Radar MTR 10 de Indra que participa en el COAAAS

Radar MTR 10 de Indra que participa en el COAAAS Izan González París (Francia)

Observatorio de la Defensa

La cúpula antiaérea del Ejército de Tierra español: "Podemos detectar misiles hipersónicos, pero falta un interceptor"

Indra es la encargada del desarrollo de los radares de detección y del sistema de mando y control del COAAAS, que protege los cielos españoles.

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París (Francia)
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La Cúpula de Hierro ha demostrado ser el seguro de vida de Israel. Los continuos ataques ejecutados por Irán, en respuesta a los ordenados por Netanyahu, han sido repelidos casi con total efectividad por una cúpula antiaérea extraordinariamente capaz, excepto con los misiles hipersónicos Fattah de Teherán.

Las fuerzas iraníes han buscado saturar las defensas de Israel con ataques masivos —incluso más de 200 misiles enviados en una noche—, algo que no consiguieron en buena parte por los radares y los sistemas de mando y control.

Este escenario, junto a otros frentes abiertos como el ucraniano, ha puesto en relieve la necesidad de contar con este tipo de cúpulas como elementos clave para la seguridad nacional y con relevancia en grandes núcleos de población e infraestructuras estratégicas que suelen ser los blancos pretendidos más comunes.

Dentro de las capacidades del ramo que tiene España, el Ejército de Tierra cuenta con el COAAAS (Centro de Operaciones de Artillería Antiaérea Semiautomático) encargado de gestionar las amenazas aéreas que pretendan traspasar a dominios nacionales.

Maniobras del Ejército de Tierra con un radar Raven

Maniobras del Ejército de Tierra con un radar Raven MADOC

Indra se encarga de la parte de detección, seguimiento y monitorización empleando radares; así como de proporcionar el sistema de mando y control donde los militares se posicionan para decidir cómo actuar en un proceso que, con suerte, dura unos pocos segundos.

Dentro del COAAAS, "Indra lo que tiene es el vigilante y el cerebro del sistema antiaéreo", ha explicado Jorge García, director de desarrollo de negocio de defensa y seguridad en la compañía, a EL ESPAÑOL, haciendo una comparación con los mencionados radar y centro de mando y control.

Detectar, identificar y seguir

Con motivo del Paris Air Show, Indra ha desplazado hasta la capital francesa una sala inmersiva —que emula el centro y mando de control del COAAAS— y un radar MTR 10, una de las últimas incorporaciones que consigue desplegarse en minuto y medio y obtener coberturas de más de 100 km.

Tal y como ha podido saber EL ESPAÑOL, los países que han mostrado interés en el radar de Indra son India, Bélgica, Qatar y Ucrania, entre otros. Delegaciones de un total de 15 países se han acercado a ver el sistema de primera mano en la feria aeronáutica parisina tras su uso en España.

La diferencia de este radar frente a los convencionales es que es AESA (Active Electronically Scanned Array), proporciona información en las 3 dimensiones y no tiene que esperar a girar para poder apuntar el haz contra el objetivo en cualquier azimut o elevación.

Esto se traduce en un incremento en la frecuencia de escaneo que permite una detección de la amenaza más rápida; lo que da el máximo tiempo para gestionar una respuesta que la neutralice.

"Desde hace un tiempo, lo que está haciendo Indra es evolucionar ese COAAAS hacia una nueva generación de sistemas de defensa antiaérea y antimisiles", ha recalcado Jorge García.

Emulación de sala de mando y control de COAAAS

Emulación de sala de mando y control de COAAAS Izan González París (Francia)

Se trata de sistemas modulares y abiertos, "capaces de integrarse con cualquier tipo de armamento". Esta última referencia es directamente a los misiles interceptores con los que cuenta el Ejército de Tierra en España, como pueden ser los Mistral o los Patriot.

Pero antes de llegar a esta última fase, el COAAAS necesita contar con sistemas que sean capaces de detectar, identificar y seguir la amenaza aérea. Es lo que en Indra llaman "el vigilante", representado en este caso por el MTR 10.

"Es un radar totalmente digital de barrido electrónico", ha indicado en este caso Francisco Jiménez, director de desarrollo de negocio de sistemas de defensa aérea de Indra. "Normalmente se suele localizar en emplazamientos altos y avanzados para maximizar su alcance" contra amenazas de baja cota, que viajan a poca altitud.

Este tipo de amenazas aéreas son especialmente complejas de lidiar por las cúpulas. "Son difíciles de detectar porque su sección cruzada es muy baja y, por tanto, el radar tiene que iluminar varias veces al objeto hasta que determina su posición y la estimación de la velocidad". Algo que ocurre en menos de un segundo gracias a la tecnología del MTR.

El siguiente paso es transmitir al COAAAS toda la información disponible, incluida la trayectoria real y la estimada y, más importante, una serie de puntos donde el sistema recomienda interceptarlo. El sistema de mando y control analiza la velocidad, la "traza hostil" —pintada en rojo en la pantalla— y toda la carta de interceptores disponibles.

