Emilia Gómez Pardo (Arpa Ediciones)

Emilia Gómez Pardo (Arpa Ediciones)

Estilo de vida

Emilia Gómez Pardo, la bióloga molecular que tiene las claves para prevenir el cáncer

La doctora en Bioquímica acaba de lanzar su libro Más vida, menos cáncer (Arpa Editores, 2023).

17 agosto, 2023 01:08

Es doctora en Bioquímica y Biología Molecular y asesora científica de la Fundación CRIS contra el cáncer. Hablamos de Emilia Gómez Pardo, que acaba de escribir Más vida, menos cáncer (Arpa Editores, 2023), una guía donde recoge los principales factores de prevención del cáncer: alimentación, ejercicio, alcohol y tabaco.

[Estos son los alimentos más ricos en vitamina B12, más allá del salmón]

A través de los avances científicos más punteros y recientes en la investigación contra el cáncer, la doctora Gómez Pardo explica qué hacer y qué no hacer para disminuir el riesgo de padecer esta enfermedad y vivir más años.

Desde magasIN hemos tenido la oportunidad de hablar con Emilia, que nos ha explicado todo lo que debemos saber para llevar una vida más saludable y, por lo tanto, mucho más preventiva con respecto al cáncer. 

¿Qué es lo que te ha llevado a escribir el libro Más vida, menos cáncer (Arpa Editores, 2023)? 

Pues mira, yo llevo muchos años trabajando en proyectos de promoción de la salud y siendo colaboradora de la Fundación CRIS contra el Cáncer. Durante todos estos años siempre había la misma afirmación por parte de la gente: 'Si yo supiera lo que tengo que hacer para prevenir el cáncer, de verdad que lo haría'.

Esa frase ha sido la que me ha llevado a escribir este libro, donde no hablo solo del estilo de vida preventivo del cáncer, sino de otras muchas enfermedades. El tema principal es el cáncer, sí, pero porque hay muchísimo desconocimiento de su relación con el estilo de vida. Es una enfermedad que para la mayoría de nosotros está más desconectada.

Todos entendemos que las enfermedades cardiovasculares tienen mucho que ver con la alimentación, con el colesterol. Lo mismo pasa con la diabetes, por ejemplo. Pero en el cáncer hay una especie de ideario general de que es una maldición que te cae y de que no tenemos en nuestras manos ninguna posibilidad de gestionarlo ni de evitarlo. Y esto no es verdad.

¿Cuál es el objetivo principal del libro?

Primero concienciar a la gente de la situación en la que estamos. Cuando hablamos de cáncer sabemos que se ha avanzado mucho, que se ha incrementado el porcentaje de supervivencia… Pero en prevención aún nos queda un trabajo muy importante que hacer.

Cada año, aumenta más el porcentaje de nuevos casos de cánceres, por lo que es importante poner ahí nuestro foco, identificar que es lo que nos pone en situación de riesgo y al contrario, que es lo que nos protege.

Ese el objetivo de mi libro: poner negro sobre blanco los factores de riesgo y, sobre todo, lo que es mucho más relevante, los factores de protección.

Cuáles son los hábitos como principales que deberíamos eliminar de nuestra vida y de nuestro día a día para prevenir un futuro cáncer.

El principio más básico es no hacernos daño de antemano, porque no tiene sentido hacernos daño y estar reparándolo continuamente. Y en cuanto a hábitos, hay dos principales que son los que causan un daño inconmensurable: el tabaquismo y el consumo de alcohol.

Estos dos hábitos hay que erradicarlos de la vida, porque los dos están directamente relacionados con el cáncer. Luego está la alimentación y la actividad física, dos elementos que podemos utilizar a nuestro favor como escudo protector de muchas enfermedades.

Pero cuidado, también pueden convertirse en factores de riesgo si llevamos una vida sedentaria y nos alimentamos mal.

¿Cuánta importancia tiene la alimentación en la prevención y la curación de enfermedades?

La alimentación como factor terapéutico tiene muchísima importancia. Nos hemos desconectado de lo que significa comer, no somos conscientes de que comer conlleva aportar a nuestro cuerpo los nutrientes y todas las cosas que necesita para que los procesos internos y fisiológicos funcionen.

Hemos dejado de entender que la alimentación es nuestra medicina, porque nos da lo que necesita el sistema inmune y lo que necesita el cuerpo para luchar contra la inflamación, un componente que tienen muchas enfermedades como las cardiovasculares o las neurodegenerativas.

Todas tienen procesos comunes y todas, se curan directamente con la alimentación como coadyuvante. En el caso del cáncer, la alimentación no lo cura, pero ayuda mucho y es muy importante que personas que están en un proceso de sanación estén bien alimentadas.

Los efectos secundarios son mucho mejores y el pronóstico de vida es mucho mayor, porque la respuesta al tratamiento es mejor. La alimentación siempre debería ser percibida como un foco terapéutico.

Teniendo esto en cuenta, ¿en los hospitales se ofrece una alimentación correcta?

No. Es verdad que hay ya como una corriente de cambio fundamental. Hay hospitales que empiezan a hacerlo bien, pero rotundamente. Hay muchísimo, muchísimo que mejorar, no solamente en pacientes de cáncer. Es necesario volver a posicionar la alimentación en el nivel que le corresponde.

En Estados Unidos ya se están haciendo estudios de como la alimentación aumenta la supervivencia y esto son datos que deberían importar al sistema sanitario, ya que al final, repercute directamente en número de días de hospitalización de los pacientes.

Qué hábitos de alimentación o que alimentos son beneficiosos para prevenir el cáncer.

