Una pareja madura, en la intimidad.

Una pareja madura, en la intimidad. iStock

Salud y Bienestar

Mucho sexo y y una buena alimentación: los sabios consejos del doctor Luis Montel para vivir más

Este médico especialista en Medicina Deportiva y Traumatología habla con Magas de su nuevo libro 'Los reinos de la longevidad'.

15 febrero, 2024 02:25

El secreto de la longevidad es ese que todos queremos descubrir para vivir más tiempo y de la mejor manera posible. Pero no hay confundir longevidad con eterna juventud física. No hay elixires mágicos como el que tomaba Goldie Hawn y Meryl Streep en aquella mítica película titulada La muerte os sienta tan bien, tampoco hay posibilidad ostentar la inmortalidad como los elfos de El señor de los anillos. Lo que podemos hacer es buscar las claves para retrasar el declive celular para mantener la mayor plenitud posible.

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El doctor Luis Montel, especialista en Medicina Deportiva y Traumatología y Máster en Medina Natural, Metabolismo, Estética y Antiedad, aborda esta cuestión en su primer libro, titulado Los tres reinos de la longevidad: Sexo, alimentación y estilos de vida. Un análisis experto y fundamentado que nos ayudará a mantener la juventud del organismo durante más tiempo y en el que, atención, las relaciones íntimas tienen un papel importante. 

En su libro aborda la importancia de la alimentación, el sexo y los estilos de vida en la longevidad, ¿en qué orden?

No hay un orden al estilo tradicional, pero sí sabemos cuál es el primero a potenciar para que no decaigan los otros. Por eso considero que el sexo es el primer pilar, pero atendiendo al problema cromosómico. El sexo define la cantidad de huesos, el peso del cuerpo, la cantidad de hormonas y las enfermedades que padeceremos.

Portada del libro del doctor Luis Montel.

Portada del libro del doctor Luis Montel. Cortesía

¿Qué papel juegan las hormonas?

Me gustaría centrarme en la testosterona y en el papel del sexo en el alargamiento de la vida. La testosterona es la reina de la felicidad, la hormona que provoca el mantenimiento del músculo y el hueso en estado óptimo. Es la que lleva consigo el deseo sexual y la necesidad de búsqueda, además de ser la encargada de la regulación del nitrógeno orgánico. Es el antidepresivo orgánico por excelencia. Si hay testosterona, hay alegría, y esto va tanto para el hombre como la mujer.

¿Con qué frecuencia se debe mantener relaciones sexuales?

Una conducta sana en un adulto mayor es mantener relaciones sexuales al menos cuatro veces al mes. Además, durante el sexo se activan otras hormonas, tales como la del crecimiento, aumenta la tasa metabólica, se pueden quemar 300 calorías, se liberan endorfinas, tiene efecto sedante del sistema nervioso, aumenta la relajación, la oxigenación... Y en mujeres estimula la liberación de oxitocina, hormona estimulante de los órganos sexuales femeninos y con gran potencia antiestrés.

Y esto vale para todas las edades, con sus peculiaridades. Existe el acto sexual en la vejez, asunto del que apenas se habla en el entorno social. Más sexo es vida, sin contar que las personas más activas físicas y sexuales tienen telómeros más largos y mejor masa ósea y muscular.

No podemos olvidar la alimentación.

Por supuesto. Aconsejamos la dieta Montel 11-2-9, que en resumen es una dieta para reponer el déficit calórico y no generar un excedente de materia que no se quemará, no se utilizara y se guardará en firma de grasa. El objetivo de la dieta saludable es mantener las proporciones de los distintos nutrientes: el 30% proteína, especialmente pescado y masa magra, por lo general a la plancha o vapor. Nunca frito. El 40% de materia vegetal, ya sea en menestras de verduras a la parrilla o en ensaladas frescas. Y el otro 30%, de carbohidratos, que bien pueden ser tubérculos o arroz. No tomar harinas de maíz o trigo, así como incluir la avena como posibilidad. El plato debe estar dividido en estos tres departamentos.

Nos preocupa envejecer, pero a veces más por una cuestión de estética que por salud...

