Mette-Marit y Marius Borg en una imagen de archivo.

Mette-Marit y Marius Borg en una imagen de archivo. Gtres

Royals

Mette-Marit de Noruega cumple 52 años en medio de la mayor crisis familiar de su vida: su hijo Marius, imputado

En vísperas de su aniversario, recibió la noticia de que su hijo podría enfrentar hasta diez años de prisión tras ser acusado formalmente de 32 delitos.

Más información: Marius Borg, hijo de Mette-Marit de Noruega, acusado formalmente de 32 delitos: se enfrentaría a 10 años de prisión

Elena Pérez
Publicada
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La princesa heredera de Noruega celebra su 52 cumpleaños en un contexto marcado por la doble cara de su vida personal y pública. Este 19 de agosto, la Casa Real ha difundido un retrato de la futura reina consorte para conmemorar la fecha, un gesto habitual en este tipo de aniversarios que contrasta con la discreción que envuelve estos días a la heredera.

Mientras tanto, la sombra judicial sobre su hijo mayor, Marius Borg Høiby, imputado por la Fiscalía esta semana por cuatro violaciones y otros 28 delitos, marca de manera inevitable un día que en otras circunstancias habría sido de festejos.

La fotografía muestra a una Mette-Marit sonriente, en un intento de subrayar la normalidad institucional en una jornada complicada. Desde palacio no se han anunciado actos oficiales, lo que refuerza la idea de que será algo que permanezca en la intimidad familiar.

La publicación no ha tardado en llenarse de comentarios con muestras de apoyo y felicitaciones a la futura reina. "Eres una persona maravillosa con mucha gente que te ama", "Nuestra más bella Princesa, un abrazo en tu día", "cuídense en estos momentos difíciles", escriben algunos internautas.

Unos días de desconexión

La heredera ha encontrado cierto respiro este verano lejos del país nórdico. Según reveló el diario local Se og Hør, Mette-Marit se trasladó a Australia para acompañar a Ingrid Alexandra de Noruega, que se ha mudado a Sídney para iniciar su nueva etapa académica, centrada en Ciencias Sociales con especialización en Relaciones Internacionales y Economía Política.

La estancia, prolongada durante varias semanas, coincidió con el viaje de Haakon a Portugal para practicar surf con su hijo pequeño, Sverre Magnus, y con Marius Borg. Tras esas vacaciones no exentas de polémica, el príncipe se unió a su esposa e hija en la isla oceánica, en lo que se considera la última oportunidad de pasar tiempo juntos antes de un otoño que se anticipa difícil.

Este paréntesis familiar en el otro lado del mundo se producía en paralelo al avance de las investigaciones policiales en Oslo. El pasado lunes, la Fiscalía noruega acusó formalmente a Marius, de 27 años, de 32 delitos, entre ellos cuatro cargos de violación, así como amenazas y daños.

Aunque Borg Høiby no tiene título real ni forma parte oficialmente de la Casa Real, su vinculación por lazos de sangre con su madre convierte el caso en un asunto de enorme repercusión mediática. Desde el Palacio Real se mantiene una línea clara: respeto a los procedimientos judiciales y distancia institucional respecto a Marius.

En un breve comunicado, se recordó que el proceso corresponde a la justicia y que no se realizarán valoraciones adicionales. Mette-Marit, por su parte, no ha hecho declaraciones públicas recientes y ha optado por guardar silencio en una fecha que transcurre marcada por la discreción.

En otras ocasiones, el príncipe Haakon sí se ha pronunciado, destacando la delicadeza del caso: "Entiendo que hay muchas preguntas sobre este tema, pero seguramente comprenderán que se trata de una situación complicada", declaró a la cadena NRK el pasado octubre.

Esta vez, sin embargo, la familia al completo ha evitado comentarios que puedan interpretarse como una interferencia en el proceso. Se espera que el juicio contra el primogénito de la heredera comience en enero de 2026.

Su verano más difícil

El cumpleaños de Mette-Marit llega tras un año especialmente duro en el plano personal. Este verano fallecieron dos personas muy cercanas: el escritor Ingvar Ambjørnsen y su amiga y vecina Mona Strand, diseñadora de sombreros de la que se convirtió en clienta.

Dos pérdidas que golpearon de lleno a la royal en un momento igualmente marcado por la enfermedad crónica que padece desde 2018, una fibrosis pulmonar crónica que limita su capacidad para cumplir con una agenda pública constante.

Su estado de salud obliga a la Casa Real a adaptar sus compromisos oficiales, con frecuentes pausas y cancelaciones. "Tengo que aprender a vivir con la incertidumbre", había explicado ella misma en una entrevista años atrás, cuando se anunció su diagnóstico.

La princesa Mette-Marit y el príncipe Haakon, durante la visita de Estado del presidente francés Emmanuel Macron en junio de 2025.

La princesa Mette-Marit y el príncipe Haakon, durante la visita de Estado del presidente francés Emmanuel Macron en junio de 2025. Gtres

Pese a esta situación, la noruega reaparecerá a finales de agosto. El próximo día 26 viajará a Bergen para conmemorar el centenario del palacio de Gamlehaugen, una de las residencias reales.

La celebración incluirá una fiesta al aire libre y un concierto al que asistirán los reyes Harald y Sonia. Se tratará de su vuelta al foco tras las vacaciones y un test público que servirá para calibrar cómo está afrontando, al menos de puertas hacia fuera, este annus horribilis.

La heredera, que en 2001 pasó de ser una joven madre soltera a futura reina de Noruega, ha construido su papel a partir de la sobriedad y la cercanía, y parece dispuesta a mantener esa línea incluso en los momentos más complejos.