Pues mira, yo utilizo el término alimentación oncosaludable para referirme a este tipo de alimentación que se basa en alimentos que son buenos para prevenir el cáncer. La alimentación oncosaludable es aquella definida como mayoritariamente vegetal, poco procesada, tan difícil de hacer como fácil de decir.

Es antiinflamatoria, nutritiva, y, en principio, no es exclusivamente calórica. Esto es justo lo contrario a cómo es la alimentación ahora. Se comen muchísimos ultraprocesados, carne procesada, alcohol, bebidas azucaradas y muchísima presencia de carne roja. Todo esto hace que aumente el riesgo de cáncer, ya que es muy poco nutritiva, oxidativa e inflamatoria.

También recalcas mucho la importancia del ejercicio.

Sí, por qué es importantísimo. El cuerpo está diseñado para moverse, no hablo de una actividad física en el sentido de ir al gimnasio y estar una hora haciendo deportes todos los días, sino de llevar una vida 'movida'.

Hoy en día pasamos muchas horas sentadas, van de casa al trabajo en coche, del trabajo al sofá, y del sofá a la cama. Esa vida sedentaria está directamente relacionada con siete tipos de cáncer diferentes. Dicho, esto, ¿es importante hacer ejercicio?

Por supuesto, sea la actividad que sea, es crucial moverse mucho porque uno de los dos factores que afectan al cáncer es la falta de actividad física. Hay que trabajar en ello y procurar estar sentado el tiempo justo.

Vivimos en una sociedad en que nos falta tiempo para muchas cosas. Al final, llevar una alimentación saludable y una actividad física diaria conlleva tiempo y esfuerzo. ¿Cómo podemos incorporar, de manera más fácil, este hábito a nuestro día a día?

Al final buscamos un equilibrio y querer es poder. Es cierto que no es nada fácil. Si fuera fácil y, digamos, la elección más sencilla para todos nosotros, no tendríamos las cifras de enfermedades que tenemos ahora.

Portada libro 'Mas vida, menos cáncer'

Portada libro 'Mas vida, menos cáncer'

Tenemos que ser capaces cada uno de nosotros de enfrentarnos a los retos de la sociedad en el momento en el que nos está tocando vivir. Y ahora los retos para ser sano son muchos, pero superarlos vale la pena.

Tenemos que adoptar una postura activa para proteger nuestra salud e identificar que podemos hacer mejor. Por ejemplo, si pasamos la mayor parte de nuestro día trabajando, igual no podemos dedicar dos horas a ir al gimnasio diariamente, pero sí podremos levantarnos un poquito antes y dar un paseo, hacer unos estiramientos o varias sentadillas.

Por otro lado, debemos quitarnos de la cabeza la idea de que alimentarse saludablemente es aburrido, es complicado y requiere mucho trabajo. Solo hace falta aprender y planificar. Y eso es lo que digo en mi libro, que la gente se conciencie y sepa que no es tan complejo.

No es fácil, pero es posible. Además, tampoco hay que hacerlo perfecto desde el principio. Empecemos haciendo cambios pequeños, y cuando los tengamos y ya estén adquiridos, pues a los siguientes. 

¿Crees que como sociedad entendemos el cáncer de manera correcta? 

No. La mayoría de las personas, para empezar, creen que el cáncer es hereditario, que lo tenemos en nuestros genes y que si te toca, te toca. Esto es falso, solamente el 5% de los cánceres son hereditarios, es decir, genéticos. Eso significa que el resto, el 90%, son adquiridos, esporádicos, y nosotros tenemos mucho, pero que muchísimo por hacer.

La mayoría de personas no saben que eso de pasarte ocho horas sentado la mayoría de los días, te ponen en la puerta de salida de al menos siete cánceres o que el consumo de alcohol está muy relacionado, por ejemplo, con el cáncer de mama en la menopausia, o que la falta de consumo de alimentos con fibra es responsable de un porcentaje muy elevado de cáncer de colon.

Es que de verdad que no somos conscientes. Por eso hay que insistir e insistir, y hacer campañas de información y de concienciación. Luego ya cada uno que decida, pero con el conocimiento en las manos.

Tres o cuatro claves principales que resuman el contenido del libro y que nos ayuden a llevar una vida más saludable. 

Lo primero de todo diría que nunca es tarde, da igual el momento en el que te encuentres, si eres joven, mayor, si eres hombre, si eres mujer… Tengas lo que tengas, ese momento es bueno para empezar a hacer cambios, identificar que haces bien, que eso también es importante y mantenerlo, e identificar dónde puedes mejorar también.

También diría que no hace falta hacer grandísimos cambios para que el impacto en el cuerpo sea beneficioso. Por ejemplo, si hablamos de sobrepeso, perder un 5% del peso, ya tiene un impacto muy positivo en la salud. No hay que plantearse grandísimos objetivos, sino pequeños cambios.

El tercer consejo es que cambiemos nuestra manera de comer. Dejemos de comer tan mal y eliminemos todos esos alimentos que nos hacen tanto daño. Focaliza en minimizar, cuanto más puedas mejor. Los ultraprocesados, las bebidas azucaradas, el alcohol, por supuesto, la carne procesada. Eso cuanto antes lo elimines y cuanto más lo elimines de tu vida, mejor.

Apostemos por la alimentación saludable que vale mucho la pena. Muchas verduras, frutas, legumbres, cereales integrales, frutos secos, hierbas, semillas, etc. Y movernos, movernos siempre como sea, cuando sea, aunque sea poquito, todo suma.