Mujer aplicándose maquillaje con una brocha.

Mujer aplicándose maquillaje con una brocha.

Belleza

Andrea Navarrete, maquilladora: "Abusar de los productos en polvo acentúa las arrugas a partir de los 50"

Los productos en polvo tienen una textura seca y, por su propia naturaleza, tienden a asentarse sobre la superficie de la piel.

Más información: Alexandra Flavia, maquilladora: "Si buscas rejuvenecer la mirada tienes que evitar usar sombras oscuras en los ojos"

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En el mundo del maquillaje, los productos en polvo han sido un punto de inflexión. Ya desde la Edad Media, las mujeres los usaban para disimular imperfecciones y crear un aspecto más pálido, que era considerado ideal de belleza.

Si nos remontamos a tan solo unos años atrás, estos productos en polvo seguían siendo el boom. Aunque hoy en día el enfoque ha cambiado y se valora más una piel luminosa, los polvos continúan siendo esenciales para prolongar la duración del maquillaje.

Sin embargo, la realidad es que todos estos beneficios no son igual de eficaces en todos los rostros y, de hecho, según las expertas, las pieles más maduras no deberían abusar de estos productos.

Las desventajas de los productos en polvo en exceso

Los productos en polvo tienen numerosas virtudes. No solo son excelentes para fijar el maquillaje, sino que pueden absorber el exceso de grasa en la piel, matificar el rostro y prolongar la duración de otros cosméticos previamente aplicados.

En pieles jóvenes todas estas características son claras ventajas; sin embargo, en pieles maduras pueden resultar contraproducentes. A diferencia de los productos en crema, los polvos tienen una textura seca y, por su propia naturaleza, tienden a asentarse y, en el caso de tener arrugas, a acentuarlas.

Con el paso del tiempo, la piel atraviesa una serie de cambios naturales. La pérdida de colágeno y elasticidad y la ralentización de la regeneración celular son solo algunos de los factores que obligan a muchas mujeres a cambiar completamente sus rutinas de cuidado y belleza.

Como resultado, miles de mujeres tienen que empezar a entender que su piel ahora es más seca, más fina y menos elástica, además de hacer frente a la aparición de arrugas, líneas de expresión y pliegues pronunciados, especialmente alrededor de los ojos, la boca y la frente.

En este punto, el maquillaje puede ser un gran aliado, pero también un enemigo si no se realizan las técnicas correctas.

El maquillaje en polvo, por su propia naturaleza, tienen una textura seca y tienden a asentarse sobre la superficie de la piel. En pieles maduras, su uso excesivo puede hacer que el producto se acumule en las líneas de expresión, especialmente si se aplica sobre un rostro seco, en exceso o sobre una base de alta cobertura.

Los polvos, en lugar de fundirse con la piel, quedan depositados sobre las irregularidades, actuando como una especie de "marcador" que revela lo que se intentaba disimular y una "piel más arrugada", explica la maquilladora Andrea Navarrete. Al tener un efecto matificante, eliminan el brillo natural de la piel, provocando una apariencia más apagada.

Con esto no quiere decir que las pieles maduras deban renunciar completamente a los productos en polvo, sino de que deben utilizarlos con moderación. En este sentido, resulta fundamental seleccionar fórmulas finas y con acabado luminoso, y aplicarlos a toques en zonas estratégicas, como la zona T o debajo de los ojos.

@andreanmakeup Comoartelo con tus amigas y sigueme para mas tips 😉 #antiage #maquillaje #tutorialdemaquillaje #maquillajeantiedad ♬ sonido original - Andrea Navarrete

Para conseguir un aspecto rejuvenecido no solo tenemos que prestar atención a los polvos, indica Navarrete, sino que hay otros aspectos importantes, como la base de maquillaje. En lugar de elegir una densa y muy cubriente, la experta aconseja optar por formulaciones "extremadamente ligeras".

Todos queremos una base de maquillaje que haga su función, que sea capaz de cubrir eficazmente manchas, imperfecciones y de proporcionar una apariencia uniforme en el rostro.

Sin embargo, esta característica puede volverse en contra en el caso de pieles maduras, y es que con el paso de las horas, las bases densas tienden a asentarse en las líneas de expresión, pliegues y arrugas naturales del rostro, acentuándolos y haciéndolos más visibles.

Por este motivo, lo ideal es optar por fórmulas ligeras e hidratantes, como es el caso de las BB creams, CC creams o sérums con color. Estos productos unifican el tono sin saturar la piel, permitiendo que esta respire y mantenga un brillo saludable durante el día.

Además, tienen la ventaja de incluir tratamientos adicionales como protección solar, antioxidantes o ingredientes antiedad que complementan la rutina de cuidado de la piel.