Antigua casa romana.
Los romanos lo hacían hace siglos y sigue funcionando: el detalle decorativo que cambia cualquier hogar sin reformas
No necesitas obras, ni presupuestos elevados. Los antiguos romanos ya lo sabían: este recurso transforma por completo la percepción del espacio.
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Los romanos fueron grandes innovadores en arquitectura y diseño. Pero más allá de los acueductos o los mosaicos, había un detalle decorativo que usaban en sus hogares para embellecer los espacios sin necesidad de obras ni grandes gastos.
Se trata de algo tan simple y efectivo que ha perdurado durante siglos: el uso de cortinas en interiores más allá de las ventanas. Cortinas que no solo servían para cubrir, sino para dividir, suavizar y dar calidez a cualquier estancia.
Hoy, este truco ancestral se ha modernizado. Y sigue siendo uno de los recursos favoritos de interioristas para renovar un hogar con poco esfuerzo. Colocar una cortina en el lugar adecuado puede cambiar radicalmente la atmósfera de tu casa.
Interior de un hogar romano ostentoso y con cortinas.
Los romanos usaban tejidos colgados para delimitar zonas dentro de sus viviendas. Separaban estancias, creaban privacidad o simplemente atenuaban la luz. Con una simple tela, redefinían el espacio.
En la actualidad, esa misma idea ha vuelto con fuerza. Colocar una cortina entre el salón y el comedor, o entre el dormitorio y el vestidor, permite crear zonas independientes sin levantar muros.
Además, es una solución perfecta para pisos pequeños, estudios o viviendas abiertas tipo loft. Las cortinas actúan como barrera visual pero se recogen fácilmente cuando se necesita amplitud.
Uno de los mayores atractivos de esta solución es su bajo coste. Cambiar una cortina es mucho más barato que hacer una reforma, y el impacto visual puede ser igual de potente.
Basta con una barra bien colocada y una tela bonita para transformar cualquier rincón. Además, las telas aportan textura, color y movimiento, lo que añade riqueza visual a la decoración.
Puedes elegir materiales ligeros como lino o gasa por un look más etéreo, o tejidos más pesados como terciopelo si buscas elegancia y recogimiento.
Una estancia romana con cortinas.
Otro uso recuente de las cortinas como elemento decorativo es ocultar zonas que no queremos mostrar: desde una despensa a una estantería desordenada o un armario sin puertas.
También es muy útil en zonas de paso como recibidores o pasillos. Una cortina en lugar de una puerta puede suavizar el tránsito y dar una sensación más acogedora, especialmente si se combina con iluminación cálida.
Además, permite jugar con los colores y estampados sin asumir riesgos. Si te cansas, simplemente cambias la tela y listo.
El éxito de esta técnica está en saber colocarla. No se trata de colgar cortinas al azar, sino de pensar en cómo pueden mejorar la circulación, tamizar la luz o dar privacidad.
Un dormitorio romano con cortinas.
Por ejemplo, en un dormitorio sin puerta al baño, una cortina de lino puede aportar intimidad sin restar luminosidad. En un salón, puede cubrir una zona de almacenaje o incluso el televisor cuando no se está usando.
El tejido es fundamental. Debe combinar con el resto de la decoración, y tener la caída adecuada para que no parezca improvisado.
Aunque su origen es milenario, este recurso no es exclusivo de casas con estética romana o vintage. Funciona igual de bien en interiores modernos, nórdicos, boho o industriales, dependiendo del tipo de cortina que elijas.
Puedes optar por una cortina blanca vaporosa para un look minimalista, o por una estampado geométrico si quieres un toque más actual. También hay modelos tipo panel japonés o cortinas de doble caída para un efecto sofisticado. Lo importante es aprovechar la versatilidad del textil como herramienta decorativa, no solo funcional.
Estancia con lujosas cortinas.
Los romanos ya lo habían, y siglos después seguimos recurriendo a él. Las cortinas son el arma secreta para cambiar la percepción de cualquier espacio sin meterse en reformas.
Fáciles de instalar, asequibles y con mil posibilidades, las cortinas como elemento decorativo son una solución inteligente, práctica y con mucha historia.