Se dice que la vejez comienza cuando los recuerdos se imponen a los proyectos. Y estoy de acuerdo. Además, nadie quiere "salirse del mercado" o "salirse de la foto" en cuanto a la estética. Esa es una realidad. Lo ideal sería mantener una actividad física, incluida la sexual, acorde con cada edad, y una alimentación sana, sin abandonar la idea de una salud fuerte y una estética lo mejor posible, porque ése también es un proyecto de vida. Hay que asumir los cambios en las distintas fases de la vida. Cada etapa lleva una crisis de resistencia.

El exterior comunica que estás activo y fuerte, que eres inteligente y hábil, capaz de realizar cualquier actividad. Así se ha creado un estándar de hermosura y salud física. Analizo lo que me rodea, donde influencers sin apenas estudios guían a la masa de jóvenes. Es cierto que la información rápida y sesgada está a la orden del día, y el consumismo se apodera de la sociedad. En este clima de superficialidad surge el fitness como expresión anatómica de esos requerimientos emocionales y estéticos.

En realidad deberíamos practicarlo para mantenernos el mayor tiempo posible jóvenes y activos, mejorar el metabolismo y las capacidades físicas y psíquicas. Un cuerpo sano albergará una mente sana, y viceversa. Ambos mundos están íntimamente relacionados.

¿Entendemos de forma errónea la palabra dieta únicamente como modo para perder peso?

Para responder a esta pregunta hablaré del ayuno, que es la última moda en el adelgazamiento, pero hay más detrás de ella. Es una gran verdad que el ayuno cambia el cuerpo a mejor, y lo ayuda a resetear y reiniciar en sus funciones metabólicas. También ayuda a llevarse por delante muchas enfermedades: equilibra los niveles de insulina en sangre, mejora el combustible energético de las células, y principalmente del cerebro, apagando la insulina; ayuda a despegar la grasa de las paredes arteriales, reduciendo la inflamación... 

Sería bueno tomarse en serio el ayuno intermitente, porque aumenta la esperanza de vida al menos un 15%. Esto, sumado a un enfoque cualitativo (cuidar la calidad de la dieta), en lugar de cuantitativo (midiendo cantidades), puede ayudar a algunas personas a seguir a medio o largo plazo ese cambio en sus hábitos. Las dietas, por definición, no son deseables. Lo que hay es que cambiar de hábitos.

En su libro se especifica que el declive celular comienza a los 42-45 años Muchas personas se 'deprimirán' al escuchar esto, explíquenoslo para entenderlo.

Es una extraña fase de declive a partir de los 42 o 45 años. En algunos antes, y en otros mucho después, quizás a los 52. La etapa crítica del ciclo vital será la alarma biológica que nos dará el punto de inicio del declive. Para mí, como médico y estudioso del envejecimiento, es el intervalo de tiempo más importante de la vida. A partir de este momento, el organismo comenzará a perder material celular y no podrá crecer más. A este punto crítico lo llamaré fast down, porque a partir de aquí los procesos de crecimiento se verán comprometidos.

Nuestro organismo tiene al menos 37,2 billones de células y estas deberán ser reemplazadas durante toda la vida para mantener al organismo estable y joven a medida que pasa el tiempo. Para ello he realizado el llamado Ciclo Montel, que consiste en calcular, predecir y trabajar sobre los factores que nos puedan ayudar a frenar el envejecimiento.

Luis Montel, en su consulta.

Luis Montel, en su consulta. Cortesía.

Para finalizar, denos unas pautas sencillas para vivir más y mejor.

Se ha comprobado que los pueblos más longevos son aquellos en los cuales se realiza una actividad física continua. Es decir, suben cuestas, trabajan en el campo, se mantienen activos y llegan a los 95 años con buena salud e independencia física. En todos ellos, la actividad física mejora la oxigenación y la alcalinidad, preservando mejor las células.

En el caso del deporte para mejorar la longevidad, es el ocio el que triunfa con una actividad moderada al menos tres veces por semana. Alternando ejercicio de fuerzas aeróbicas y de coordinación aumenta la expectativa de vida considerablemente. El deporte de alta competición, por lo general, no es el propicio para alcanzar altas tasas de longevidad, ya que es muy desgastante y lesivo.