
Vista aérea del Hotel Il Pellicano.
En el aniversario del legendario ‘Il Pellicano’: el hotel más lujoso (y casi secreto) de Italia celebra sesenta años
El alojamiento, rincón de reunión de aristócratas, empresarios y artistas, abre temporada con una espectacular fiesta.
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Se llega al mítico hotel con nombre de pájaro atravesando la delgada línea de tierra que une Porto Ercole con la península vecina.
Cuenta la leyenda que este recorrido toscano es la última oportunidad para el pensamiento lineal porque aquí, con perdón de Portofino, Positano o Capri, es donde habita la auténtica dolce vita.
Il Pellicano, en la península de Monte Argentario, es el único icono del país con nombre propio.
Lugar de reunión de aristócratas, empresarios cool y personalidades del mundo de la moda, aún conserva esa aura de cierto secreto por su ubicación, pero también por su intención.
Lo visitamos para celebrar sus seis décadas de existencia.

Una de las terrazas del Hotel Il Pellicano.
Nace un icono
El aviador británico Michael Graham y la socialité norteamericana Patsy Dezel se enamoraron de este rincón del mundo y fundaron el Monte Argentario en los sesenta.
Nació recibiendo a Sophia Loren, los Chaplin, los Getty o Jackie Kennedy y Lee Radziwill, que lo citaban como el mejor hotel del mundo. Decían que les recordaba a Los Hamptons, pero a una hora de Roma.
Si el lugar surgió en un destino dorado, pronto sería reimpulsado hasta las estrellas por el torbellino de la familia Sciò. En 1979, el empresario audiovisual Roberto Sciò decidió dedicar sus esfuerzos vitales a llevar ese glamour más allá.
Junto a su hija, la arquitecta Marie-Louise, resignificaría esa atmósfera lujosa pero 'sin esfuerzo' en un complejo de construcciones planas bañadas por el mar Tirreno.

Zona de baño de Il Pellicano.
Hoy, los Prada y las Missoni estiran aquí sus famosas toallas a rayas en las hamacas y al caer el sol, Josh Hartnett o Dree Hemmingway contemplan sus fuegos artificiales.
Cuando se inaugura la temporada, es mejor confirmar su disponibilidad con suficiente antelación, confirma Marie-Louise Sciò, y las reservas no suelen provenir de las webs habituales.
No se trata solo de las dieciocho villas que se alzan entre lavanda y buganvillas, ni de las treinta habitaciones junto a la playa privada en dos alturas.
Tampoco de sus competiciones de tenis, sus famosos desayunos de high networking o de su restaurante Michelin con vistas al mar. Il Pellicano añade su propia significación.

El descanso más dulce en Il Pellicano. Hotel Il Pellicano
"Más que un hotel", explica Marie-Louise, CEO de Pellicano Hotels Group, "es una historia viva, una segunda casa para muchos de nosotros. Celebrar sus sesenta años rodeados de familia y amigos que han dado forma a este espíritu está siendo ahora increíblemente especial".
La celebración
Matthew Robbins ha sido el diseñador del evento. La inspiración parte de ese concepto de 'cercanía sofisticada'. De hecho, resulta curioso que la mayoría de los invitados que acuden a celebrar esta fiesta no digan "Buon anniversario", sino "Buon Compleanno". Como si el edificio tuviera una personalidad en sí mismo, algo indescriptible.
Se comenta extraoficialmente que, en lugar de los clubes privados que requieren miles de euros al año, es mejor y mucho más rentable invertir en una estancia en este lugar.

Un baño en las aguas del Tirreno.
Hoy, cuando Hotel Il Pellicano cumple sesenta años, uno de los más esperados es, sin duda, Juergen Teller, el fotógrafo de moda más famoso del mundo, creador de campañas para Loewe, Louis Vuitton o Marc Jacobs.
El creativo es para este espacio lo mismo que en décadas anteriores fueron los famosísimos John Swope y Slim Aarons, también retratistas del enclave.
En su libro Eating At Hotel Il Pellicano (Violette Editions), Teller realizó por primera vez sus famosas fotos de platos con una espectacular luz directa.
Él mismo relata que las imágenes que se toman en este lugar sorprenden por eso mismo, tanto que a veces tuvo que repetirlas para confirmar que los ajustes de la cámara eran correctos.
El provocador artista aparece vestido con un pantalón corto de tenis color fucsia y deportivas con calcetines naranjas.
Dree Hemmingway llega enfundada en un vestido de raso nude. Marie-Louise Sciò, por supuesto, recibe en la puerta con un espectacular diseño amarillo que, confirma, es de Haider Ackermann para Tom Ford.
La actriz norteamericana Margaret Qualley y Angela y Margherita Missoni brindan con Lucien Pages y aparece en escena la extenista Maria Sharapova con su pareja.
Pincha el DJ Paul Harris. Roxanne Assoulin y Soledad Twombly se incorporan a la fiesta, como dos alegorías del blanco.
La fotógrafa Cass Bird muestra sus últimas instantáneas de Timothée Chalamet: su web contiene la colección más increíble de trabajos con celebridades en Estados Unidos.
Harris Reed, director creativo de Nina Ricci, habla con el estilista Robert Rabensteiner, que bromea con que a Il Pellicano nunca es suficiente traer una maleta, aunque se visite solo un fin de semana.
El código secreto
La próxima vez que un pelícano sobrevuele cualquier objeto, aquí está su origen. En la pequeña tienda del hotel se cotizan al alza lo mismo la vela natural de Il Pellicano, un must en las grandes casas americanas, como la tote bag.
De hecho, se lanza ahora la colección del sesenta aniversario con piezas de inspiración vintage y la famosa ave dibujada a mano.
El aniversario está servido. Sin esfuerzo, pero sin fin.