicos como el de Murcia. La Región tiene una larga tradición en el sector de la defensa, principalmente en el sector naval, que se ve reflejado también en pequeñas empresas que desarrollan tecnologías punteras.

"Históricamente, la Región de Murcia ha estado vinculada al sector de la defensa y a las Fuerzas Armadas", explica Joaquín Gómez Gómez, director del Instituto de Fomento de la Región, a EL ESPAÑOL. "Tenemos la Academia General del Aire en San Javier y el Arsenal de la Armada en Cartagena".

Submarino S-81 Isaac Peral atracado en el Arsenal de Cartagena

Submarino S-81 Isaac Peral atracado en el Arsenal de Cartagena Alfonso Durán Cartagena

Ambas ubicaciones corresponden a dos de las infraestructuras más importantes del Ministerio de Defensa. De la primera salen los pilotos para el Ejército del Aire y del Espacio y la segunda es el hogar de la Flotilla de Submarinos y otros buques de la Armada española.

Además, aledaña a la base naval militar, se encuentran los astilleros de Navantia, que forman un polo tecnológico de cuyo eje giran un buen número de empresas de la industria auxiliar.

"Hemos tenido siempre una industria, principalmente auxiliar, vinculada a la Armada", apunta Gómez. Y también, ya más recientemente, un tejido de compañías emergentes enfocadas a esta misma industria.

"En 2022, el Gobierno de la Región de Murcia decidió poner en marcha un programa de impulso de tecnologías duales, que se pueden aprovechar tanto en el sector de la defensa como civil", denominado CAETRA.

El programa CAETRA

Según los datos publicados por el Instituto de Fomento de la Región de Murcia, el presupuesto asignado para CAETRA asciende a 16,5 millones de euros hasta el próximo 2026.

El proyecto se inició "por ese arraigo histórico con las Fuerzas Armadas y por contar con una base importante de empresas industriales vinculadas al sector de la defensa, principalmente naval".

Otro de los factores decisivos es porque "identificamos una base de proveedores tecnológicos muy importantes", apunta Gómez. "De hecho, ahora mismo tenemos unos 140 compañías cuyas tecnologías también podrían ser utilizadas en el sector de la defensa".

CAETRA, que recibe el nombre de un escudo ibérico prerromano, tiene actualmente varias líneas de actuación abiertas para ayudar a las compañías. Una de las más importantes, tal y como explica Gómez, es todo lo que rodea a la certificación de sistema y producto.

Joaquín Gómez Gómez, director del Instituto de Formento de la Región de Murcia

Joaquín Gómez Gómez, director del Instituto de Formento de la Región de Murcia Cedida

"Ya son 40 las empresas que están trabajando ahora mismo para la obtención de la certificación". Una buena parte de ellas, centradas en la certificación PECAL, que es la que exige la OTAN.

Aproximadamente 2 de cada 3 empresas que están obteniendo estas certificaciones se encuentran en el entorno de Cartagena y su comarca. "Lo que confirma que es el clúster natural de la industria de defensa naval" en la Región.

"Tenemos también un catálogo donde vamos incorporando todas las empresas con capacidades en defensa, seguridad y reconstrucción". La finalidad es "identificar sinergias de las empresas de la Región de Murcia a nivel europeo".

El programa CAETRA cuenta con una línea de actuación en el terreno de la investigación y desarrollo. "Hay una línea específica para proyectos de defensa que se va a poner en marcha dentro de muy poco".

"Tenemos también una programa de retos tecnológicos en el que preguntamos a las Fuerzas Armadas, a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, a la Dirección General de Emergencias y otras entidades" para saber qué necesitan.

Una vez identificadas, estas necesidades se convierten en concursos públicos abiertos para que las compañías de defensa puedan dar sus propias soluciones.

Drones 'a ciegas'

La Región de Murcia tuvo en Feindef, la feria de defensa celebrada en Madrid el pasado mayo, uno de los stands más grandes y llamativos de todas las comunidades autónomas españolas. Allí se encontraban algunos ejemplos de compañías que trabajan en este sector tan pujante.

Una de ellas es Octopus Robotics, una jovencísima compañía gestionada por la ingeniera murciana Pilar González que tiene sus cuarteles generales en Fuente Álamo, a medio camino entre Murcia y Cartagena.

"Soy ingeniera naval y me dedico al diseño y la fabricación de los vehículos operados en remoto", apunta González a EL ESPAÑOL-Omicrono.

