Jorge Ángel, enfermero (Captura).

Jorge Ángel, enfermero (Captura). E.E.

Salud y Bienestar

Jorge Ángel, enfermero, alerta sobre los espasmos nocturnos en España: "El estrés los dispara sin que te des cuenta"

Dormir debería ser un momento de descanso, pero para muchas personas los espasmos nocturnos lo convierten en una experiencia inquietante.

Más información: Cuánto hay que dormir a partir de los 30: la falta de sueño se asocia a problemas de salud mental

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Es posible que seas una de esas personas que tiene espasmos mientras duerme, un problema que afecta al descanso y que sucede con mayor frecuencia de lo que uno pueda pensar, sin que en muchos casos se conozca el origen de los mismos.

El enfermero Jorge Ángel ha compartido a través de su cuenta de TikTok (@enfermerojorgeangel) la explicación a este fenómeno, desvelando el motivo por el que se sufren espasmos nocturnos, más conocidos como espasmos mioclónicos.

Se trata de estímulos que se escapan de forma involuntaria del cerebro al resto del cuerpo, y muchas veces están ligados al estrés, la ansiedad, los sueños o las pesadillas, pero también por el consumo de bebidas con cafeína u otros estimulantes.

@enfermerojorgeangel ¿Espasmos mientras duermes? #salud #dormir #sueño #sabiasque #Recuerdos ♬ sonido original - Enfermero Jorge Ángel

El experto explica que se pueden evitar con una serie de hábitos saludables, tales como: hacer ejercicio físico a media tarde en lugar de hacerlo antes de irse a dormir, evitar las pantallas, como los móviles o el ordenador antes de acostarse, y también llevar un patrón de sueño regular.

Esto último significa irse a dormir siempre a la misma hora. De esta manera, con estos tres consejos se podrá contribuir a evitar los espasmos nocturnos, aunque existen otros tratamientos a seguir en los casos más severos.

Espasmos severos al dormir

Cuando se experimentan espasmos fuertes y recurrentes, es fundamental tomar medidas para prevenirlos y manejarlos. Es importante actuar porque no solo afectan a la calidad del sueño, sino que pueden hacer que aumenten los niveles de estrés y ansiedad, creando un círculo vicioso.

La importancia de la relajación

Una estrategia muy eficaz para poder mantener bajo control los espasmos es practicar técnicas de relajación antes de ir a la cama. Hacer ejercicios de respiración profunda, meditación o yoga ayuda a relajar los músculos y calmar la mente, consiguiendo así un sueño más tranquilo.

Asimismo, considerar el asesoramiento profesional y el ajuste de los hábitos de vida, como mejorar la dieta y regular la actividad física, también pueden llegar a ser claves para conseguir reducir los espasmos y poder tener un sueño reparador.

Cambios en la dieta y el estilo de vida

Los cambios en el estilo de vida pueden tener un gran impacto significativo a la hora de reducir los espasmos a la hora de dormir. Adoptar una rutina de sueño regular ayuda a establecer un ritmo circadiano claro, reduciendo las interrupciones del sueño.

Es fundamental revisar y modificar la dieta en muchos de los casos. La ingestión de alimentos ricos en potasio y magnesio, como almendras, plátanos y espinacas, y puede ayudar a prevenir los espasmos musculares, pues son minerales que ayudan a la relajación de los músculos.

Por otro lado, habrá que evitar el consumo de alimentos y bebidas estimulantes en las horas previas a dormir, pues así se puede evitar la tensión y hacer que el sueño se vea afectado.

Suplementos y medicamentos

En algunos casos, los suplementos alimenticios o los medicamentos pueden ayudar a la hora de mantener el control sobre los espasmos nocturnos severos. Son especialmente beneficiosos los suplementos de magnesio para quienes tienen deficiencia de este mineral.

De igual modo, los relajantes musculares también podrían ser considerados, aunque siempre deberán ser usados bajo supervisión y prescripción de los médicos, evitando así sus contraindicaciones y efectos secundarios no deseados.

Terapias físicas y masajes

Una terapia física también puede ser una buena solución para todos aquellos que sufren espasmos musculares nocturnos con regularidad. Un terapeuta puede guiar a los pacientes mediante estiramientos y ejercicios específicos.

Estos deben estar enfocados en la relajación y fortalecimiento de los músculos, lo que al mismo tiempo reduce la incidencia de los espasmos. Asimismo, los masajes terapéuticos pueden ayudar a aliviar la tensión muscular acumulada.

Al promover la sensación de bienestar y relajación, se favorece un sueño sin interrupciones. Incorporar estas prácticas como parte de una rutina regular es clave para prevenir los espasmos y poder dormir de manera eficaz.

Enfermedades asociadas a los espasmos

Los espasmos que se producen durante el sueño no son, por lo general, un problema de gravedad. Sin embargo, si se dan con mucha frecuencia, será conveniente consultar con un médico y ponerse en manos profesionales, ya que podrían ser un síntoma de un trastorno neurológico.

De hecho, hay algunas enfermedades neurológicas y trastornos del sueño que pueden estar relacionadas con los espasmos al dormir, haciendo que estos movimientos se den con mayor frecuencia y/o intensidad.

Entre ellas se encuentra el síndrome de piernas inquietas, que ocasiona una sensación incómoda en las extremidades y una necesidad de moverlas que es incontrolable, lo que al mismo tiempo afecta a la calidad del sueño.

También pueden aparecer en personas con trastornos neuromusculares, como la enfermedad de Parkinson o la esclerosis múltiple, donde los impulsos nerviosos pueden llevar a que se den movimientos de forma involuntaria.

A ello hay que sumar la epilepsia nocturna, que puede ocasionar sacudidas musculares repentinas durante el sueño. Si los espasmos son dolorosos, persistentes o afectan al descanso, es imprescindible acudir a un especialista.

Como decimos, los espasmos al dormir son un fenómeno bastante común que, en la gran mayoría de los casos, no supone un problema grave de salud, aunque si se dan con frecuencia o afectan a la calidad del descanso habrá que analizar las posibles causas.

Una vez determinado su origen, será necesario hacer ajustes en la rutina y hábitos diarios para así poder poner el organismo en una mejor disposición para que se pueda dormir y descansar lo suficiente y sin espasmos.