Esta es la casa donde vive Carlos Alcaraz.

Esta es la casa donde vive Carlos Alcaraz.

Interiorismo

Esta es la casa donde vive Carlos Alcaraz cuando no está viajando: acogedora, funcional y llena de recuerdos

En una cabaña prefabricada de madera en la academia de Juan Carlos Ferrero, el tenista español ha encontrado un refugio donde descansar, entrenar y mantener su conexión con sus raíces, lejos del bullicio mediático.

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Carlos Alcaraz, el prodigio del tenis español, no vive en un lujoso ático tras cada victoria. Desde hace tres años, el murciano reside en una modesta cabaña de madera dentro del complejo donde entrena con Juan Carlos Ferrero.

La vivienda, de estilo prefabricado, parece sacada de una película de montaña: con estructura cálida, ventanales y lo justo para una vida práctica y cercana al deporte. Un lugar sencillo que se ha convertido en su hogar temporal.

Aunque no es una sorpresa de lujo, este espacio refleja la filosofía de Alcaraz: humildad, disciplina y cercanía. Aquí hace vida familiar, se recupera tras partidos y mantiene la rutina sin ostentación.

La cabaña se encuentra en la sede de la academia de Ferrero, lo que permite a Alcaraz entrenar al máximo sin desplazarse. Desde aquí accede fácilmente a pistas, gimnasio y todo lo necesario.

Con un dormitorio, baño y sala de estar, el espacio cumple las necesidades básicas del joven campeón. Un hogar que apuesta por lo funcional y lo acogedor, sin complicaciones.

Aunque sencilla, la cabaña está decorada con toques personales: fotos familiares, pequeños trofeos y símbolos de su trayectoria acompañan al tenista en su rutina diaria.

Este tipo de detalles aseguran que el espacio no sea solo funcional, sino también afectivo. Entre entrenamiento y torneos, Alcaraz encuentra en este entorno una conexión emocional con sus orígenes.

La construcción de madera y la ubicación entre árboles crean un entorno que ofrece serenidad. El tenista puede pasear, relajarse y recargar energía en armonía con la naturaleza, lejos del estrés mediático.

La luz natural que entra por los ventanales y el silencio del entorno hacen de esta cabaña un lugar ideal para el descanso mental y físico, esencial tras jornadas exigentes.

Debido a su calendario internacional, esta cabaña es un hogar temporal que se adapta a sus necesidades. Mientras él viaja, queda disponible para estancias cortas entre torneos.

Este modelo de vida muestra que, incluso en plena élite, se puede mantener un estilo de vida sencillo, funcional y conectado con lo más importante: el deporte, la familia y el descanso.

En una era donde los deportistas suelen lucir residencias ostentosas, Carlos Alcaraz marca la diferencia con esta cabaña de madera. Funcional, cercana y emocional, este espacio refleja su autenticidad y los valores que le han llevado a lo más alto.

Más que un lugar donde dormir, esta modesta casa es un refugio donde Alcaraz recarga fuerza, recupera cuerpo y honra sus inicios. Una elección que habla tanto de su personalidad como de su vocación.

La decisión de Carlos Alcaraz de vivir en un entorno tan humilde ha inspirado a muchos jóvenes tenistas. Para ellos, es una muestra de que no hace falta el lujo para alcanzar el éxito, sino constancia, enfoque y rodearse de las personas adecuadas. La cabaña se ha convertido en un símbolo de sencillez con propósito.

Aunque pase largas temporadas compitiendo, Alcaraz mantiene un fuerte lazo con su familia. En su cabaña, las fotografías de sus padres y hermanos ocupan un lugar destacado. “Siempre están conmigo, aunque sea en forma de imagen”, ha dicho en alguna ocasión, demostrando que, para él, el hogar también es el cariño que lo acompaña.