Octopus Robotics se ha especializado en plataformas submarinas controladas remotamente. "Destacamos en que somos capaces de tener posicionamiento mientras el vehículos está en inmersión", señala.

Kraken, el dron submarino de Octopus Robotics

Kraken, el dron submarino de Octopus Robotics Cedida

"En inmersión no podemos conectarnos con los satélites, como los del GPS, y combinamos un sistema inercial con otro Doppler para conseguir posicionarnos".

Uno de los ejemplos, que pone en esta ocasión su compañero Sergio León, también ingeniero murciano, es estar realizando una inspección submarina al casco de un barco, en busca de fallos o grietas que puedan poner en peligro la embarcación.

"El casco es prácticamente igual en todos los puntos y es más complicado saber exactamente en qué punto está", explica Sergio León. "Con nuestra tecnología, lo que podemos es referenciar de forma precisa el punto que nos interesa, donde puede haber una brecha".

Otra de las aplicaciones que apuntan ambos ingenieros es la posibilidad de levantar mapas de una zona submarina. "Cuenta con una ecosonda, un sonar de barrido lateral, el mencionado sensor Doppler... Y con eso conseguimos hacer batimetría".

Control de dron submarino de Octopus Robotics

Control de dron submarino de Octopus Robotics Cedida

El conjunto de sistemas integrados sirve igualmente para llevar a cabo misiones de rescate submarino, uno de los escenarios más complejos de cuantos se dan.

Además de la rama acuática y aprovechando todo lo aprendido, Octopus Robotics también se encuentra trabajando, junto con CAETRA, para el desarrollo de un dron aéreo cuyo posicionamiento también es independiente a los satélites.

"Funciona igualmente con sensores que, por simplificar, toman mediciones con las paredes del escenario por el que se mueve". Entre las aplicaciones está la de ser capaz de moverse por el interior de tuberías subterráneas de forma totalmente autónoma.

Combina las "mediciones de los sensores LiDAR embarcados con las imágenes tomadas por una cámara y las procesa en el propio dron", explica Sergio León.

"En Horizon Caelis hemos desarrollado un sistema de navegación visual para drones", explica Javier Fernández Gallardo CEO de la compañía a EL ESPAÑOL-Omicrono. Esta compañía, que nació a principios de 2024, tiene como objetivo crear la navegación aérea del presente.

"El problema nos lo han mostrado las guerras actuales, como la de Ucrania, donde la mayor parte de los drones no consigue llegar a su destino", continúa. "No porque les peguen un tiro, sino porque sencillamente le deniegan el acceso al GPS o les confunden para que no sepan donde está".

Sistema de guiado de Horizon Caelis

Sistema de guiado de Horizon Caelis Izan González

La diferencia entre Horizon Caelis y Octopus Robotics es que la primera se centra en la navegación de espacios abiertos, mientras que la segunda ha puesto el foco en lugares confinados. Misma necesidad, pero con dos aproximaciones opuestas.

El fundamento del sistema de Horizon Caelis pasa por la integración de una cámara en el dron que, cuando se deniega el GPS, comienza a tomar imágenes del terrero por el que está sobrevolando.

Dispone de un procesador a bordo que es capaz de correlacionar las imágenes captadas por la cámara con un mapa precargado previamente en la aeronave no tripulada. "Gracias a ellos consigue llegar al objetivo", explica Gallardo.

"También podemos identificar y geolocalizar objetos de interés, tanto sobre la tierra como en el mar, lo que sirve para reconocer tanques, aviones, pateras o contenedores flotando, por poner algunos ejemplos".

"Creo que la democracia ni es gratis ni está garantizada y hay que pelear por ella cada día".

Blindados y autogiros

En el polo cartaginés se encuentra la compañía Nanocarbonoids, especialista en todo lo que rodea al grafeno como material industrial. Esta empresa ha desarrollado ya algunos materiales basados en nanotecnología para aplicaciones en defensa.

Perteneciendo al clúster de CAETRA , ya ha certificado placas de protección balística según las diferentes normativas de la OTAN. Pueden aplicarse a plataformas móviles, como vehículos, o a edificios desmontables.

Placas de blindaje en un tanque

Placas de blindaje en un tanque

Estas nuevas placas reducen el peso de las protecciones, uno de los principales escollos de este tipo de vehículos o infraestructuras itinerantes, así como su huella magnética.

Nanocarbonoids también cuenta con diversos materiales diseñados para la industria de la aviación militar, incluido uno que promete una reducción significativa en la huella radar y firma infrarroja de las aeronaves que lo equipen.

