Protesta contra la ocupación

Protesta contra la ocupación EFE

Estilo de vida

Una propietaria okupa su propia casa y hace huelga de hambre dentro de ella: "De aquí me sacan muerta o en camilla"

España, a pocos días de que termine el año, supera las 23.000 viviendas okupadas, siendo Girona la comunidad más afectada.

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Tan solo en 2024, España registró 16.426 denuncias por ocupaciones, según el Ministerio del Interior, convirtiendo la okupación en uno de los temas que más preocupa a ciudadanos en general, y propietarios en particular.

Esta historia es una de las que tanto indignan a la población. Se trata de una propietaria que se ve forzada a okupar su propia vivienda porque otros okupas la habitan, está generando una oleada de indignación y atención en España.

La protagonista es la propietaria de esta vivienda y ahora también okupa. Impulsada por la desesperación de una mujer que tuvo que recuperar su casa por la ventana, como se puede ver en un vídeo publicado por El Debate.

Dueña legítima de su casa, se ve empujada al límite y decide okupar su propio hogar, el mismo que había sido tomado por intrusos meses atrás.

La imagen de una propietaria accediendo a su vivienda por una ventana, iniciando una huelga de hambre y exigiendo soluciones, se ha viralizado y evidencia la impotencia de muchos ciudadanos ante la actual legislación y el fenómeno de la ocupación.

De propietaria a okupa

La protagonista, mirando a cámara grita desde el "piso okupado": "¡Estoy aquí ocupando mi casa porque esta ventana estaba abierta! ¡Es un asco de país!", dice indignada.

Sus palabras, llenas de rabia y desesperación, reflejan el sentimiento de impotencia de otros tantos propietarios que sufren la misma situación: "¡Estoy aquí en mi casa, haciendo una huelga de hambre! ¡Voy a salir o muerta o en camilla!"

La afectada, con problemas de salud y bajo una fuerte medicación, decidió entrar a su casa aprovechando un descuido de los okupas, quienes la habían habitado durante meses.

Ante la falta de soluciones, ella misma comenzó una huelga de hambre, reclamando atención mediática y ayuda de las autoridades.

El 'absurdo legal'

Lo que más asombra en este caso no es la capacidad de resistencia de la propietaria, sino el aviso de la Guardia Civil y la Policía Nacional: los okupas podrían denunciarla por un delito de apropiación indebida al intentar recuperar su vivienda.

"Tócate los maripepa", exclama la mujer en pleno shock. En otros incidentes recientes, familias que lograron recuperar su hogar durante unas horas recibieron el mismo revés judicial.

Mujer okupa su propia casa.

Tras la denuncia de los okupas, fueron obligados por la policía a abandonar su propia casa, devolviendo la posesión a quienes la habían tomado ilegalmente.

Las leyes actuales y la interpretación de algunos juzgados perpetúan esta desprotección, donde el propietario puede ser señalado como infractor mientras los okupas permanecen impunes durante meses, incluso años.​

Impacto psicológico

El fenómeno de la okupación no solo provoca un daño material, sino un profundo deterioro emocional en quienes lo sufren.

El problema se agrava cuando la pérdida de la vivienda afecta a menores, personas con problemas de salud o familias enteras.

Casos como el de Mos, donde una madre lucha por recuperar la casa heredada de su abuela y denuncia el deterioro emocional de su hijo, muestran el lado más oscuro de una crisis que va mucho más allá de los simples bienes materiales.​

Cada vez son más los afectados que se organizan en asociaciones, recurren al apoyo vecinal y utilizan las redes para presionar a la Administración. Sin embargo, los avances legislativos, como los procedimientos "exprés" de desalojo contemplados por la Ley de Enjuiciamiento Civil, resultan insuficientes ante la saturación de los juzgados y la complejidad de los casos.​