Ana Lirio, profesora, en una imagen de sus redes sociales.
Ana Lirio, profesora: "Me visto con ropa neutral para que 25 adolescentes no se rían de mí. Y aun así lo hacen"
De acuerdo con un informe, siete de cada diez docentes españoles reconocen haber sufrido agresiones físicas o verbales por parte del alumnado.
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Según un reciente informe publicado por la Fundación Santa María (SM), el principal problema para el 36% de los docentes españoles es la falta de motivación. Al mismo tiempo, aumenta el porcentaje de los que afirman que, si pudieran, abandonarían la profesión.
Aunque no son muchos los que abandonan, cada vez son menos los que se decantan por la docencia. Esta pérdida de vocación, se debe, según las experiencias que los propios profesores comparten, a la bajada en el nivel de exigencia a los alumnos: no se esfuerzan y, en muchos casos, faltan al respeto.
Ana Lirio es una de las profesoras que vive, día tras día, soportando faltas de respeto. Así lo ha compartido en una reciente publicación en sus redes sociales, donde ha comunicado que está en busca de un nuevo empleo, debido a la situación denigrante que vive a diario.
La docencia y sus consecuencias
"Ayer, desesperada, les comuniqué a mis alumnos de 2º y 3º de ESO que ya no aguantaba más. Que no se imaginaban lo horrible que era intentar hablar, explicar y que no me dejasen hacerlo", escribe la docente en su Instagram.
Según el informe citado, en la actualidad, uno de cada tres profesores, ha experimentado falta de ilusión, apatía o pérdida de interés en su profesión, y dos de cada cuatro, han padecido ansiedad y depresión en algún momento de su trayectoria dando clase.
La cuestión, tal y como explica, no se da por una cuestión de poco interés por la materia, sino por una falta de respeto grupal. A pesar de prepararse las clases "con ilusión", Lirio confiesa que "nunca puede llevarlas a cabo".
"Les pido que me escuchen, les ruego que, por favor, me dejen dar la clase. Empiezan a reírse, se ríen de mí. Les digo que soy un ser humano y que en los últimos días venía a trabajar con ganas de llorar ante la impotencia", confiesa.
Esta situación, desgraciadamente, es cada vez más común entre los profesores. De acuerdo con otro informe, en este caso, del sindicato CSIF siete de cada diez docentes españoles reconocen haber sufrido agresiones por parte del alumnado.
Las agresiones no siempre son físicas, como bien muestran los datos y como comparte la profesora, sino que la gran mayoría de las veces son verbales y psicológicas.
"Al instituto voy con ropa lo más neutral posible para no darles motivos para que se rían de mí o me falten más al respeto. Cada día, hay 25 adolescentes señalándome y riéndose de mí", denuncia Ana.
Como consecuencia, la docente sueña todos los días con despertarse y que alguien le diga que no tiene que volver al instituto. "Mi objetivo no es otro que conseguir ganarme la vida de otra forma", reitera.
En los propios comentarios de la publicación de Lirio se observa que son muchos los docentes que aseguran vivir situaciones muy parecidas o que, directamente, han abandonado la profesión.
Según los expertos, son muchos los motivos por los que esta violencia escolar ha aumentado. Uno de ellos, el aumento de los problemas de salud mental entre los estudiantes.
Los psicólogos han alertado sobre el incremento de trastornos como la ansiedad, la depresión y el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), que pueden influir negativamente en la conducta de los alumnos.
Todo esto se incrementa con la "poca autoridad o medidas reales" que tienen los profesores para frenar la situación. Lo único que les tranquiliza es la esperanza de que pronto podrán salir de ahí.