La Selección Española Femenina de Fútbol durante la Eurocopa 2025.
De invisibles a invencibles: el rugido del fútbol femenino conquista audiencias y abarrota estadios
El 23 de julio, 7.805.000 espectadores vieron algún momento de la semifinal de la Eurocopa y la temporada pasada se alcanzaron 107.853 mujeres federadas en la Liga F.
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Ahora, las niñas también quieren ser futbolistas. Ainhoa tiene apenas 11 años, pero lo lleva teniendo claro desde “que tiene recuerdos”. Nació en la capital andaluza y, aunque juega en un equipo local, prácticamente desde la cuna lleva vistiendo la camiseta del Sevilla Fútbol Club.
Dice que quiere ser como Olga Carmona "para así ganar mundiales y eurocopas". La pequeña encuentra en la jugadora profesional un referente ideal y sus aspiraciones, lejos de estar vacías, las fundamenta en su "técnica y magia con el balón".
Como Ainhoa, actualmente, hay muchas niñas e incluso niños —ellos también admiran su juego—. Y aunque, hasta hace poco, parecía que el césped de los grandes estadios estaba reservado solo para las divisiones masculinas, los encuentros femeninos desde hace unos años también abarrotan sus gradas. En el campo de la final del torneo en Suiza se ha registrado lleno.
A decir verdad, el fútbol disputado por mujeres atraviesa uno de los momentos más vibrantes y transformadores conquistando todo tipo de audiencias.
Fieles adeptos
El pasado 23 de julio, aun siendo un día entre semana, 7.805.000 espectadores vieron en la primera cadena algún momento de la semifinal de la Eurocopa, registrándose el minuto de oro del día a las 23:28 tras anotar el único tanto del encuentro Aitana Bonmatí.
Estas cifras se parecen mucho a las contabilizadas justo dos años antes, en agosto de 2023, cuando 8.858.000 de televidentes siguieron ese domingo la final de la Copa Mundial Femenina.
Y aunque la centrocampista de la selección, Alexia Putellas, bromee en las ruedas de prensa diciendo "tenemos mucha familia" cuando le preguntan por los índices de audiencia, la verdad es que los datos ya han desmontado el viejo mito de que solo familiares y amigos siguen el balompié de mujeres.
De cara a la final, las expectativas en cuanto a números auguraban que en todo el mundo 45 millones de personas se congregarían delante de los diferentes dispositivos para ver el duelo entre Inglaterra y España.
El partido, que finalmente se ha saldado con la victoria de las inglesas en la tanda de penaltis tras empatar a uno durante el encuentro, ha supuesto la revancha de las de Wiegman tras su derrota hace dos años en Sídney ante el combinado nacional.
En nuestro país, más de 50 pantallas gigantes se han dispuesto para emitir la última fase del campeonato.
En general, a lo largo del torneo, 657.000 asistentes han acudido a los campos de juego a presenciar las diferentes etapas del mismo. Esta cifra ha conseguido batir el récord que se logró en esta misma cita hace tres años, cuando el número fue de 574.875.
Para la presidenta de la primera división femenina de fútbol en España (Liga F), Beatriz López Mesa, "la profesionalización en el año 2022 marcó un antes y un después, ya que desde ahí todos los partidos han sido televisados".
Y añade que se han convertido, esta temporada pasada, en la segunda competición deportiva con más audiencia a nivel nacional, por detrás del fútbol de élite masculino.
Esta información nos la da para que podamos hacernos una idea de la gran acogida de esta disciplina, sin embargo "huye de comparaciones" y es muy tajante al respecto.
"No debemos caer en el error de hacer paralelismos con el balompié masculino, ya que en otros deportes esto no se hace. Nuestra industria es el fútbol femenino, tiene más sentido estudiar otras ligas mundiales de jugadoras o incluso la división de mujeres de otros deportes", sentencia la presidenta.
El año pasado, la red de pago digital y móvil de Visa, elaboró el estudio El efecto exponencial en el fútbol femenino entre 7.000 aficionados de siete países diferentes.
