Concepción Aleixandre.

Concepción Aleixandre. Julia Ramírez.

Magas-Mujeres en la Historia

Las mil vidas de Concepción Aleixandre: dijo 'basta' al desprecio de la mujer desde la medicina y el activismo

Médica, pionera, activista e investigadora, entre otras muchas facetas. Se encargó de luchar activamente por mejorar la calidad de vida de las mujeres de su época y las venideras.

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Concepción Aleixandre nació en 1862, en Valencia, en el seno de una familia acomodada —su padre era representante comercial— que podía ofrecerle un futuro sin privaciones. Sin embargo, crecer en su época significaba, para una mujer, vivir relegada al ámbito doméstico, dedicada a la familia y sometida a las convenciones de una sociedad que exigía sumisión.

Ella se negó a aceptar ese destino. Científica, maestra, activista, defensora de los derechos de la mujer y de la salud pública, divulgadora e inventora. ¿Cómo es posible llegar a ser tantas cosas siendo mujer en pleno siglo XIX? La razón: su pasión por lo que estudiaba y sus ganas de conseguirlo.

Estudió bachiller en el Instituto Luis Vives de su ciudad. Continuó sus estudios hasta obtener el título de maestra de primaria en la Escuela Normal Femenina de Valencia en 1883, un hecho que llamó fuertemente la atención de la sociedad.

Esta tan solo sería una de las muchas veces que se hablaría de ella. Su característica inquietud por aprender la llevó a darse cuenta de que la enseñanza no era su único camino en la vida. Fue entonces cuando se abrió su ventana hacia la salud.

Medicina y siglo XIX eran sinónimo de 'campo de hombres'. Y aunque así fuera en el momento, Aleixandre se matriculó en la Facultad de Medicina de la Universidad de Valencia gracias a un permiso especial emitido por el rectorado del centro.

Una etapa que no solo fue difícil a nivel académico, sino que también le supuso una carrera de obstáculos a nivel personal por tener que lidiar con las burlas y los 'hacer de menos' de sus compañeros.

Además, a diferencia de todos ellos, ella tuvo que hacerse valer mucho más para que la tomaran en serio dentro de la universidad. No estuvo sola. Manuela Solís fue su confidente de lágrimas y alegrías, pero sobre todo, una amiga con la que dejar un gran legado.

Aleixandre vivió uno de los momentos más tristes y repugnantes de su vida durante su época de estudiante. Sus compañeros, recelosos y temerosos por la entrada de mujeres a la facultad de medicina, apedrearon a la joven a la salida de la facultad.

Para la sorpresa de todos, acabó la carrera cinco años más tarde con 20 sobresalientes a sus espaldas de las 24 asignaturas totales que cursó. Se convirtió en una de las primeras mujeres en obtener un título universitario en España, en una de las que pasó a la historia como las que abrió camino a las generaciones venideras.

Se trasladó a Madrid para hacer el doctorado y poder especializarse en su rama favorita: la ginecología. Pasó a ser, en 1891, presidenta honoraria de la sección de Medicina pública y especialidades del Primer Congreso Médico Farmacéutico.

Ese mismo año vio denegado su acceso a la Sociedad Ginecológica Española, aunque uno más tarde fue la primera mujer admitida en dicha Sociedad. Se convirtió en médica auxiliar en el Hospital de la Princesa y médica auxiliar en la Casa Provincial de Maternidad e Inclusa.

Al margen de estos puestos, Aleixandre consiguió abrir su propia consulta privada. Primero en su domicilio en la calle Salustiano de Olózaga, y posteriormente abrió clínicas en Argensola, Serrano y Núñez de Balboa.

El fin de estas clínicas no era otro que ayudar a la sociedad atendiendo a personas con diferentes recursos económicos. Además, fue una gran divulgadora. Escribía en la sección de medicina femenina de la publicación quincenal La medicina social española.

Miembro de entidades médico-científicas, entre otras facetas:

En 1892 en la Sociedad Ginecológica Española

En 1895 en el Instituto Médico Valenciano

En 1904 en la Sociedad Española de Higiene

En 1911 en la Institución Española de Educación Física

En 1912 en la Asociación Española para el Progreso de las Ciencias

En 1917 en la Sociedad de Pediatría de Madrid

En 1918 participó en la creación de la Unión de Mujeres de España (UME)

Se unió a la Inspección Médico-Escolar de Madrid

En 1926 fue socia fundadora del Lyceum Club Femenino Español

En 1927 presidió el comité organizador del primer Congreso Español de Abolicionismo

En 1928 fue nombrada presidenta honoraria de la Asociación de Médicas Españolas

Uno de los grandes puntos destacados de su historia se enmarca en el año 1910. Ese año, la valenciana patentó varios aparatos ginecológicos con el fin de corregir el prolapso uterino.

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Se trataban de unos pesarios metálicos con forma de anillo que mejorarían la calidad de vida de las mujeres de su época. No consiguió sacarlos al mercado; de hecho, su nombre fue utilizado para vender máquinas de masaje vibratorio denominadas 'Vedee'.

También recomendó beber agua mineral del manantial de Mondariz, muy útil para tratar patologías como la artritis o el cólico intestinal.

Fue una mujer que se preocupó por la falta de información sobre la salud femenina y que se ocupó de ponerle fin a esta, participando en múltiples conferencias y escribiendo artículos. Promovió la higiene en el hogar y la importancia de la atención médica con el fin de prevenir enfermedades.

De hecho, en 1913 fundó Protección Médica, una institución privada al servicio del pensionado de las viudas y huérfanos de médicos, así como de doctores incapacitados para el trabajo, para quienes se crearon una casa de retiro y un colegio-asilo.

Como gran defensora y activista feminista, Aleixandre pasó a formar parte del Consejo Nacional de Mujeres y la Sección de Señoras de la Unión Iberoamericana y del Comité Femenino de Higiene Popular (el cual llegó a presidir). También reivindicó, ayudó y apostó por la entrada de Emilia Pardo Bazán a la Real Academia Española (RAE).

1920 fue un año movido para la activista. Fue presidenta honorífica de las Juventudes Universitarias Femeninas y una persona clave en la fundación de la Cruzada de Mujeres Españolas, que llevó a la primera manifestación feminista en España que promovía la igualdad de derechos, la legalización del divorcio y el fin de leyes discriminatorias, entre otros.

La pionera que salió de España en busca de nuevos métodos y para denunciar la escasa presencia de las mujeres en el ámbito de la salud murió en 1952 en su ciudad natal, a la edad de 90 años. Una médica, entre otras muchas etiquetas como también la de ser tía del poeta Vicente Aleixandre, cuya labor ha pasado a la historia.