Boticaria García desvela cuál es el alimento que reduce el colesterol: "Lo disminuye por varios mecanismos"

Por diferentes razones, la avena y sus derivados han pasado a formar parte de muchas rutinas alimentarias. Ya sea por cuestiones de intolerancia al gluten, problemas digestivos o dietas orientadas a un tipo de objetivo en concreto, este cereal se ha convertido en imprescindible para muchos.

Sobre ello se habla con bastante ligereza en conversaciones del día a día, pero está bien poner un poco de orden con conciencia respecto a sus beneficios y ventajas. Y eso es lo que ha hecho Boticaria García para Magas en su último vídeo.

En concreto, la divulgadora se centra en comentar la relación existente entre la ingesta de este cereal y una posible bajada del colesterol. Con la curiosa frase "acompáñame hasta mis tripas para descubrirlo" la multifacética farmacéutica arranca su explicación para aclarar la realidad de esta correlación.

"Este es el intestino", indica Boticaria García, que además es nutricionista. "Imaginad que aquí hay unos agujeritos por donde se absorbe y pasa a sangre el colesterol, las bolitas amarillas", señala la experta.

Tarro con avena. Foto de Towfiqu barbhuiya en Unsplash

No obstante, una vez que la avena entra en juego se comienza a profundizar en la cuestión. "En esta hay un tipo de fibra soluble que se llama betaglucano. Cuando la comemos, forma un gel viscoso en nuestras tripas y esto hace que disminuya el colesterol por varios mecanismos", comenta Boticaria García sobre el proceso.

¿Qué es lo que consigue esa especie de pasta que menciona la farmacéutica? En primer lugar, y quizás lo más obvio, atrapar al colesterol e impedir que este pase a la sangre con la finalidad de eliminarlo mediante las heces.

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Sin embargo, los beneficios del consumo de avena no se quedan solo ahí. "Y, por otro lado, en este gel también se pueden quedar atrapados los ácidos biliares, que se usan para digerir las grasas y que se obtienen a partir del colesterol", destaca como otra ventaja más del cereal la nutricionista.

El quid de la cuestión es que si esa masa viscosa que genera el betaglucano impide el paso de estos compuestos, el hígado necesitará gastar más colesterol de la sangre para producirlos y como consecuencia, disminuirán sus niveles. Sencillo, ¿verdad?

Pero tras esta explicación, hay una pregunta que resulta obvia, ¿cuánta cantidad de este cereal hay que ingerir para conseguir estos efectos? "La EFSA, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, nos dice que necesitamos tomar tres gramos de betaglucano de avena al día para reducir el colesterol. Esto equivale aproximadamente a unos 75 gramos de este grano", aclara Boticaria García en el clip.

Cómo tomar avena

Ahora que la parte científica de la relación entre la ingesta de avena y la bajada del colesterol está clara, ¿cómo se puede introducir este alimento en la dieta?

En primer lugar, lo que hay que tener claro es que cada plan nutricional debería ser hecho a medida teniendo en cuenta las necesidades y objetivos de cada persona, además de su rutina de ejercicio.

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Pero al margen de ello, y partiendo de esa base, a continuación se citan tres propuestas para que este cereal esté presente en las diferentes comidas.

Porridge de avena con fruta. Foto de Melissa Belanger en Unsplash

• Leche. La primera propuesta es obvia, una bebida que no contiene lactosa y que también es apta para veganos. Además, le da un toque dulce muy rico al café.
• Tortitas. Ideales para el desayuno o la merienda. Para conseguir una mejor textura de la mezcla, lo idóneo sería pasar el grano por una picadora o batidora hasta lograr una especie de harina. Puede añadirse un huevo o dos y leche.
  Otra opción sería hacer la masa añadiendo plátano. Tómalas con acompañamiento dulce o salado.
• Pan. Se puede comprar en panaderías especializadas, en algunos supermercados e incluso hacer en casa, ya que no requiere de una elaboración tan exigente como el tradicional.
  Tiene una textura bastante densa, pero está tierno y su sabor, como se aclara respecto a la mezcla de leche de avena con café, tiene un toque dulce.
• Porridge. Quizás sea la opción más arriesgada, porque suele polarizar opiniones: o se ama o se odia.
  
  La base de estas gachas suele ser la avena, que se tiene que cocer en agua, leche o en una mezcla de ambas. Se pueden tomar frías o calientes y es habitual que el bol también lleve fruta, algo de canela para endulzar o incluso chocolate.