La reina Letizia entrega de la bandera nacional a la Fuerza de Guerra Naval Especial

La reina Letizia entrega de la bandera nacional a la Fuerza de Guerra Naval Especial Chema Clares G3online

Protagonistas

Por qué la reina Letizia ha cambiado a los 50 años la forma de llevar la corona

Los ocho años que la reina Letizia lleva en el cargo le han servido para abandonar un tradicional papel de "acompañante" a favor de uno más "participativo, protagonista y, en ocasiones, comprometido". 

12 septiembre, 2022 01:10

¿Te has fijado en cómo firma?”, pregunta un colega periodista, refiriéndose a la reina Letizia, “¿has visto si le pone rayita en medio a la zeta?”. Estamos en el Museo del Traje de Madrid y aún no hemos sufrido la pandemia ni la guerra de Ucrania. Los periodistas y los curiosos nos agolpamos sin mascarilla para ver llegar a la reina de España, que va a entregar el Premio Nacional de Moda. Sobre todo nos interesa cómo va vestida, ése es siempre el secreto a desvelar en su esperada llegada. 

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“¿Sabemos ya el nombre del diseñador de su vestido?”, inquiere un compañero muy agitado, “¿tú ves si el cierre de la sandalia es dorado?”, pregunta a la vez otra periodista. Ambos se miran, se ven desde fuera, y se ríen. “La culpa no es nuestra, el mundo es así”, dice ella, mirando de frente, con la grabadora en la mano, invocando a Kapuscinski, antes de salir corriendo hacia el photocall.    

Tres años y medio después de aquella entrega, las inquietudes de la prensa y, antes que eso, de la gente, sigue siendo las mismas en cada evento y en cada cobertura. La reina Letizia, que está siendo retratada en su 50 cumpleaños por multitud de medios, vive en un presente continuo de reportajes que insisten en la idea de analizarla ‘desde cerca’, ‘en profundidad’, ‘en pormenores’.

Esos centímetros reales, esa escala diminuta que atiende a los detalles, a los colores y a los lazos, a los tipos de tela, a los recogidos del cabello y a la parte superior de sus antebrazos, pero que a menudo se olvida de la escala mayor.   

La Reina durante la 4 edición de los Premios Nacionales de la Moda en Madrid

La Reina durante la 4 edición de los Premios Nacionales de la Moda en Madrid GDG Gtres

No en centímetros ni en metros, sino en kilómetros. En primer lugar, porque como explica Robert S. McNamara en The Fog of War, cuando se está muy cerca de algo, no se ve bien qué está ocurriendo; en segundo lugar, porque todos, y ahí no escapa nadie, vivimos inmersos en una estructura que, como explicaba Niklas Luhmann, está organizada en sistemas sociales con normas atávicas: siendo sinceros, vivimos en tiempos en los que si la presidenta de un país sale por la noche, puede ser obligada a dimitir.  

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El cambio de la reina

Una manera de tomar perspectiva es hacer números. Como ha investigado la doctora Palma Peña en un artículo científico sobre la dimensión mediática de la reina española (2019) para Estudios sobre el Mensaje Periodístico, la Constitución española es muy clara al definir los límites de su función, porque “impide a la reina consorte el ejercicio de funciones constitucionales (art. 58)”. Asunto diferente serían “tareas de representación, campo en el que, jurídicamente hablando, la actividad de la consorte encuentra mejor acomodo”, explica la experta. 

No se puede olvidar, además, que la reina tiene una restricción geográfica: “Su limitación al ámbito nacional, toda vez que ‘la más alta representación del Estado en las relaciones internacionales’ se reserva en exclusiva al rey (art. 56)”. Es decir, que su labor solo podría ser nacional, y además sólo representativa, puesto que los reyes, además, “no tienen actos ‘propios’ (art. 56.3 CE)”, sino “de Estado”.

