Salud y Bienestar

Atrofia vaginal: qué es, cuáles son los síntomas y cómo se trata

La evolución del SGM es crónica y progresiva y reduce significativamente la calidad de vida de las mujeres. El tratamiento debe iniciarse lo antes posible.

24 diciembre, 2020 20:42
Arancha Moreno Elola-Olaso Natalia Gennaro Della Rossa

El síndrome genitourinario de la menopausia (SGM), comúnmente conocido como atrofia vulvovaginal, abarca signos y síntomas genitourinarios (vulva, vagina, uretra, vejiga) asociados a la disminución de estrógenos que se inician en la menopausia: sequedad vaginal, acortamiento y estrechez vaginal, quemazón vaginal, dolor con las relaciones sexuales, sangrado posterior a relaciones sexuales, incontinencia de orina, prolapso uretral, prominencia uretral, frecuencia, urgencia e infecciones urinarias de repetición.

Tiene una prevalencia del 50% a los dos años de la menopausia y progresa hasta el 90% según una encuesta europea en mujeres postmenopáusicas a los 10 años. El diagnóstico se basa en la presencia de al menos un signo y un síntoma, que se asocien a la menopausia y no se deban a otra causa. La evolución del SGM es crónica y progresiva y reduce significativamente la calidad de vida.

Sin embargo, a pesar de las molestias y el deterioro de la calidad de vida que ocasiona, el SGM está infradiagnosticado e infratratado. Las causas principales de la falta de diagnóstico son el fallo en la comunicación entre médico y paciente y el desconocimiento del SGM por las mujeres y sus posibles consecuencias futuras.

Se recomienda prevenir y tratar el SGM para mejorar la calidad de vida de las mujeres y evitar cambios irreversibles. Así, el tratamiento debe iniciarse lo antes posible. Según la severidad de los síntomas y el estado de los tejidos y otras razones sistémicas, los tratamientos pueden incluir:

1. Estrógenos locales con cremas, óvulos, anillos o un modulador selectivo de los receptores vaginales de estrógenos (SERM).

2. Si coexisten síntomas vasomotores que afectan la calidad de vida, el tratamiento a valorar es el hormonal sistémico.

3. Medicina regenerativa: Láser y Plasma Rico en Plaquetas.

Los efectos del láser se desarrollan en tres fases. En la primera, de dos o tres días de duración, se produce un ligero edema y liberación de mediadores químicos. La segunda fase, de proliferación, con formación de nuevo colágeno y neovascularización, dura unos 30 días. La tercera es la de remodelación. Tiene una duración de 30-40 días e incluye la maduración de las fibras de colágeno, la neovascularización y el aumento de la lubricación y la acidez vaginal. Al terminar esta fase, la mucosa de la vagina ha recuperado su fisiología y funcionalidad. Es ambulatorio, muy bien tolerado y con resultados muy satisfactorios.

Asimismo, se han publicado varios estudios sobre el uso del láser en pacientes que realizaron tratamientos oncológicos que desarrollan SGM grave a causa de la quimioterapia con resultados beneficiosos.

El Plasma Rico en Plaquetas es un novedoso, simple, seguro y muy efectivo tratamiento autólogo, extraído de las propias pacientes, y utilizado en numerosos problemas en el campo de la ginecología fundamentalmente en atrofia y liquen escleroso. El tratamiento no requiere hospitalización, es ambulatorio en consulta, sin anestesia o con anestesia local en crema, el tiempo estimado de la sesión es un máximo de 30 minutos. Se suele realizar posterior al láser.

Al ser autólogo, de la propia paciente y su obtención por sistema cerrado estéril, no puede ocasionar enfermedades infecciosas ni contagiosas, ni reacciones alérgicas. Prácticamente no existen reacciones adversas descritas. Menos del 1% de pacientes pueden notar dolor local en el sitio de inyección, infección o pequeño hematoma. Sólo está contraindicado en alteración de la función plaquetaria.

Además, este tratamiento mejora la calidad de vida de las pacientes que han padecido cáncer de mama. La vulvodinia y atrofia genital posterior al tratamiento con quimioterapia u hormonoterapia y en casos en que se contraindica el tratamiento hormonal, tienen así una solución adecuada a cada caso.

Además de estos tratamientos, la ginecología regenerativa incluye otros tratamientos tanto médicos como quirúrgicos que restauran la anatomía, apariencia y funcionalidad de la vagina, vulva, suelo pélvico, etc., incluyendo tecnologías como la bioestimulación con ácido hialurónico, el Nanofat etc., abordando con grandes resultados patologías que antes tenían poco o nulo tratamiento, todos con el fin de recuperar la calidad de vida de nuestras pacientes.

***Las doctoras Arancha Moreno Elola-Olaso y Natalia Gennaro Della Rossa son jefa de Servicio de Ginecología y ginecóloga del complejo hospitalario Ruber Juan Bravo respectivamente.