Detalle del nuevo Speedy de Louis Vuitton.

Detalle del nuevo Speedy de Louis Vuitton.

Lujos

Pharrell y el Speedy de Louis Vuitton: el renacer del icónico bolso que ahora todos desean

Este modelo, nacido en 1930 bajo el nombre de Express, evoca la elegancia de una Europa que viajaba en trenes veloces y soñaba con horizontes nuevos.

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Febrero de 2023. El mundo de la moda contenía el aliento. Louis Vuitton, símbolo indiscutible del lujo mundial, anunciaba el nombramiento de Pharrell Williams como nuevo director creativo de su línea masculina.

“Es un visionario cuyos mundos creativos abarcan la música, el arte y la moda, estableciéndose como icono cultural universal en los últimos 20 años. Su capacidad para romper las fronteras entre los diferentes mundos que explora encaja de forma natural con la dimensión cultural de Louis Vuitton, reforzando sus valores de innovación, espíritu pionero y emprendedor”, proclamaba el comunicado oficial.

Cuatro meses después, el cantautor y rapero, que ya había colaborado con Vuitton en 2004 y en 2008, debutaba en la Semana de la Moda de París con una colección que mezclaba las raíces del hip hop con el savoir-faire artesanal de la maison. Las miradas, sin embargo, no solo se posaron sobre las prendas, sino sobre un objeto que brilló con luz propia: el Speedy.

Ese bolso icónico, nacido en 1930 bajo el nombre de Express y que evoca la elegancia en movimiento de una Europa que viajaba en trenes veloces y soñaba con horizontes nuevos. "Sofisticado y effortless, su silueta es inconfundible con su forma cilíndrica, sus asas y su candado grabado", sostienen desde la firma.

Pharrell lo eligió como emblema de su entrada triunfal. Porque los diseñadores que se enrolan en casas de moda de esta envergadura, de alguna forma, no crean desde cero: conversan con su historia. Y en ese diálogo, revisan, transforman y revolucionan. Así, el Speedy se convirtió en su lienzo.

Williams le insufló color, deseo y una nueva mitología contemporánea. Lo reimaginó hasta crear una versión única, amarilla, valorada en un millón de euros. Un bolso-joya, un artefacto imposible, tan exclusivo como el propio gesto de imaginarlo.

Desde entonces, el Speedy ha sido una extensión del propio Williams. Lo acompaña en entregas de premios, alfombras rojas, galas reservadas a unos pocos elegidos. Pero también ha pasado a otras manos. Las correctas. Las influyentes. Las que narran sin hablar. Por ejemplo, las de Beyoncé.

En el desfile primavera-verano 2026, celebrado hace unos días bajo el cielo cambiante de París, la presencia de Queen B, amiga íntima del diseñador y musa planetaria, deslumbró e iluminó el Centre Pompidou. A ella, que se encuentra en un break dentro de su gira mundial, Williams le rindió homenaje de la forma más silenciosa y poderosa: le regaló un Speedy 25 personalizado al final del show.

Era un bolso lleno de significado: rayas ondulantes en tonos tierra y beige, con asa de piel marrón y un logo reinterpretado: LVuitton. Un símbolo de lujo, pero también de amistad, respeto y complicidad.

Beyoncé no tardó en subir la imagen a su página web oficial. Pharrell replicó el gesto en sus redes. "Queen B in LV with the #LVMensSS26 Buttersoft Speedy", escribió el diseñador. El resultado: una ola de deseo y expectativa. El Speedy 25 aún no está a la venta, pero ya es leyenda.

Más allá del objeto, está el gesto. Porque el lujo, en su forma más pura, no siempre es lo que se puede comprar, sino lo que se entrega sin pedir nada a cambio. La experiencia, la sorpresa. Y así, entre luces, telas y pieles exquisitas, Pharrell volvió a recordar al mundo que la moda —como la música, como el arte— puede ser también un acto de poesía.