Detalle del anillo de ónix negro de TOUS.

Detalle del anillo de ónix negro de TOUS. Esteban Palazuelos

Moda

La experiencia artesana ‘Metier’ de Tous o la historia detrás del anillo de ónix que lleva Cruz Sánchez de Lara

La conocida firma catalana ofrece ahora la posibilidad de participar en el nacimiento de una pieza, desde su boceto hasta el resultado final.

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Entre pinos y olivos, con el perfil de la sierra de Montserrat al fondo, llegamos por una carretera serpenteante hasta la ciudad verde e industrial de Manresa, donde se encuentra la sede de Tous.

La experiencia 'Metier' que hoy me trae hasta este edificio, una antigua fábrica textil, nació en realidad a partir de una formación para empleados, para dar a conocer cómo se crea una joya desde cero, desde el boceto original hasta el icono.

Recorremos los pasillos de la central de Tous, diseñados con feng shui, atravesando cajas fuertes en las que se guardan gemas y fornituras y diferentes espacios decorados con geodas usando técnicas de biofilia, hasta llegar al lugar de trabajo.

“¿Qué joya te gustaría realizar?”, pregunta Albert Alberola, maestro del taller, que me recibe con una amplia sonrisa tras el delantal de Tous School. “Un anillo”, le respondo.

El artesano experto ha formado a cientos de estudiantes de todo el mundo en las habilidades que lleva más de cuarenta años desarrollando. 

Vamos a pasar media jornada aprendiendo sobre la creación artesana y su simbolismo: a partir de este año, la oportunidad de reimaginar una joya o participar en la creación de una nueva se ofrece en distintos espacios de la firma en Madrid, Barcelona y Valencia.

Albert Alberola y Rubén Fernández-Costa, en el taller de TOUS.

Albert Alberola y Rubén Fernández-Costa, en el taller de TOUS. Esteban Palazuelos

Precisamente, el oficio de joyero está en el origen de Tous hace un siglo, cuando un joven llamado Salvador Tous Blavi comenzó a trabajar de aprendiz en una pequeña relojería y convirtió el cuidado de las piezas en su forma de vida.

Sería su hijo, Salvador Tous Ponsa, en segunda generación, quien se incorporaría muy joven al negocio y, poco a poco, junto a Rosa Oriol —con la que se casaría en 1965 —, desarrollaría en Manresa una nueva idea de joyería.

En los años 80 llegarían los iconos de la marca, lo mismo el oso Tous —1985— que algunos de los famosos estampados, celebridades internacionales como Kylie Minogue o J Lo, colaboraciones como la de Manolo Blahnik y ahora en tercera generación, la visión compartida de Rosa, Alba, Laura y Marta.

Hoy, se trata de una de las pocas marcas joyeras con fabricación nacional y la única española con distribución en 40 países, más de 500 millones de euros en ventas al año, 600 tiendas en todo el mundo y la posibilidad de creación personalizada de piezas artesanas. A ello vamos.

(Re)imaginar una pieza

Cuando se llega a un taller, lo primero es imaginar. Cómo sería la pieza soñada tiene algo de psicoanalítico, quizás de mágico, porque las joyas albergan un simbolismo propio, que muchas veces sobrepasa el esperado.

Hay un cuento corto de Cortázar que habla del anillo de Moebius, una forma que consigue unir la realidad con la ficción: lo cierto es que la tradición joyera suma siempre dos valores, uno intrínseco de las piezas y otro inmaterial, sentimental, imaginado. “Es un anillo para regalar”, le matizo.

Crear una pieza en taller, me explica, implica una combinación de habilidades, siendo necesaria la creatividad, pero también la fuerza, la precisión o la paciencia.

Las joyas se confeccionan de manera artesanal, respetando la tradición.