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Es el propio sistema de mando y control el que selecciona el mejor misil interceptor para la ocasión y, la última decisión, recae sobre el operador del sistema. El nivel de automatización es altísimo, empezando por los algoritmos que se basan en información sobre el enemigo aportada para analizar las diferentes amenazas. "Aunque siempre es un humano el que ordena el disparo" del interceptor.

Una vez se autoriza, la última fase es cuando el centro de mando y control recibe la información del blanco, dando entonces por neutralizada la amenaza.

El factor clave del COAAAS es que está diseñado para ser modular. Puede nutrirse, al mismo tiempo, de diferentes tipos de radares y sensores para la primera fase de detección.

"Hay configuraciones de radares que permiten funciones de alerta temprana, lo que significa que podemos detectar las amenazas mucho antes, incluso se pueden poner en barcos", explica Francisco Jiménez.

Batería Mistral de la GACA sobre todoterreno

Batería Mistral de la GACA sobre todoterreno FUTER

Otro de los puntos clave es que la defensa aérea debe de ser "multinivel", consiguiendo así efectividad frente a misiles balísticos que vuelan a miles de metros sobre la superficie y los de baja cota, como puede ser un misiles de crucero, que no suelen superar los 200 metros. "Incluso se pueden emplear sistemas de detección en el espacio".

Esta distribución en diferentes capas coincide con la optimización de los interceptores, esencialmente en ataques de saturación como el experimentado por Israel hace unos días, cuando recibió más de 200 objetivos a batir entre drones y misiles.

El COAAAS puede establecer zonas de protección para infraestructuras críticas y estratégicas. Se trata de zonas cuyo blindaje se priorizaría en caso de un eventual ataque por saturación.

El problema hipersónico

La fase de interceptación es el culmen de todo el proceso. De nada sirve tener el mejor de los ecosistemas de detección y tracking para que luego el misil encargado de neutralizar la amenaza no consiga completar su misión.

Recreación de operación de interceptación de amenaza aérea

Recreación de operación de interceptación de amenaza aérea

El COAAAS tiene la particularidad de entenderse con las baterías antiaéreas que tiene España en la actualidad, todas hablan el mismo idioma de la OTAN y permiten la interconexión. Esencialmente, la artillería antiaérea del Ejército de Tierra se compone actual y esencialmente de los sistemas Mistral, NASAMS, Hawk y Patriot.

El Mistral y el NASAMS, con un alcance de unos 8 kilómetros, conforman la cúpula más interna del escudo en capas que opera el Ejército de Tierra. El Ministerio de Defensa español ya ha adjudicado las renovaciones de ambas plataformas para actualizarlas en capacidades y ciclo de vida.

En cuanto al Hawk, las últimas informaciones publicadas es que Defensa pretende mantenerlo operativo hasta 2030 y, finalmente, ser sustituido por los Patriot. Estos últimos son los representantes de más largo radio de España, con coberturas de alcance que llegan a los 100 km. Pero ninguno de ellos es capaz de lidiar con armamento hipersónico.

"Con respecto a los misiles hipersónicos, independientemente de que sean de tipo planeador o vertical, una de las claves es tener radares que tengan una capacidad de refresco prácticamente instantánea", ha afirmado Francisco Miguel Almerich, asesor de defensa aérea y espacio de Indra.

Esta situación se ha podido experimentar en la noche del martes al miércoles. Un misil balístico e hipersónico del modelo Fattah-1 de Irán consiguió atravesar las defensas israelíes ante la carencia de sistemas capaces de neutralizarlo.

El otro pilar pasa por "tener un misil interceptador capaz de reaccionar a tiempo", ha explicado Almerich. "En la parte de detección y mando de control ya podemos haber logrado la tecnología capaz" de lidiar con armamento hipersónico.

Batería de misiles Patriot en Croacia.

Batería de misiles Patriot en Croacia. Wikimedia Commons

"En estos momentos, hay programas financiados por la Unión Europea para analizar con detalle cómo mejorar la detección contra esos misiles", ha indicado.

Con participación española, existen en la actualidad dos programas importantes de desarrollo de misiles interceptores para amenazas hipersónicas. Uno de ellos es HYDEF, liderado por la empresa española SMS —a su vez formada por EM&E, Sener Aeroespacial, Instalaza y GMV—, que en mayo de 2023 recibió un aporte de 110 millones para el desarrollo tecnológico de la solución en un plazo de 3 años.

El otro programa es el HYDIS, que coordina la compañía MBDA y cuya rama española participará en el desarrollo, aunque España no es uno de los países que haya apostado por este proyecto, al menos hasta ahora.

"El objetivo de HYDIS es estudiar varios conceptos de interceptores y avanzar en tecnología para ofrecer la mejor solución de interceptación antipersonal y antibalística que satisfaga las necesidades de los cuatro Estados que lideran el proyecto [Francia, Italia, Alemania y Países Bajos]", explican desde MBDA.