
La psicóloga Lucía Luengas.
Lucía Luengas, psicóloga: "Decir que no te gusta discutir es una forma de huir de tus emociones"
La psicóloga Lucía Luengas advierte que evitar los conflictos puede ser una forma de huir de las emociones y debilitar los vínculos.
Más información: Qué son las relaciones fatuas: una tendencia tóxica en el amor cada vez más común entre las parejas españolas
A menudo se piensa que las discusiones son algo negativo, que nunca debería darse, pero hay diferentes expertos que apuntan a que no todo es negativo, llegando incluso a asegurar que es necesario hacerlo en cualquier tipo de vínculo afectivo. Así lo defiende la psicóloga Lucía Luengas, que recalca que evitar las discusiones es una forma de huir de las emociones propias.
En una de sus publicaciones en su cuenta de Instagram (@luciawesom), la psicóloga, que habitualmente publica contenido acerca de la salud mental, se ha referido a las discusiones, comenzando por decir que "no es que no te guste discutir, es que evitas tener conversaciones incómodas porque no eres capaz de sostener las emociones desagradables que eso despierta en ti".
Lucía Luengas explica que evitar discutir no solo tiene consecuencias negativas para quien huye de este tipo de situaciones, sino también sobre la persona con la que se deja abierto un conflicto sin resolver. En su opinión, cuando alguien evita la discusión, deja a la otra parte en una posición en la que es ella la que está buscando el conflicto.
En estas situaciones, es habitual que la persona que no es capaz de enfrentarse a las situaciones acabe por decir la frase "a mí no me gusta discutir", que habitualmente se encuentra acompañada de una culpa hacia el otro, del tipo "Es que siempre estás discutiendo". La experta asegura que esto no es realmente cierto, sino que lo que se busca es crear un espacio en el que poder expresarse.
Sin embargo, Lucía Luengas recalca que el hecho de evitar, huir o no hablar un problema, no va a hacer que este desaparezca. La psicóloga explica que el comportamiento de esas personas que evitan cualquier conflicto se puede deber a que, desde que son pequeñas, han aprendido que esta es la manera de gestionar los problemas.
Ante este tipo de casos, ella recalca que es necesario responsabilizarse y entender que "en cualquier tipo de vínculo, es importante conservar y discutir". Yendo un paso más allá, destaca que las parejas más fuertes son aquellas que son capaces de enfrentarse a las conversaciones incómodas, siendo capaces de explorar los sentimientos generados entre los dos.
De esta manera, la experta en salud mental destaca que discutir "no es malo, aunque despierten emociones desagradables", si bien indica que la clave está en ser capaces de redireccionarlas para tratar de encontrar una respuesta madura.
¿Para qué sirven las discusiones en pareja?
Todo el mundo busca disfrutar de relaciones sanas, pero no es tan sencillo de conseguir como pueda parecer. Aprender a distinguir esas señales de alerta o red flags que nos avisan de que es una persona poco conveniente es el primer paso, pero toda persona debe poner mucho de su parte para que la relación pueda progresar.
En muchas ocasiones, las dificultades pueden llevar a buscar soluciones a través de la ayuda profesional, en terapia de parejas, de forma que se pueda aprender a distinguir las fortalezas de las debilidades y a trabajar en conjunto para poder salir fortalecidos de las situaciones de crisis.
Uno de los motivos que suele llevar a las parejas a este tipo de situaciones son las peleas constantes, una situación que no debe confundirse en cualquier caso con las discusiones habituales propias de cualquier tipo de relación y que, al contrario de lo que se pueda pensar, pueden llegar a ser saludables, siempre y cuando se respete a la otra persona.
A pesar de que habitualmente se tenga un concepto negativo de las discusiones, la realidad es que estas son una buena herramienta en pareja para poder expresar las diferencias, ayudando a ambas partes a poder llegar a un punto de acuerdo y así crecer en el camino conjunto. Es normal que en el día a día haya discrepancias, y exponerlas es fundamental en una pareja.
De hecho, y al contrario de lo que se pueda llegar a pensar, los expertos recalcan que evitar a toda costa los enfrentamientos en la pareja puede llegar a ser contraproducente, principalmente porque al acumular esos desencuentros en el interior y no darles solución, hará que muy probable el desenlace futuro sea mucho peor.
Las discusiones en pareja son positivas porque ayudan a que las personas involucradas en las mismas se puedan conocer mejor la una a la otra, además de sus puntos de vista y su forma de pensar, al mismo tiempo que ayudan a ser más sincero y a que sea más fácil exponer cuando hay algo en lo que no se está de acuerdo.

A través de ellas también se pueden detectar problemas y buscar soluciones, consiguiendo de esta forma que la intimidad en la pareja sea mayor y la relación se fortalezca. No obstante, solo sucederá de esta manera cuando las discusiones se gestionen de una forma adecuada, y cuando estas tienen solución y no llegan a un punto de vista en el que es imposible ponerse de acuerdo, caso en el que puede convertirse en un problema difícil de resolver.
Para que una discusión de pareja pueda ayudar a fortalecer la relación es imprescindible saber escuchar, lo que ayuda a conocer el punto de vista de la otra persona, pero también para hacer que sea más sencillo exponer el argumento propio, pues el entendimiento debe ser cosa de las dos partes. También conviene no interrumpir, no caer en el insulto ni tampoco levantar el tono de voz, pues siempre se debe mantener el respeto a la pareja.