¿Cómo se asiste a ‘un acto que no es propio’? Cuando la reina Letizia se presenta en un acto oficial, solo puede ejercer una función representativa y debe contener cualquier otra función, pero puede expresar su opinión, ateniéndose al ejercicio de su libertad de expresión.

En su paper, Palma Peña ha analizado todos los discursos reales desde 2005 hasta 2018, justo antes de la pandemia, y encuentra “151 alocuciones públicas” de la reina Letizia en 13 años, “un número ingente de mensajes”, si se comparan con los 139 de doña Sofía en 43 años. 

Como explica Peña, Letizia está cambiando silenciosamente el modelo de poder. “A su creciente notoriedad personal contribuye el ingente número de discursos que pronuncia, que le granjean un papel protagonista e independiente del rey. En relación con su antecesora, doña Letizia ha pronunciado más discursos que doña Sofía en cuatro décadas”, señala la experta. 

Como continúa explicando, la reina además no se limita “a unas meras palabras de cortesía. Doña Letizia pronuncia discursos perfectamente estructurados, informados y nutridos de contenido, tomando en ocasiones posición ante debates de actualidad”.

En este sentido, la reina habría abandonado su papel tradicional “de acompañante silente del jefe del Estado, a favor de un estatus participativo, protagonista y, en ocasiones, comprometido. Su actitud de autoempoderamiento personal, que además practica desde una posición de poder, resulta a todas luces evidente. Al tiempo, incluye con frecuencia asuntos relacionados con el colectivo 'mujer', contribuyendo a su visibilidad, pertenezcan o no al eje discursivo central”.

Recopilando de hecho todos y cada uno de los contenidos de sus discursos hasta el año de la pandemia, los temas más defendidos por la reina están relacionados con el empoderamiento personal y del colectivo mujer.

La Reina Letizia y Jill Biden con motivo de la 32 edición de la OTAN

La Reina Letizia y Jill Biden con motivo de la 32 edición de la OTAN Jesus Briones G3online

Para Peña, se identifica una intención no sólo “ilocutiva” (discursiva) sino “perlocutiva” (de alcanzar un objetivo) en sus intervenciones. En un análisis de discursos y temas se comprueba que 'mujer' o 'mujeres' aparecen 49 veces, frente a 'hombre' que aparece 6. Por su parte, 'niñas', 'igualdad/equidad', 'educación' y 'ciencia' son otros de los conceptos más repetidos. 

Para Peña, está muy claro: “Con su ejercicio, y desde una posición de poder, doña Letizia altera el modelo de poder. El hecho de pronunciar discursos 'propios', con una acusada personalidad, denota una praxis sin precedentes, una inflexión histórica que, al margen de otras consideraciones, contribuye al empoderamiento femenino y procura un cambio relevante a una institución secularmente masculina”. 

Letizia y la prensa internacional

Nuestra reina aparece en muchos medios destacada en relación a su propia imagen, otro de los factores de libre expresión individual que puede ejercer y, de hecho, ejerce.

¿Cuál es el análisis del estilo real que hace la prensa internacional? La plataforma Vogue.com de Condé Nast, en su versión americana, es probablemente la cabecera mundial más influyente a nivel de moda. Bajo la etiqueta “Queen Letizia Of Spain” aparecen listados desde 2019 ocho reportajes, de los cuales seis destacan el concepto de affordable [“asequible”, y no sólo en el sentido económico]. 

En concreto, uno de estos reportajes se titula “Queen Letizia continues her affordable Style Streak” [señalando su continuado uso de prendas que puede adquirir y utilizar cualquiera, que no marcan diferencia de estatus] y en otro de ellos se explica cómo “Queen Letizia of Spain Puts a New Spin on Royal Style” [señalando un auténtico “giro” en el estilo real].

En este último, el especialista Christian Allaire describe cómo, en términos de normalidad, “una de las pioneras del movimiento ha sido la reina Letizia de España”. Añade cómo se trata de “algo que, lento pero seguro, está causando que las familias reales permitan excepciones a sus estrictas reglas de vestimenta. (¡Quizás algún día no habrá reglas en absoluto!)”, añade. 

