Imagen de ilustración de una mujer trabajando en la construcción.
Una albañila, sin rodeos sobre su sueldo: "Nos pagan igual que a los hombres cuando levantamos el mismo peso"
En un vídeo de YouTube, Karen confiesa que cuando llegó, su sueldo era muy diferente al que tenían los hombres.
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En España, las mujeres representan aproximadamente el 11.2% de la fuerza laboral en el sector de la construcción. Una cifra que, aunque resulte sorprendente, ha aumentado en los últimos años.
Son muchos los motivos por los que en este tipo de oficios existe una diferencia tan grande entre géneros. Muchas mujeres prefieren oficios más femeninos, o, simplemente, no tan rodeados de tabúes.
Todavía sigue siendo muy común el sorprendernos por encontrar mujeres en la obra; sin embargo, hay quienes rompen con la media. Una de esas mujeres es Karen, que comenzó en la construcción a los 16 años y no tiene problema en confesar su salario: "al principio, era muy diferente al de los hombres".
La importancia de la fuerza
Uno de los motivos principales por los que muchas mujeres no se dedican al sector de la construcción es la fuerza física. Los hombres tienen mayor tamaño corporal que las mujeres, lo que implica una mayor fuerza y mayor masa muscular en términos absolutos.
Aunque estos datos puedan parecer irrelevantes, existen ciertos países, como Latinoamérica, en los que puede marcar una gran diferencia de salario, explica Karen, "muchas mujeres en el sector de la construcción ganan entre un 15% y un 30% menos que los hombres".
Sin embargo, tal y como cuenta Karen, ella sí logró igualar su salario "al demostrar su capacidad y esfuerzo" en labores físicas y, especialmente, en cargar el mismo peso que un hombre.
Karen empezó en el oficio de la construcción a los 16 años. Toda su familia se dedica a ello y, "por necesidad" comenzó a realizar las mismas tareas.
Sin embargo, la desigualdad la percibió nada más empezar. Ella confiesa ser la "única mujer en la empresa", a lo que rápidamente le cogió el truco. "Entre mujer y hombre no es mucha la diferencia", apunta uno de sus compañeros.
La diferencia principal, en cambio, no se aprecia a simple vista, como es el caso del salario. Según explica Karen, cuando empezó "el salario era muy diferente al de los hombres".
Karen hablando sobre su experiencia en la construcción.
"Ahora mi desempeño ha mejorado y cargo más o lo mismo que un hombre, entonces se ha igualado", explica.
En España, la legislación española, como la de la mayoría de países desarrollados, promueve la igualdad salarial por trabajos de igual valor, según el Ministerio de Trabajo y Economía Social.
Si bien el trabajo físico extenuante, como cargar mucho peso en una obra, puede considerarse más efectivo, no existe una relación directa donde a mayor peso cargado, mayor salario.
En cambio, existen otras situaciones donde esta brecha salarial sí podría justificarse, como la diferencia en la antigüedad en el puesto o la negociación individual.