Mujer paseando.

Mujer paseando. Foto de Nadia Dulina en Unsplash

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Los expertos alertan sobre el lipedema: "No es celulitis, es una enfermedad a la que no se le da la importancia que tiene"

Visibilizar y concienciar sobre esta afección que sufren especialmente las mujeres ha pasado a ser el objetivo de los especialistas en nutrición y medicina.

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Cada vez más expertos en salud, nutrición y belleza alertan de un problema que, a pesar de parecer un problema estético, es una enfermedad crónica que necesita atención. Se estima que el lipedema afecta a 2,64 millones de mujeres, solo en España, una patología que desde 2018 está diagnosticada como enfermedad por la Organización Mundial de la Salud.

Son tantas las ocasiones en las que escuchamos decir, especialmente a mujeres: "tengo las piernas gordas como mi madre y mi abuela". Pero también es frecuente que, debido a este problema, quien lo padece se cansa más de lo normal al caminar o tienen las piernas inflamadas, a pesar de cuidar su alimentación.

En ocasiones puede tratarse de sobrepeso o mala circulación. En cambio, no siempre es fácil de detectar esta patología, que aunque puede resultar "superficial", es mucho más compleja. El lipedema continúa siendo una gran desconocida, incluso dentro del ámbito médico.

Sin embargo, cada vez más profesionales, como la nutricionista integrativa Sandra Moñino o el cirujano especializado, el doctor Burgos de la Obra, insisten en poner el foco sobre esta enfermedad crónica que afecta a millones de mujeres en todo el mundo.

El lipedema no es un simple "problema de piernas gordas". Es una enfermedad crónica que requiere atención médica, conciencia social y empatía. Porque aunque suele decirse que "lo que no se nombra, no existe", el lipedema existe, duele y se puede tratar.

¿Qué es el lipedema?

El lipedema es una enfermedad progresiva que altera la distribución del tejido graso en el cuerpo, acumulándose de forma anómala (y dolorosa) especialmente en las piernas, glúteos y, en algunos casos, también en los brazos.

A diferencia de la obesidad, esta grasa no responde ni a dietas ni a ejercicio físico. Es una inflamación del tejido adiposo que provoca una presión interna creciente, fragilidad capilar y un dolor crónico que puede incapacitar.

Afecta casi exclusivamente a mujeres, y su aparición está estrechamente ligada a los cambios hormonales como la pubertad, el embarazo o la menopausia. De hecho, según diversos estudios, podría afectar hasta al 12% de la población femenina.

Síntomas frecuentes del lipedema

Lo más alarmante es que muchas pacientes desconocen que padecen esta patología. Los síntomas pueden confundirse fácilmente con retención de líquidos o mala circulación. Estos son algunos de los más comunes:

  • Acumulación de grasa desproporcionada en piernas o brazos
  • Dolor al tacto y aparición frecuente de hematomas sin golpes aparentes
  • Sensación de hinchazón
  • Hormigueo
  • Fatiga al caminar o realizar ejercicio leve

'No es estética, es una enfermedad'

La nutricionista Sandra Moñino, especializada en inflamación, lo tiene claro: "No se le da la importancia que tiene. Es una enfermedad, no una cuestión estética".

En su pódcast Con Jengibre y Limón, explica cómo muchas mujeres viven atrapadas en la culpa y la frustración por no lograr adelgazar ciertas zonas de su cuerpo, sin saber que lo que les ocurre tiene nombre y diagnóstico médico.

Por su parte, el doctor Burgos de la Obra, pionero en el uso de la técnica WAL (liposucción asistida por agua) para tratar el lipedema en España, recalca que el manejo de esta patología debe ser médico y no estético. "El objetivo es liberar a la paciente de los síntomas y evitar su progresión", explica.

Causas del lipedema

Aunque el origen del lipedema no está completamente definido, existen varios factores clave que los expertos consideran:

  • Componentes genéticos: muchas mujeres tienen antecedentes familiares.
  • Cambios hormonales: suele aparecer en momentos de desequilibrio hormonal.
  • Resistencia a la insulina: picos de glucosa pueden desencadenar acumulación de grasa.
  • Problemas digestivos o autoinmunes: hay relación con enfermedades inflamatorias del intestino.
  • Mala circulación y fragilidad capilar.

Si crees que puedes tener lipedema, el primer paso es buscar un diagnóstico profesional. La evaluación debe realizarla un especialista con experiencia en lipedema, ya que todavía muchos médicos lo confunden con obesidad o linfedema.

Cómo reducir los síntomas del lipedema

Una vez diagnosticado, el tratamiento es multidisciplinar. Si bien la enfermedad no tiene cura definitiva, hay varias estrategias que ayudan a reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida:

  • Alimentación antiinflamatoria. Una dieta baja en carbohidratos refinados, rica en grasas saludables y con productos naturales puede ser una gran aliada. La nutrición juega un papel crucial en el manejo de esta enfermedad.

    Moñino insiste en evitar alimentos procesados y en priorizar alimentos antiinflamatorios como verduras de hoja verde; pescados grasos ricos en omega-3; aceite de oliva virgen extra; frutos secos crudos; úrcuma, jengibre y especias naturales.

  • Compresión terapéutica. El uso de medias compresivas ayuda a mejorar la circulación, reducir la hinchazón y aliviar el dolor. Es un recurso económico y accesible, que muchas mujeres utilizan a diario con grandes beneficios.
  • Ejercicio adaptado. Aunque el ejercicio no reduce directamente la grasa del lipedema, es esencial para mantener la movilidad, mejorar la circulación y prevenir la pérdida de masa muscular. Se recomiendan actividades de bajo impacto como caminar, natación o yoga.
  • Tratamientos médicos especializados. La técnica quirúrgica más avanzada es la liposucción WAL, que permite eliminar células adiposas enfermas respetando los tejidos circundantes. No todas las pacientes son candidatas, por eso es esencial valorar cada caso con un especialista.

Organizaciones como ADPLA (Asociación de Personas con Linfedema, Lipedema y otras patologías linfáticas) luchan cada día para visibilizar esta enfermedad y combatir el estigma.

"Muchas mujeres no saben lo que tienen. Cuando lo descubren, sienten alivio por entender qué les ocurre, pero también frustración al ver que el sistema sanitario aún no ofrece respuestas", explica Belén Miró, trabajadora social de la asociación.

Actualmente, el lipedema no está cubierto por la Seguridad Social en España, lo que añade una carga económica y emocional a quienes lo padecen. Por eso, cada vez más voces piden que se reconozca como lo que es: una enfermedad crónica que debe ser tratada con dignidad y recursos.