Las joyas se confeccionan de manera artesanal, respetando la tradición. Esteban Palazuelos

Como continúa Albert, muchas veces las gemas que se utilizan pertenecieron a joyas pasadas o heredadas y son un ejemplo muy claro de 'reúso' —“¿Hay algo más sostenible que una joya?”— .

Para el anillo que hoy voy a fabricar, un solitario con una gema de un solo color, elijo una piedra finalmente de entre las diferentes opciones que se despliegan ante nosotros: difícil elección.

La finalista es una talla de ónix —que para muchas expertas en gemología tiene propiedades energéticas, protegiendo a la persona y activando su vibración—.

La fluorita, la amatista y el cuarzo ahumado vuelven a la caja fuerte, a la espera de otra visita. Con la ayuda del maestro del taller, dibujamos el boceto para este anillo imaginado.

El elemento base del solitario será la plata —que podría bañarse en oro— y su estructura, en este caso, por consejo del experto, se realizará a partir de cinco círculos.

La elección de la gema adecuada es clave.

La elección de la gema adecuada es clave. Esteban Palazuelos

Uno central será el anillo propiamente dicho, hecho a la medida de la persona a la que vamos a regalar, con un grueso hilo de plata. Realizamos otras cuatro circunferencias más con diferentes embutidores, seguetas —que “se manejan como los violines”, explican los cortadores—.

Albert añade que cada vez más se necesitan artesanas y artesanos joyeros que quieran mantener estos conocimientos que tradicionalmente pasaban de abuelos a nietos, “una profesión que hay que proteger, que seguirá teniendo importancia por la necesidad de reparaciones, piezas especiales o únicas”.

El poder del fuego

“En joyería, nada es bonito o feo”, añade el maestro artesano, “está bien o mal hecho. Yo siempre miro las sortijas al revés para ver cómo están construidas”. El proceso de diseño pasa al de ejecución con la seguridad de su experiencia.

En un paso posterior, es necesario soldar esas circunferencias sobre el anillo central para crear literalmente “unas garras” que abrazarán para siempre a la piedra. “Como la gema es redonda, haremos un bisel un poco más pequeño para sostenerla”.

Soldar las piezas entre sí sin que ninguna se traslade de lugar, sostener la estructura hasta que quede fija, es el paso que más dificultad entraña desde el origen de la tradición joyera, en el camino a la creación del anillo final.

Prepulir la pieza por dentro y por fuera, engastarla y pulirla definitivamente son pasos básicos de la confección.

Prepulir la pieza por dentro y por fuera, engastarla y pulirla definitivamente son pasos básicos de la confección. Esteban Palazuelos

Existen distintos tipos de fuegos, nos explican, las “llamas blandas” y “duras”, que son de diferentes intensidades de color azul. Para soldar, se colocan pequeños elementos de plata que se pintan con un pincel embadurnado en un líquido especial, calentando todo el anillo para asegurar que la soldadura es correcta, sin perder el volumen.

Cuando las soldaduras están secas, tenemos en nuestras manos un “esqueleto” del resultado deseado, con “garras” que en un paso posterior se curvan para sostener a la piedra elegida y la aseguran sobre la estructura central circular.

Prepulir la pieza por dentro y por fuera, engastarla, pulirla definitivamente y lavarla son los siguientes pasos, siendo las pastas que se colocan sobre la pieza las que realmente permiten ese pulido, como nos explica el artesano jefe. El resultado es un anillo de ónix que queda redondo y hoy luce en el dedo anular de la mano derecha de la editora de este vertical.

En realidad, ¿hay algo más fascinante que crear algo tan duradero para regalar? Como afirmaba Elizabeth Taylor, el valor de una joya siempre, sea cual sea la gema que contenga, depende de un factor más, porque todos somos guardianes temporales de la belleza.

Detalle del resultado final de la joya.

Detalle del resultado final de la joya. Esteban Palazuelos

Si quieres conseguir la experiencia de crear tu propia joya con el servicio Tous Metier y formas parte de la Comunidad de Magas, puedes participar aquí.