Los materiales de la compañía de la Región también tienen su hueco en la rama naval de la defensa. Especialmente en la fabricación de plataformas más ligeras y resistentes que permiten mejorar aspectos como la maniobrabilidad o el consumo de combustible.

Desde que el ingeniero murciano Juan de la Cierva inventara el autogiro en los primeros compases del siglo XX, la relación de este modelo de aeronave con la Región nunca se ha terminado de romper.

Ahora, algo más de un siglo después del primer vuelo, son empresas como Aero Gyrocopter Spain las que actualizan la plataforma y la modernizan incorporando la tecnología más puntera.

Desde su fábrica en Molina de Segura (Murcia), la compañía cuenta actualmente con varios modelos de autogiros específicamente diseñados para la rama de la defensa. Entre sus aplicaciones se encuentran la de vigilancia fronteriza, control medioambiental, patrullaje y apoyo logístico.

Más recientemente, durante Feindef, también mostraron un prototipo de autogiro en versión de evacuación médica. Si bien el interés por este modelo no se ha revelado, sí se conoce la cartera de pedidos de la compañía.

En septiembre de 2022, el embajador indio en España visitó, junto a empresarios del país asiático, las instalaciones de la compañía en Molina de Segura. Allí formalizaron la adquisición de un total de 600 autogiros destinados a labores de vigilancia, emergencias, defensa, mensajería y agricultura.

Prototipo de autogiro para evacuación médica

Prototipo de autogiro para evacuación médica Aero Gyrocopter Spain

Este tipo de aeronaves se caracterizan por ser muy fáciles de operar a la par que seguras, además no necesitan grandes infraestructuras para despegar o aterrizar y el consumo de combustible es igualmente reducido.

Navantia

La otra cara de la misma moneda la protagoniza Navantia en la Región de Murcia. La empresa estatal está a pocas semanas de flotar el segundo submarino de la clase Isaac Peral en el astillero que tienen en Cartagena.

De las instalaciones mediterráneas han salido dos submarinos Scorpène para Chile y otros dos rumbo a Malasia en su colaboración con Naval Group, la homóloga francesa.

El personal de Navantia en Cartagena también participó en el programa Scorpène para India, pero en aquella ocasión los submarinos se fabricaron en el país asiático.

Tripulación del S-81 en la cubierta del submarino

Tripulación del S-81 en la cubierta del submarino Alfonso Durán Cartagena

De regreso al material nacional, los cazaminas de la Armada española se construyeron igualmente de este astillero y en él se llevaron a cabo las grandes carenas de los submarinos S-70, de los que sólo queda una unidad en activo. Todo ello con una plantilla de 1.105 personas, según los últimos datos que Navantia ha proporcionado a este medio.

Pero, sin duda, el elemento estrella del astillero cartaginés es el programa de submarinos Isaac Peral.

Se trata de la primera clase de submarinos diseñada, desarrollada y construida íntegramente en España. Una capacidad industrial con la que sólo cuentan 11 países en todo el planeta.

En total, hay cuatro submarinos de esta clase programados y sólo el S-81 finalizado. El S-82 se encuentra en plena construcción en los astilleros vecinos en el puerto de Cartagena y tiene planeada la entrega en septiembre de 2026. El S-83 hará lo propio a finales de 2028 y el S-84 completará la serie prevista en 2030.

"El valor añadido que aporta un submarino es que nadie sabe dónde está ni qué está haciendo ni cuál es su cometido", según explicó Pedro Márquez de la Calleja, comandante de la Flotilla de Submarinos, a EL ESPAÑOL-Omicrono en una entrevista anterior.

De esta forma condensó la razón existencial de estos buques clave para la estrategia naval de la Armada española: "La discreción es nuestra principal cualidad".

El teniente de navío Antonio Simón a los mandos del S-81 Isaac Peral

El teniente de navío Antonio Simón a los mandos del S-81 Isaac Peral Alfonso Durán Cartagena

Los últimos informes indican que en el año 2030, habrá alrededor de 600 submarinos militares en servicio. De ahí la criticidad de contar con esta capacidad en España y, más concretamente, en la Región de Murcia donde existe todo el ecosistema empresarial desde hace décadas.

"Esto no es porque estén de moda, sino porque es una capacidad que para los países tiene un valor estratégico", explicó el capitán de navío Márquez. Por ejemplo, Argelia ya tiene 6 unidades de sumergibles y Marruecos lleva años estudiando su incorporación.