Maquilladora trabajando en su clienta.

Maquilladora trabajando en su clienta. iStock

Belleza

La maquilladora Susana Marín tajante sobre cómo quitarte años a los 50: "El lápiz de ojos nude es esencial"

Esta técnica, sencilla, asequible y realmente efectiva, ha sido aplaudida por todo aquel que lo ha incorporado a su rutina de maquillaje.

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A medida que los años pasan por nosotros, debemos tener muy en cuenta que la rutina de maquillaje o trucos de belleza que tanto nos favorecían a los 20, a los 50 pueden convertirse en nuestro peor enemigo.

La mirada es una de esas zonas en las que más se nota el paso del tiempo, de ahí que se deba prestar especial importancia a potenciarla. El párpado cae, los ojos se ven más pequeños y el rostro parece más apagado.

Sin embargo, hay un truco de maquillaje, simple y efectivo, que puede abrir e iluminar tus ojos al instante. La maquilladora Susana Marín, lo tiene claro: "Con un lápiz de ojos neutro (nude), maquillo la línea inferior del ojo porque abre la mirada y la ilumina".

Se trata de un gesto tan sencillo como eficaz que se ha convertido en su sello personal y en un secreto viral entre las mujeres que buscan verse más jóvenes sin complicaciones. Marín, gracias a su experiencia profesional y personal, ha aprendido a adaptar técnicas y productos a las necesidades de las pieles maduras.

A diferencia del clásico delineado negro, que puede endurecer los rasgos y cerrar visualmente el ojo, el tono beige suaviza la expresión, neutraliza el enrojecimiento de la mucosa y da un efecto óptico de mayor apertura y frescura. El resultado: una mirada más despierta, descansada y rejuvenecida en segundos. "Es un truco que siempre utilizo en mí y en mis clientas", asegura Susana.

El maquillaje: tu aliado

La piel cambia con el paso de los años. Aparecen las líneas de expresión, se pierde firmeza, el contorno del rostro se difumina y los ojos pueden parecer más pequeños o caídos. Pero eso no significa renunciar al maquillaje, sino todo lo contrario: usarlo de forma inteligente. Y ahí es donde entra en juego este truco de experta.

El secreto está en cambiar la mentalidad, no se trata de cubrir, sino de realzar. "Hay que dejar de pensar en maquillar para esconder y empezar a hacerlo para potenciar lo que sí tenemos", explica la maquilladora. Y, para eso, nada como los tonos suaves, las texturas ligeras y la iluminación estratégica.

Antes de aplicar cualquier producto, la piel debe estar bien preparada. Susana recomienda comenzar con una rutina que incluya sérum antioxidante, crema hidratante con ácido hialurónico y un buen protector solar. Este combo ayuda a suavizar la textura de la piel, mejorar su elasticidad y crear una base más uniforme.

Una prebase alisadora específica para pieles maduras puede ayudar a difuminar poros y arrugas antes de la base de maquillaje. El resultado será un rostro más luminoso, sin exceso de producto, que realce tu belleza natural.

Usa el corrector adecuado

A medida que cumplimos años, las ojeras tienden a volverse más marcadas y grises. Para contrarrestarlas, Susana apuesta por correctores en tonos melocotón o beige cálido, siempre con una fórmula hidratante que no marque las líneas.

Aplica el producto solo donde hace falta: en la parte más oscura del contorno, en el lagrimal y un toque en el surco nasogeniano, para aportar luz sin sobrecargar.

Y si quieres un acabado más jugoso, aplica con los dedos, aprovechando el calor corporal para que el producto se funda mejor con la piel.

Adiós a los ojos muy definidos

Una de las claves del maquillaje a partir de los 50 es no recargar los ojos con sombras oscuras ni delineados intensos, que pueden endurecer la mirada. Susana recomienda dar protagonismo a la parte superior de las pestañas, aplicando un delineado interno desde la mitad del ojo hacia el exterior para alargar visualmente la mirada.

¿Y la línea inferior? Aquí es donde entra el famoso lápiz de ojos beige, que cambia el juego por completo. "Al aplicarlo, la mirada se ve más grande, más limpia y más joven al instante", afirma. Añade una buena máscara de pestañas y verás cómo tu expresión cambia por completo.

No te olvides de las cejas. Con la edad, estas suelen volverse más finas y claras, por lo que es fundamental redefinirlas con un lápiz del mismo tono que el pelo, siempre sin sobrecargar. Unas cejas bien estructuradas equilibran el rostro y levantan visualmente el ojo.

En los labios, adiós a los tonos mates y oscuros. Los labiales satinados o los bálsamos con color aportan jugosidad, volumen visual y frescura. Susana recomienda perfilar solo la parte central de los labios con un lápiz ligeramente más oscuro, para darles definición sin endurecer el gesto.