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Mi madre siempre ha comentado que tengo el sentido del olfato muy desarrollado. Nada más llegar al patio delantero de casa de mi abuela, una de esas construcciones típicas andaluzas, sabía qué estaba cocinando.

Soy una persona sinestésica. Los días de la semana tienen colores, hay nombres propios que saben a comida y olores que desatan la nostalgia.

Siempre me he sentido mucho más atraída por aquellas fragancias que se asocian tradicionalmente al género masculino. Cuando era pequeña, me obsesionaba el desodorante de mi padre y los perfumes que utilizaba en los días especiales. Nada de esto contiene trazas del complejo de Edipo.

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Es por esto que no me sorprende en absoluto que cuando me paseo por las secciones de belleza de tiendas especializadas o de centros comerciales, mi nariz siempre lleve mis manos, y mi cartera, hacia propuestas que destilan notas amaderadas, almizcladas, ambarinas, a incienso…

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El resultado de esta tendencia es que en mi tocador los perfumes unisex y masculinos comparten espacio con los femeninos. Un tema aparte sería lo controvertido de este, a veces absurdo, etiquetado de género.

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La experiencia me ha enseñado que al igual que a mí me resultan atractivas estos aromas, le sucede lo propio a la gente que se cruza conmigo, sean chicos o chicas. Y de hecho, hay un olor que no para de levantar pasiones y que encabeza esta lista que reúne aquellas fragancias para ellos que también nos conquistan a nosotras en el más amplio sentido de la expresión.

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    Gucci para ganar

    Uno de los perfumes que atesoro con más cariño es este de la firma italiana. El Guilty Elixir de Parfum Pour Homme es la mezcla perfecta de los dos mundos. Aquel por el que todos pregunta. (165 euros).

    ¿La clave de esto? El extracto de vainilla, un ingrediente que de por sí puede resultar demasiado dulce y femenino, pero que queda perfectamente equilibrado al combinarse con el cuero, ámbar y pachulí. 

    A pesar de que todos estos componentes puedan remitir a una esencia más invernal, el balance que logra su formulación, que también incluye manteca de lirio, Ambrofix y benjuí, lo hace relativamente ligero de cara a utilizarlo también durante los meses más cálidos. 

    En cualquier caso, para aquellas que quieran probar, siempre se puede comenzar utilizándolo con la caída del sol. 
    Gucci
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    La constante

    Por los siglos de los siglos, el CK One de Calvin Klein es un imprescindible. (Desde 24,95 euros en Druni).

    Esta fragancia unisex es infalible, fresca, dinámica y joven. Un reflejo de los mejores años de la casa estadounidense durante la década de los 90 con su disruptiva estética minimalista y limpia que dominó entonces el mercado y que lleva ya unos años experimentando un revival entre celebrities y street style. 

    Las referencias cítricas del líquido que encapsula el frasco son obvias, pero según el maestro perfumista Alberto Morillas, sevillano de nacimiento y creador del aroma, también esconde "té verde, papaya y bergamota que refresca, anclado en el corazón con notas perfectamente equilibradas de nuez moscada, violeta, cardamomo y rosa, e intensificadas en el fondo con ámbar glorioso y almizcle para una cualidad atenuada y difusa".

    Pura poesía olfativa. 
    Druni
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    Pureza envolvente

    Saber trasladar la seña de identidad de una marca de moda a su parte beauty y de perfumería es todo un arte. En Issey Miyake lo han conseguido. 

    En el corazón de la firma japonesa habitan la limpieza, los guiños geométricos, la delicadeza y un minimalismo elevado mediante técnicas de confección complejas y el uso de texturas. Además de sus correspondientes notas olfativas, en los aromas de la casa nipona también se encuentra todo eso. 

    Su ya conocido Le Sel D'Issey lleva la etiqueta de hombre, pero sin duda es una propuesta ante la que rendirse que aúna lo fresco del océano, que puede referenciar en mayor medida lo femenino, con la intensidad de la madera, que hace lo propio con lo masculino. (Desde 76,60 euros en El Corte Inglés).
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    La tendencia

    Los perfumes árabes son la sensación del momento. Sin embargo, debido a su intensidad, no son plato de buen gusto para cualquiera. 

    Para aquellas que se atreven, pero que están dando sus primeros pasos en probar olores más intensos y que se salen un poco de la norma, quizás la propuesta de Magie Rouge de Marrakech Imperial sea un buen comienzo. (240 euros).

    Se trata de nuevo de un aroma que está destinado tanto a ellas como a ellos y que, a pesar de su potencia, resulta muy llevadero. Puede que no sea la alternativa idónea para utilizar desde primera hora de la mañana, pero sí para citas más especiales de noche.

    Es una opción con notas orientales, almizclada, opulenta y muy envolvente. Su formulación es sinónimo de una sensualidad poderosa, no apta para todos los públicos.

    En su esencia, el haba tonka, uno de los elementos más preciados en perfumería, y también más especiales. Y, por supuesto, la siempre atractiva vainilla.
    Maison Parfum
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    Clásico renovado

    Bambú es un clásico de la casa española Adolfo Domínguez. Lleva en mi memoria olfativa desde, al menos, 2012. (44 euros).

    Antes su frasco emulaba precisamente a una rama de esta planta, ahora tiene una estética mucho más actual, pero su esencia permanece. El color verde sigue estando presente, en degradado, y se ha incluido la madera en el tapón del frasco.

    Se trata de una bruma sencilla, que no simple, perfecta para el verano y para llevar a cualquier hora y que, sin embargo, deja huella. O mejor dicho, teniendo en cuenta el sector, estela. Un básico incontestable.
    Adolfo Domínguez
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    Delicadeza exquisita

    Si hay un perfume masculino que puede definirse así, ese es el 001 de Loewe. Toda esta suerte de fragancias numéricas son un sueño, pero esta en concreto se convirtió en objeto de deseo desde su llegada al mercado. (155 euros). 

    Fresca y sensual, así la definen en la web de la firma, y estos dos conceptos se evocaban en su momento en el spot publicitario que lanzaron en televisión, donde se veían unas plantas que iban cobrando vida, latiendo y creciendo, todo en blanco y negro. Las mismas que ilustran su packaging.
    Loewe
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    Para fundirse

    Si es tu primera incursión en el mundo de las fragancias masculinas, Scandal Pour Homme Le Parfum de Jean Paul Gaultier no es para ti. Sin embargo, si ya dominas esta experiencia, es el momento de probarlo. (Desde 81,60 euros).

    Un olor profundo, sensual y muy potente. Casi adictivo. En su interior, geranio, sándalo y, como no podía ser de otra manera, haba tonka. 

    Este aroma es perfecto para las noches de verano cálidas en las que todo resulta más apetecible y el misterio envuelve cada plan.
    Jean Paul Gaultier
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    Muy masculino

    Quizás esta sea la opción más masculina de todas, al menos en apariencia. La estética de Aventus, la marca que firma Creed, es, claramente, para ellos. (Desde 165 euros).

    Sin embargo, esta alternativa resulta mucho más fresca de lo habitual en esta casa de perfumería. 

    En la piel es liviano, como dejan entrever sus notas vibrantes de piña, al igual que el toque cítrico de limón. Sin embargo, también entran en escena la bergamota de Calabria, la pimienta rosa y el pachulí. Nada queda al azar en ninguna de estas combinaciones.

    Su olor es duradero y evoluciona, de forma obvia, desde su rociado conforme van pasando las horas de manera muy especial. 
    Aventus