La investigación señaló que el creciente número de encuentros disputados en estadios de mayor capacidad ha impulsado tanto la calidad de las retransmisiones como la oferta de experiencias, haciendo que los seguidores disfruten de vivencias más atractivas, tanto físicas como digitales.
En agosto de 2023, el Accor Stadium de Sídney se llenó hasta la bandera con más de 75.000 personas para vivir en directo la final del Mundial entre España e Inglaterra.
Ese mismo año, la Liga F registró un espectacular aumento del 37% en la asistencia a los campos en comparación con la temporada anterior.
Por su parte, el FC Barcelona consolidó su capacidad de convocatoria al agotar todas las localidades del Camp Nou en varias ocasiones, así como por alcanzar récords históricos como en 2022 cuando 91.648 personas presenciaron el clásico frente al Real Madrid.
Partido alcanzando récord de asistencia en la Eurocopa 2025.
Fuera de nuestras fronteras, este efecto también ha ocurrido. Por ejemplo, en los partidos de la división femenina de Inglaterra, la asistencia media se ha triplicado en las últimas tres temporadas.
Al mismo tiempo, el interés digital no deja de crecer. En 2024, las búsquedas en internet sobre la UEFA Women’s Champions League alcanzaron su nivel más alto del lustro.
Traspasando pantallas
El fútbol femenino tiene una historia mucho más larga y rica de lo que a menudo se piensa. Sus primeros pasos se remontan al Reino Unido de finales del siglo XIX, cuando en 1894 Nettie Honeyball, activista por los derechos de la mujer, fundó el British Ladies Football Club.
Este organizó el que se considera el primer partido oficial entre mujeres, que se disputó ante 10.000 espectadores. Sin embargo, aunque sus orígenes gozaron de sorprendente popularidad, estas competiciones sufrieron décadas de falta de reconocimiento.
Por su parte, la Football Association inglesa, no apoyó oficialmente el deporte hasta 1966, después de que se hubiera celebrado el Mundial masculino de Inglaterra.
La Roja durante la Eurocopa 2025 celebrada en Suiza.
Y aunque en la década de los 70 se empezaron a celebrar los primeros mundiales 'no oficiales' del balompié femenino, no fue hasta 1991 cuando se jugó uno reglamentario en China —con una asistencia total que superó el medio millón y de media casi 20.000 espectadores por partido— y, cinco años después, uno olímpico en los JJ.OO de Atlanta.
La profesionalización ha sido clave para el despegue reciente, así como el nacimiento de la Women’s Champions League e hitos como la multitudinaria semifinal de 2022 en el Camp Nou, que han demostrado el enorme potencial de estas competiciones.
El estudio de Visa sobre el efecto exponencial de estas revela que más de la mitad de quienes siguen el fútbol femenino (53%), han empezado a interesarse en ello en los últimos tres años y que el porcentaje se eleva hasta el 62% entre los jóvenes de 18 a 24 años.
Y no solo eso, casi la mitad de los encuestados prevé que este dato va a crecer significativamente en los próximos tres años.
De hecho, las expectativas de Nielsen Sports, la plataforma de análisis enfocada en la industria del deporte, señalan que la comunidad de seguidores del balompié femenino rozará los 800 millones antes de 2030 y que su público cada vez será más equilibrado, con un 60% de mujeres.
Más de 100.000 fichas
Como decía la presidenta de la Liga F, Beatriz López Mesa: "La profesionalización del fútbol femenino ha marcado un antes y un después" constatándose no solo en cuanto al número de espectadores y fieles adeptos, sino también en lo relativo a la federación de jugadoras.
Como Ainhoa, la joven sevillana de 11 años, hay muchas niñas y mujeres que se quieren dedicar profesionalmente al fútbol en España. Si echamos la vista atrás, en 2012, apenas constaban 39.023 federadas.
Evolución de licencias de fútbol en la liga F.
Sin embargo, esa cifra ha aumentado progresivamente hasta que, diez años después, se habían casi duplicado las fichas hasta las 67.149.
