El Servicio Secreto de los Estados Unidos ha enviado refuerzos a Wilmington, Delaware, donde se encuentra la sede del Partido Demócrata, para proteger al candidato Joe Biden a las puertas del anuncio de su victoria en las elecciones celebradas el pasado 3 de noviembre.

Un escuadrón de agentes, informa The Washington Post, se desplaza para sumarse a la 'burbuja' en torno a Biden, que según todas las proyecciones será el nuevo presidente del país, aunque parece que la confirmación, a tenor de las impugnaciones de su rival, Donald Trump, puede tener que correr a cargo del Tribunal Supremo.

La seguridad adicional comienza este mismo viernes, si bien el Post no ha podido confirmar si se asemejará a la que recibe un presidente o sólo se aproxima en previsión de que pueda llegar a serlo en las próximas horas en calidad de electo. Lo normal es que esta ayuda no llegue hasta la declaración de un ganador de forma oficial y la admisión de la derrota por parte del aspirante vencido en las urnas.

Sin embargo, los de 2020 no han sido ni están siendo unos comicios ordinarios, más allá incluso de las propias dificultades causadas por la pandemia de la Covid-19, que ha golpeado duro a Estados Unidos, segundo país en número de víctimas en el mundo. Trump se asegura ganador, habla de "fraude" y quiere que sea la Justicia la que determine quién ocupará la Casa Blanca.

Tensión latente en las calles

Ese discurso cala en algunos de sus seguidores que en varias ciudades se agolpan frente a los centros de votación exigiendo, según el estado, que se cuente cada papeleta o que no se cuenten más, ya que para Trump hay sufragios "ilegales" en fundamentalmente en aquellos territorios en los que no le salen las cuentas. No pocos de esos seguidores acuden armados.

En las últimas horas, uno de los principales responsables de la victoria de Trump en 2016, el estratega Steve Bannon, ha abogado por "colgar la cabeza" del doctor Anthony Fauci -máximo responsable de la pandemia en Estados Unidos- y del director del FBI, Christopher Wray, "de picas a cada lado de la Casa Blanca". Youtube y Twitter han cerrado sus canales de comunicación, pero el mensaje ya estaba lanzado.

La violencia latente y la tensión que ancetece al 100% del escrutinio se entienden como las razones de que el Servicio Secreto haya anticipado la protección. La agencia sólo se había enfrentado a este dilema en una ocasión. Fue en 2000, cuando George W. Bush y Al Gore, prácticamente empatados, tuvieron que esperar 36 días hasta conocer quién ostentaría el poder.

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