Vicky Martín Berrocal, en bikini.

Vicky Martín Berrocal, en bikini.

Salud y Bienestar

Vicky Martín Berrocal (52 años), tras perder 18 kilos en 6 meses, habla claro: "Decidí que solo yo podía llamarme 'gorda'"

La diseñadora onubense es el mejor ejemplo de que no hay edad para comenzar desde cero. Ella misma asegura que "se educó a los 47 años para comer sano".

Más información: Qué es una 'crisis de identidad' como la que está sufriendo Sara Carbonero a los 41 años: "Es difícil mantener una pose"

Publicada
Actualizada

Vicky Martín Berrocal no necesita presentación. Icono de estilo y carisma, la bellísima diseñadora de moda ha demostrado en repetidas ocasiones que, cuando una mujer se lo propone, no hay meta inalcanzable.

La andaluza, siempre fiel a una fuerte presencia, hace un tiempo dejaba a todos con la boca abierta tras un drástico cambio de imagen. En solo seis meses perdió 18 kilos, transformando así su estilo de vida por completo y asegurando que, actualmente, se muestra más fuerte, saludable y radiante que nunca.

No hay trucos, ni dietas exprés. Tras esta espectacular evolución, hay disciplina, amor propio y mucha verdad. Aquí te contamos paso a paso cómo lo ha conseguido.

Cuando todo cambió

No fue por estética ni por presión externa, sino por salud. A sus 52 años, Vicky sintió ese clic que lo cambia todo: "Me costaba levantarme, cruzar las piernas... cosas normales se me hacían cuesta arriba. Y eso no era sano", confesó.

Sin embargo, más allá de su pérdida de peso, fueron unas declaraciones de la andaluza lo que más llamó la atención. Vicky declaró que le "han llamado gorda toda mi vida, pero decidí que si alguien me lo tenía que llamar, tenía que ser yo misma".

Esa toma de conciencia fue el primer paso hacia un cambio físico y emocional profundo. El objetivo no era encajar en un molde, sino vivir mejor.

Adiós a las dietas milagro

La creadora de Victoria, lo tiene claro: para cambiar de verdad, hay que rodearse de buenos profesionales. "Las dietas milagro no funcionan. Si quieres perder peso, ve a un médico", afirma sin rodeos.

Aunque el mérito es suyo: su transformación fue guiada por un equipo de lujo. Laura Rojas, dietista-nutricionista; Paco Roncero, chef encargado de diseñar platos saludables sin renunciar al sabor; Marián García, doctora en Farmacia y experta en nutrición; Patricia Ramírez, psicóloga deportiva que la ayudó a trabajar su fuerza mental y Juanjo Rodríguez, entrenador personal.

Gracias a ellos y, lo más importante, a su constancia y afán de superación, ahora la guapísima diseñadora tiene un estilo de vida sólido y un acompañamiento constante: la fórmula perfecta para un cambio duradero.

La dieta saludable de Vicky Martin Berrocal

Vicky ha aprendido a comer bien, lejos de caer en el castigo o la restricción. Su alimentación actual se basa en comida real, sencilla y deliciosa. Ella misma lo resume así: "Me eduqué a los 47 años para comer sano".

Estos son algunos de sus menús más habituales:

  • Desayuno: té verde con limón y una tostada de aguacate con pavo o huevo revuelto.
  • Cena ligera: gazpacho, tortilla de calabacín o ensalada de tomate y atún.
  • Snacks: antes "picaba lo que fuera", ahora opta por aperitivos saludables. ¿Su favorito? Un sándwich sin pan, hecho con espinacas, almendra molida y huevo. Rico en vitaminas, proteínas y grasas buenas.
  • Solo toma pan en el desayuno y procura que sea proteico. Y cuando hay eventos, se anticipa: “A veces ceno antes de salir, así evito caer en tentaciones”.

Otro de los aspectos muy a tener en cuenta del cambio de vida de Vicky Martín Berrocal es su rutina de entrenamiento. Ha pasado de odiar el deporte a no poder vivir sin él.

La propia diseñadora bromea como "antes me hablaban de hacer deporte y me daba fiebre", bromea Vicky. Pero hoy el ejercicio forma parte esencial de su vida y su bienestar. ¿La clave? Encontrar actividades que le diviertan y le hagan sentir bien.

Entre sus actividades favoritas se encuentra el boxeo, su gran pasión desde hace seis años, el spinning y el ballet fit, disciplinas que ha incorporado recientemente. Además, cuenta con una entrenadora personal, Crys Dyaz.

Un entrenamiento exigente que define su fuerza de voluntad. "Me cuesta igual que a ti", asegura. Pero ha aprendido que lo importante es empezar y agendar el ejercicio como una cita ineludible. "Después de entrenar, siento que nada me puede hacer daño. La vida se ve de otro color".

Mucho amor propio

Vicky ha trabajado su mente, mucho más, quizás, que su mente. Ha aprendido a ser paciente, constante y a no rendirse en los días difíciles. Su psicóloga fue clave para ayudarla a combatir la ansiedad y mantener la motivación. "Tu peor enemigo eres tú misma", le dijo, y esa frase la marcó.

"Hay que tener paciencia y marcarse objetivos pequeños. El cambio llega cuando te lo crees, cuando te rodeas de profesionales y te tratas con cariño", explica.

Pocos días hay en los que no se mire al espejo y no se sienta orgullosa. Ha aprendido a gestionar sus emociones y a huir de lo que le "hace pupa". Porque su transformación va mucho más allá de los kilos: es una historia de amor propio y superación.