Una de las consecuencias de esta normalidad al vestir como gesto pudo verse recientemente cuando coincidió vestida igual que una de las premiadas en un evento en Extremadura.

El vestido que había elegido para unos premios que llevan su nombre era de la firma española Mango y costaba 49,95 € [esta firma tiene 2700 tiendas en el mundo, 69 de ellas en España, además de su venta online], por lo que la coincidencia era más que probable: un momento que la reina resolvió divertida, haciendo posar junto a ella a la premiada. 

Claramente la reina Letizia, en términos de moda e imagen está marcando un cambio mayor que otras royals europeas (Vogue pone como punto de inflexión un vestido de cuero de la marca &Other Stories que utilizó en 2019), como Kate Middleton o Mary Donaldson, aunque puede que sus gestos no estén siendo tan apreciados en su país como desde fuera (resulta cuando menos sintomático que en Instagram el hastag #reinaletizia tenga mucho menos alcance que el #queenletizia). 

No sólo se halaga cómo viste la reina Letizia en la prensa global, también se destacan sus hábitos deportivos. En 2017, por primera vez internacionalmente The New York Observer lo destacaba en un artículo: “Ojo, Madonna: todo el mundo está hablando de los bíceps de la reina Letizia”.

En él, la periodista Dena Silver describía cómo la reina Letizia, a la que califica de infinitamente elegante, “parece que prefiere envolver sus extremidades tonificadas con blusas ondulantes o capas de encaje, en lugar de mostrarlas”. ¿El mensaje que implican este tipo de informaciones? El que transmite la realización de cualquier práctica deportiva con efectos visibles: capacidad de esfuerzo, constancia, disciplina, salud, fuerza… empoderamiento femenino.  

La reina Letizia Ortiz durante la inauguración de la 38 edición de ARCO

La reina Letizia Ortiz durante la inauguración de la 38 edición de "ARCO" Chema Clares G3online

Impacto mediático sostenido

En relación con su impacto meditático, Google Trends muestra una gráfica desde 2004 en tendencia de búsqueda (“Letizia Ortiz: Reina consorte de España”), marcando un interés mediático creciente, con picos en sus hitos comunicativos de su enlace y nombramiento.

Resulta extravagante el gran interés que tuvieron en Google las búsquedas del día “12 de octubre de 2019”, cuando la Reina eligió vestirse de color rosa (con un llamativo diseño de Felipe Varela). Y el interés mediático que generó en abril de 2018 una supuesta discusión familiar. La inteligencia comunicativa no implica no cometer errores: se trata de asumirlos, de girar el timón aunque sea unos milímetros y de superar las crisis personales que se sucederán. 

Sobre su liderazgo, como afirmaba la experta Rosa Villacastín hace unos días en un reportaje sobre Lady Di, son estas reinas jóvenes y modernas las que sostienen el concepto actual de monarquía. Su rol como anfitriona durante la cumbre de la OTAN madrileña fue la última de las afirmaciones de su capacidad para el papel que desempeña.

De hecho, para algunos autores, el caso de la reina Letizia sería el opuesto al de la primera mujer de Carlos de Inglaterra, Lady Di: un tránsito de la popularidad mediática a la realeza, y no al revés, de la realeza a la popularidad y los medios. 

La ‘z’, última de las letras del alfabeto, proviene de la escritura semítica donde era la séptima letra, llamada “zayin”, que significa "arma" o “espada”. La reina Letizia –basta verlo en Wikipedia- hace para abrir su firma una “ele” mayúscula muy alargada y redondeada, síntoma de creatividad; subraya su nombre, lo que se suele relacionar con la determinación, y añade una rayita en la mitad de la letra zeta, es decir, cuida los detalles. Cuando una persona tiene un nivel de influencia tan alto y un constreñido sistema de normas, cada gesto significa algo, mucho, pero debe ser analizado como parte de una constelación de gestos, con cierta distancia.