Según las cifras del Consejo Superior de Deportes (CSD), en la temporada en la que se profesionalizó el fútbol femenino, 2022/2023, se registraron 87.827 licencias, y en la siguiente, 2023/2024, llegó a las 107.853.
La actual jugadora del Sevilla FC, Débora García, define La Liga F con las palabras "resiliencia, superación y pasión" y resalta el esfuerzo que ha hecho el fútbol femenino para situarse hasta donde está.
Otro tipo de campos
Ha llegado un punto en el que el éxito del fútbol femenino ha traspasado la línea blanca de cal del campo y se ha instaurado en multitud de ámbitos que han conseguido darle cohesión al interés por este juego.
"Las niñas ya sueñan con ser futbolistas y tanto ellas como los niños coleccionan los cromos Panini de su liga, juegan en el videojuego de EASports con sus ídolas, tienen el juego de mesa de EducaBorrás o comen Tostarica con la cara de las jugadoras", destaca López Mesa.
La ya deportista retirada del Athletic Club, Vanesa Gimbert, comenta, en la misma línea, la gran importancia que supone tener referentes femeninos: "Que las jugadoras salgan en los cromos o en las galletas antes era impensable y, ahora, es una realidad que abre puertas a las siguientes generaciones".
El estudio antes citado elaborado por Visa revela que el papel de las marcas es percibido como clave: siete de cada diez seguidores consideran que los patrocinios contribuyen de forma decisiva a dar visibilidad al fútbol femenino, y un 67% apunta que la presencia de estas resulta esencial para su desarrollo.
Para muestra un botón, recientemente Tinder ha lanzado una campaña con Kerstin Casparij, jugadora del Manchester City y de la selección nacional de Países Bajos, y su pareja Ruth.
La relación amorosa de ellas, que comenzó en dicha aplicación de citas, se ha convertido en su imagen para varias publicidades.
Y es que no solo han surgido promociones puntuales; Moeve, antigua Cepsa, también ha apostado por el fútbol femenino convirtiéndose desde el 13 de mayo de 2025 en el patrocinador principal de La Liga F.
En España, la inversión en esta disciplina superó los 65 millones de euros en 2024, con empresas internacionales de referencia como Nike, Adidas, Coca-Cola o Visa apostando grandes sumas para dar visibilidad, mejorar infraestructuras y subir los salarios de las jugadoras.
Pero el impacto económico del balompié de mujeres va mucho más allá de los patrocinios. La FIFA en 2023, tras la celebración del Mundial, realizó una investigación con la que dictaminó que el torneo sumó cerca de 1.900 millones de dólares al PIB de todo el mundo.
Es más, también generó 38.000 puestos de trabajo y aportó 932 millones de dólares en ingresos para los hogares.
Este crecimiento ha encontrado un rápido reflejo en las casas de apuestas, que han incluido los partidos femeninos dentro de su oferta, con bonos exclusivos y cuotas mejoradas. Solo en lo que llevamos de año, el volumen de juego en estos encuentros aumentó un 15% de forma interanual en España.
En el mundo digitalizado en el que vivimos, no es de extrañar que todo este éxito que han cosechado las jugadoras se haya visto reflejado también en sus redes sociales. En el Mundial de hace dos años, La Roja generó 185 millones de interacciones en estas plataformas, triplicando la cifra obtenida en el del 2019.
Tras la final ganada contra Inglaterra, el perfil de Olga Carmona multiplicó por más de diez sus seguidores, y figuras como Aitana Bonmatí o Alexia Putellas baten récords de engagement en Instagram y TikTok. Resulta revelador que el 60% de los consumidores en sus perfiles son hombres jóvenes de entre 18 y 24 años.
La presidenta de La Liga F detalla: "A través de estos espacios tenemos la oportunidad de acercar el fútbol femenino a nuevos públicos, especialmente a las generaciones más jóvenes, que consumen contenido de forma directa. Así como de visibilizar a las jugadoras, humanizar sus historias y generar ídolos, conectando directamente a los aficionados con las protagonistas".
