Maribel Verdú.

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Interiorismo

Maribel Verdú (55), sobre ser ama de casa: "Me gusta recibir a gente y dejarlo todo recogido cuando se van"

La actriz madrileña abre las puertas de su hogar y revela su gusto por el orden, la limpieza y un espacio donde la tranquilidad prima sobre el glamour.

Más información: Maribel Verdú (55) tiene una bonita casa en el corazón de Madrid: el m² en su barrio ronda los 7.200 euros

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A sus 55 años, Maribel Verdú se muestra tan comprometida con su vida profesional como con su hogar. En una reciente entrevista que concedió a Pablo Motos confesaba que lo que más disfruta es acoger a amigos y familia y "levantarme con todo impoluto" después.

Además de ser una de las actrices más respetadas del cine español, Verdú ha construido un hogar que refleja su carácter: sobrio, luminoso y cuidado hasta el último detalle. Esa pasión por su espacio doméstico vuelve a demostrar que para ella el trabajo y la vida personal forman parte de un todo.

Con una trayectoria de más de tres décadas, Verdú no solo acumula galardones, sino también estabilidad profesional y personal. Su casa es la prolongación de su forma de vivir: ordenada, serena y acogedora. Ahora, su inclinación por el orden se convierte en tema de charla.

Verdú afirma con sinceridad que su plan ideal incluye invitar, charlar, reír y luego, cuando se van los invitados, recoger todo. "No hay nada que me guste más que recibir a gente en casa y dejarlo todo recogido cuando se van". Esta frase resume su filosofía: el hogar es un refugio para compartir, pero también un espacio que se cuida al detalle.

La vivienda de Verdú, ubicada en el centro de Madrid, según medios especializados, destaca por su abundante luz natural, los tonos neutros y un mobiliario que mezcla tradición y modernidad. No es solo un escenario para descansar, sino también una obra de estilo personal.

El gusto por el orden no es casual. En la misma entrevista, Verdú reconocía que se siente satisfecha al levantarse y encontrar su casa "como la patena". Para ella, el bienestar no reside únicamente en el ocio o la fama, sino también en la armonía de su vida diaria y en un entorno que fomente la paz.

Su vida profesional alimenta ese orden vital. Con más de 30 años trabajando en cine, teatro y televisión, Verdú ha sabido canalizar su éxito hacia una estabilidad que mucha gente en su profesión envidia. "Tengo tres pisos, sí", confesó en una entrevista, "pero es que llevo trabajando treinta años. Y no tengo nada más".

Esa franqueza enlaza con su manera de vivir: sin ostentaciones superfluas, con gusto, tranquilidad y autenticidad. Además, en esa casa, cada detalle importa: la pequeña biblioteca ordenada, las estanterías sin desorden, los textiles correctamente combinados...

Todo refleja una obsesión positiva por el bienestar cotidiano. Verdú no necesita discursos grandilocuentes sobre su éxito; prefiere que su hogar hable de ella.

Y es que, al final, su lema es sencillo: crear un lugar en el que sentirse tranquilo, donde los amigos se sientan acogidos y donde todo quede ordenado y recogido cuando la puerta se cierra. Ese es su lujo: un hogar que funciona, que brinda acogida y que emana tranquilidad.

En resumen, la actriz muestra que el éxito y la vida pública no impiden tener un buen cuidado de las rutinas del hogar. La casa de Maribel Verdú es la evidencia de que el orden, la autenticidad y la calidad de vida pueden ir juntas. Al fin y al cabo, no hay nada que le haga más feliz que recibir en su casa... y encontrarla completamente limpia al día siguiente.