Lara Álvarez en el pódcast de Vicky Martín Berrocal.

Lara Álvarez en el pódcast de Vicky Martín Berrocal.

Estilo de vida

Lara Álvarez (39), sobre por qué abandonó Mediaset después de 10 años: "Sentía culpa y ansiedad"

Lara admite que durante años se sintió "perdida en el camino"; sin embargo, su salida estuvo marcada por el agradecimiento.

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Lara Álvarez fue, durante más de una década, uno de los rostros más sólidos y reconocibles de Mediaset España. Su imagen quedó asociada a grandes formatos, a emisiones en prime time y a una carrera que, desde fuera, parecía responder al manual clásico del éxito televisivo: visibilidad, continuidad y prestigio.

Sin embargo, el 20 de febrero del 2024, la cara visible de programas como Supervivientes anunció que abandonaba el grupo de comunicación. Detrás de los focos y de los aplausos, Lara comenzó a experimentar una sensación de desconexión que no se veía desde fuera y que no se ha entendido hasta casi un año después.

Ha sido en el pódcast de Vicky Martín Berrocal donde ha hablado profundamente sobre el tema. A pesar de tener "un contrato increíble" y diez años de estabilidad profesional, la presentadora tomó la decisión de marcharse porque sentía que seguir suponía traicionarse a sí misma.

Las razones económicas y personales de su decisión

El pódcast de Vicky Martín Berrocal se ha consolidado como uno de los espacios donde los famosos se permiten bajar la guardia. En él hemos podido escuchar a Cristina Pedroche reflexionar abiertamente sobre la maternidad o a Sofía Vergara confesar la importancia que tiene el dinero en su vida y en su carrera.

Esta vez, ha sido Lara Álvarez quien ha relatado uno de los momentos más mediáticos de su carrera: su salida de Mediaset después de 10 años en el grupo de comunicación.

Durante la charla, Lara explicó que salida respondió, ante todo, a una necesidad vital de recuperar la conexión consigo misma y de ser fiel a sus valores.

Reconoce que, durante los últimos años, había empezado a sentirse "perdida en el camino", sosteniendo proyectos que ya no conectaban con lo que era ni con lo que quería expresar.

Según cuenta, para poder seguir adelante, durante los últimos años tuvo que desconectarse emocionalmente y funcionar en una especie de piloto automático que le permitía cumplir con las expectativas externas, pero a costa de silenciar su voz interior.

Sin embargo, fue un comportamiento que no pudo alargar y llegó un punto en el que aceptar determinadas directrices, adaptarse a una imagen o a un rol que no sentía propio, le generaba una profunda incomodidad, como si cada paso la alejara un poco más de su esencia.

Lara Álvarez en el pódcast 'A solas con...' de Vicky Martín Berrocal.

"Si yo durante un proyecto noto que esto se está apagando, que esto ya no está vibrando conmigo, que yo ya no puedo formar parte de esto de una manera auténtica y 100% real, es el momento de decir adiós y no pasa nada", explica la presentadora.

Ese desgaste no fue solo emocional, sino también vital. Su trabajo implicaba grandes responsabilidades y sacrificios personales, especialmente las largas estancias en Honduras, a miles de kilómetros de su familia y de su entorno afectivo.

"Supervivientes me obligó a enfrentarme a mi mayor miedo, que era la soledad. Sin embargo, me hizo crecer en todos los aspectos y ahora intento trascender esa soledad desde el agradecimiento, sintiéndome afortunada por haber vivido esa historia", apunta.

Más allá de estos sentimientos, Lara explica que su concepto de éxito empezó a transformarse. Aquello que durante años había sido el objetivo —liderar programas de máxima audiencia, mantener una presencia constante en televisión y recibir reconocimiento público— dejó de resultarle suficiente.

En su lugar, comenzó a ganar peso en su mente otra idea muy distinta: la libertad. Libertad para elegir, para decir que no, para implicarse solo en aquello que realmente le permitiera estar presente al cien por cien… Entendió que, si un proyecto no le permitía ser auténtica, el verdadero acto de coherencia era marcharse.

Un elemento clave que le permitió tomar esa decisión sin red fue su solvencia económica. Tras dos décadas de carrera y una gestión prudente de sus ingresos, Lara pudo permitirse dejar Mediaset sin tener otro trabajo cerrado.

Ella misma subraya que esta estabilidad fue una herramienta de libertad, ya que pudo decidir desde la calma y la convicción, y no desde el miedo a no llegar a fin de mes. Reconoce ese punto como un privilegio, pero también como el resultado de años de trabajo constante y responsabilidad financiera.

Pese a todo, su salida no estuvo marcada por el resentimiento. Al contrario, Lara habla de Mediaset desde el agradecimiento: fue una cadena que le dio oportunidades extraordinarias, un enorme crecimiento profesional y una estabilidad económica que hoy le permite vivir con tranquilidad.

En la actualidad, Lara Álvarez no está vinculada a un programa ni a una cadena de forma tradicional. Se encuentra en una etapa de exploración y redefinición personal y profesional, centrada en encontrar nuevas formas de comunicar alineadas con sus valores actuales.